Marta Domínguez: A la impunidad por la fama

Con Marta Domínguez (Palencia, 1976) ha ocurrido como con esos personajes que acuden a un plató a exponer impúdicamente sus miserias. Suele ocurrir que el protagonista está enfangado en el relato de la mayor de sus vilezas cuando, de repente, una lágrima asoma a sus ojos y su boca esboza un perdón. El público, inquisitorial hasta ese momento, estalla en un aplauso y el villano resurge como héroe. Domínguez, la mejor atleta española de todos los tiempos, encabeza la lista del PP al Senado por Palencia, a pesar de estar imputada por un delito fiscal y ser sospechosa de algo no penado en España, consumir sustancias dopantes para obtener su último gran título deportivo.

Marta Domínguez fue detenida el 9 de diciembre de 2010 en el marco de una operación contra una trama de dopaje que actuaba en la élite del atletismo español, provocándose uno de los mayores escándalos en la historia del deporte nacional. En avanzado estado de gestación, fue acusada de varios delitos, entre ellos el de suministrar a otros deportistas sustancias ilegales. Pero, según pasaban los meses, la jueza instructora, Mercedes Pérez Barrios, iba retirando las acusaciones contra ella, que antes había avalado con la autorización de escuchas telefónicas y registros.

El 30 de septiembre pasado, la jueza ordenaba investigar a los guardias civiles que habían desarrollado la operación Galgo. Pero, en ese mismo auto, el último hasta la fecha, mantenía la imputación contra el entrenador de la palentina, César Pérez, por "indiciaria prescripción y suministro a Marta Domínguez de un conjunto de sustancias, entre otras, hormona del crecimiento y EPO, conforme a un plan de dopaje cíclico de 40 días que debía terminar nueve días antes de las competiciones", en referencia a los Europeos de Barcelona, donde obtuvo la medalla de plata en 3.000 metros obstáculos.

El auto tampoco decía nada acerca de la imputación, que por tanto se mantiene, de un delito fiscal, relacionado con una cuenta que Domínguez tiene en Andorra. La atleta se defiende del impago de impuestos con que es poco dinero ganado en competiciones en el extranjero.

Marta Domínguez acaba de volver a la competición y declara, sin sonrojo, que pasará por el Senado cuando le deje el deporte de élite. Como en los platós, el aplauso colectivo ha arrancado a la señal del regidor del programa, en este caso encarnado por el PP y los medios de comunicación que han puesto el acento en los errores de la Guardia Civil y han obviado los indicios de que Domínguez hizo trampas en su trabajo y defraudó al fisco.