Este artículo se publicó hace 16 años.
El sueño americano
En unas semanas llega el primer desembarco en grupo de diseñadores españoles abriendo camino a los grandes como Modesto Lomba, Jesús del Pozo o Ronerto Torres, que lo intentarán en febrero
"Este reportaje debería titularse A la conquista del Nuevo Mundo, porque algo así no tiene precedentes", comenta Miguel Adrover, uno de los pocos diseñadores españoles que puede vanagloriarse de haber triunfado en EEUU. Con ironía o sin ella, el histórico titular sugerido por el creador mallorquín define una de las mayores epopeyas de la moda española: en septiembre, un total de seis diseñadores presentarán sus colecciones dentro del calendario oficial de la New York Fashion Week (NYFW).
Como bien dice Adrover, no hay antecedentes de un desembarco similar en la Gran Manzana y esto sólo es el comienzo. A la ya veterana firma Custo Barcelona, capitaneada por los hermanos Dalmau que encontraron en el respaldo de Julia Roberts la defensa contra las duras críticas de la poderosa prensa americana en los noventa, se le sumó la pasada temporada un arriesgado David Delfín. El malagueño cambió la gloria obtenida en la Pasarela Cibeles por la incertidumbre de Nueva York. La jugada al final le salió redonda.
"Es una experiencia nueva en la que estamos poniendo todas nuestras ilusiones, mucho esfuerzo y, sobre todo, trabajo", explica el modisto Juanjo Oliva, uno de los cuatro miembros del proyecto 4 Eyes, en el que se incluyen también Ana Locking, Juan Duyos y Carmen March. La acción, planificada para el próximo 13 de septiembre en la New York Public Library, en palabras de Ana Locking, "tiene una doble intención, que va desde un entorno real a otro más artístico y virtual: es una presentación de imagen muy fuerte realizada en paralelo a una incipiente estrategia de ventas". Unos días antes de la exhibición del vídeo-desfile que están produciendo en estos momentos, se mostrarán físicamente todas sus colecciones a los compradores y a los principales redactores de moda americanos.
Mejor juntos
Aunque pionera en el ámbito de la moda española, este proyecto recoge el testigo de acciones similares, como las llevadas a cabo en los años ochenta por los creadores japoneses y en los noventa por los belgas, que tras su aparición en grupo en la pasarela de París, consiguieron que su insurrecto y vanguardista sentido del diseño se convirtiese en una de las mejores denominaciones de origen de la moda contemporánea internacional.
"Creemos que dando cuatro visiones y realidades diferentes de la moda que se hace en España lograremos mayor interés en la presentación que de uno en uno. Está claro que de esta manera se conocerá mejor lo que se hace aquí", prosigue Oliva, pendiente de ultimar todos y cada uno de los detalles de los vestidos que mostrará en la NYFW. Aún así, Modesto Lomba, como presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), principal apoyo económico, burocrático y logístico de 4 Eyes, puntualiza que lo que se pretende no es tanto dar una imagen de grupo, "sino una imagen de moda española, porque en febrero de 2010 seguirán este mismo camino más diseñadores españoles con un potencial similar, a los que ACME pretende facilitar sus presentaciones y la penetración en el mercado norteamericano".
Los elegidos son un grupo heterogéneo. Poco tienen en común la moderna sofisticación de Ana Locking y el eclecticismo multicultural de Juan Duyos, con el clasicismo renovado que abanderan Carmen March y Juanjo Oliva: "En efecto, cada marca tiene una estrategia empresarial y creativa diferente. En nuestro caso, nos hemos juntado los cuatro porque pensamos desde un principio que la unión hace la fuerza", confirma Duyos.
El factor crisis económica no sólo ha sido contemplado por los componentes de 4 Eyes, sino que forma parte activa del mismo:
Una iniciativa arriesgada, incluso en tiempos de bonanza. El factor crisis económica no sólo ha sido contemplado por los componentes de 4 Eyes, sino que forma parte activa del mismo: "La crisis ha motivado una experimentación a nivel mundial dentro del entorno de la moda", afirma Ana Locking. De ahí que muchas firmas estén buscando otras maneras de enfocar y presentar sus colecciones, diferentes al lenguaje de la pasarela y, sobre todo, dentro del mercado norteamericano, que está siempre necesitado de nuevas maneras de capturar la atención, dado que es un mercado altamente consumista y muy exigente, por eso su proyecto se basa en una imagen corta e impactante, de videoclip. "¿Qué mejor manera para presentar una muestra del trabajo de cuatro diseñadores?", se pregunta Ana.
Por mucho bombo y platillo que se le vaya a dar a esta acción la próxima temporada, para llegar a este punto se ha tenido que abonar antes el terreno. No se puede entrar en una ciudad como Nueva York sin unos buenos padrinos, y los diseñadores españoles han encontrado en la Dama de Hierro del periodismo de moda, la todopoderosa directora de la edición norteamericana de la revista Vogue, Anna Wintour la misma que inspiró a Un diablo vestido de Prada su mejor tarjeta de visita.
"Si hay algún poder neoyorquino que pueda beneficiarnos, ése es sin duda el latino"
"Nos recibió en una reunión en la que nos dedicó un tiempo importante para todos y donde nos habló con inteligencia de su visión de la creación de moda en España. Para nosotros su apoyo ha sido grande por su interés por nuestra moda y recoger sus aportaciones", comenta el presidente de ACME, privilegiado interlocutor de la Wintour. Queda claro que los diseñadores españoles están sabiendo jugar esta partida, porque si hay algún poder neoyorquino que pueda beneficiarnos, ése es sin duda el latino. Como confirma Modesto Lomba, también ahí han encontrado grandes aliados, porque en realidad este proyecto se empieza a fraguar hace más de dos años, "con nuestra primera exposición en Manhattan en el espacio que preside Óscar de la Renta, el Queen Sofia Spanish Institute. A él le debemos su apoyo incondicional, al igual que a Carolina Herrera".
Soñar no cuesta nada
Las expectativas generadas en Nueva York no dejan de sorprender, sobre todo teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de creadores españoles con sueños teñidos de barras y estrellas, no terminan de triunfar (por lo menos comercialmente) en su propia tierra. Juanjo Oliva sitúa esta realidad en el gran complejo que sufre España frente al mundo, ya que "somos incapaces de reconocer nuestros méritos". "Es cierto que también falta autocrítica", comenta.
Para superar este complejo, nada mejor que grandes dosis de ego, ambición y una visión global de nuestro país. Desde ACME se esté trabajando no sólo para mostrar una imagen de moda. "También se quiere unir esfuerzos con otros sectores económicos y presentar al mundo desde Nueva York nuestro estilo de vida. El de un país europeo, joven en su actualidad, aunque con una importante historia que nos respalda con tolerancia, pluralidad y creatividad", explica Modesto Lomba.
La duda ahora es saber si el sueño americano de nuestros creadores vaciará nuestras pasarelas. Juan Duyos cree que dependerá de la respuesta que se genere tanto allí como aquí: "La experiencia marcará una evolución lógica y las decisiones que cada firma tome". Por lo menos queda claro que el proyecto 4 Eyes no será flor de un día, sino el pistoletazo de salida para construir un puente que una de forma sólida y duradera la moda americana con la española: "Esta es una acción que pretende, sobre todo, generar una brecha por la cual cada uno de nosotros pueda continuar solo o acompañado. Paciencia: esta no es una guerra de una sola batalla", concluye Carmen March.
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