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Proponen cadena perpetua para quien escale las Pirámides

EFE

Hace sólo unos pocos años los turistas se subían a las Pirámides de Guiza para emular al propio Napoleón o grababan su nombre entre sus piedras, pero hoy acciones como éstas se han convertido en altamente peligrosas.

El Consejo Supremo de Antigüedades (CSA) egipcio ha preparado medidas para proteger las incontables riquezas del país, entre las que se encuentran propuestas tan duras como la cadena perpetua para quien escale las Pirámides.

Si el Parlamento aprueba estas novedosas medidas el próximo enero, no escapará del castigo quien dañe una estatua, un templo o una pirámide, garabateando sus piedras milenarias o subiendo encima de ellas.

Y el castigo no será simbólico, sino "la cadena perpetua y el pago de una multa de 500.000 libras (100.000 dólares) para quien cometa cualquier agresión contra las antigüedades", afirmó a Efe el secretario general del CSA, Zahi Hawas, que está detrás de estas propuestas.

Ni siquiera los propietarios de los caballos y los camellos que ofrecen paseos para los turistas en la meseta de las Pirámides estarán libres si se atreven a golpear las piezas y dañarlas, pues también a ellos les tocará pasar el resto de su vida en la cárcel, advierte Hawas.

Tampoco escapará de la prisión y de la multa quien construya una vivienda en un terreno de las antigüedades, siempre que el Parlamento apruebe estas propuestas.

Esas medidas punitivas forman parte de un conjunto de normativas incluidas en un proyecto de ley sobre el que el poderoso Consejo de Antigüedades llevaba cinco años trabajando para proteger los tesoros de Egipto.

"Se han detectado 6.000 agresiones contra las antigüedades y la pena de cárcel para los autores de ese tipo de irregularidades era sólo cinco años de cárcel", explicó Hawas para justificar su idea de que hay que cambiar la actual ley vigente desde 1983, que calificó de "muy débil".

En un país como Egipto, cuyos templos faraónicos son innumerables, no es sólo difícil proteger sus antigüedades sino también conseguir el dinero necesario para su restauración.

"En eso (la financiación de las restauraciones) nadie nos ayuda", comentó Hawas, dando a entender que una de las razones principales de la nueva ley que propone su Consejo es recaudar fondos.

De los millones de dólares que pretende embolsar el Consejo muchos vendrían también de lo que tendrá que pagar una agencia de viajes o una productora de películas para que las Pirámides, las tumbas o los templos faraónicos aparezcan simplemente en un póster, un anuncio publicitario o en una película.

Para aplicar esa medida, el CSA creará en breve un comité que se encargará de registrar los "derechos de imagen" de las principales antigüedades del país y autorizar su comercialización sólo con un permiso oficial y tras el pago de una suma de dinero, afirmó Hawas.

Y una vez que el Parlamento apruebe esa norma dentro de Egipto, el poderoso Consejo trabajará para que sea una regla internacional y así prohibirá también el uso comercial de las antigüedades egipcias fuera del país.

"Hay que tener alguna fórmula para impedir que eso ocurra", insistió Hawas, que mencionó como ejemplo el museo Metropolitano de Nueva York, que según él todavía está sacando provecho de una exposición de Tutankamón que acogió en 2005, aunque no explicó cómo.

El control que quiere imponer el Consejo sobre las antigüedades egipcias ha llegado hasta el extremo de pretender proteger lo que llama el "copyright" de las antigüedades.

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