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Inditex se alía con el lujo para crecer en Marruecos

Implanta todas sus marcas de la mano de la empresaria Akhannouch

SUSANA R. ARENES

Seguro que a Amancio Ortega le hubiera gustado ver cómo el viernes la mujer del presidente de Galeries Lafayatte (el centro de distribución parecido a El Corte Inglés que hay en Francia), Philippe Houzé, abandonaba el megacentro comercial de lujo y moda recién inaugurado en Casablanca con una bolsa, no de Galeries Lafayette, sino de Zara. Una muestra del tirón del imperio Inditex, que atrae hasta a la competencia y una imagen muy simbólica de lo que puede ser el cliente potencial al que a partir de ahora llegarán las marcas del grupo español. Ortega se ha aliado a Salwa Idrissi Akhannouch, una empresaria que se ha hecho en Marruecos con las franquicias de marcas de lujo, como Dior o Gucci.

Su alianza se fraguó en 2004, aún en la época de vacas gordas, cuando Salwa Akhannouch sus empleados aseguran que la empresaria no tiene relación con la casa real alauita convenció al dueño de Indi-tex de que el mercado marroquí era una perita en dulce para sus tiendas. Y logró que Ortega le diera en franquicia la marca Zara, lo que supuso el desembarco del buque insig-nia de la compañía gallega. Así, el grupo Aksal (acrónimo de Akhannouch y de Salwa) ha ido extendiendo luego otras enseñas de Inditex. Pero ha sido ahora cuando la empresa española acaba de zambullir la totalidad de sus marcas en el reino alauita. Es un mercado pequeño, pero, al fin y al cabo, refugio contra la crisis.

De hecho, será mañana lunes cuando esta implantación total se hará oficial con la apertura al público del centro comercia Morocco Mall donde estarán todas: desde Pull & Bear, Zara Kids, Zara Home o Stradivarius, hasta Oysho y Uterqüe, las dos últimas que quedaban por desembarcar en Marruecos, según explicó a los periodistas españoles Habib el Fassi, director de operaciones de ventas al por menor del grupo Aksal. Morocco Mall será 'el escaparate', según sus palabras, en el que el grupo textil español más conocido compartirá espacio con las citadas Dior (con una macrotienda digna de París) o Gucci, pero también Fendi o Ralph Lauren.

El megacentro se inauguró el jueves con gran agasajo para los invitados VIP del reino y con el veto a los más de 50 periodistas de varios países acreditados precisamente para el evento. A última hora, los organizadores apartaron a la prensa porque, dijeron, la princesa Salma, mujer del rey, iba a cortar la cinta. Finalmente, fue la princesa Lalla, hermana de Mohammed VI, la que hizo los honores ante la cohorte de ricos y diplomáticos de Marruecos (gran parte de ellos, residentes en Casablanca). El supuesto barniz de glamour al acontecimiento lo puso el concierto de Jennifer Lopez, que también tiene tienda en el centro comercial. Toda esta parafernalia da la idea de la plataforma sobre la que la franquicia del grupo Inditex crecerá a partir de ahora en Marruecos.

Allí, Zara y Massimo Dutti van como un tiro. Aksal no da cifras de facturación, pero 'crecemos en torno al 5% o al 6% cada año', asegura Habib el Fassi. Ahora, con la apertura en Morocco Mall, la intención es extender todas las marcas al resto de grandes ciudades de Marruecos y de la región del Magreb, hacia los emiratos árabes. El Fassi apunta que, con todas las marcas en marcha, los ingresos del grupo Inditex, vía su franquiciado Aksal, 'crecerán más de dos dígitos', lo que supone duplicar el ritmo actual.

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