Este artículo se publicó hace 11 años.
Guindos pide a la UE que "todos los depósitos" estén protegidos en caso de quiebra bancaria
El debate ha puesto de relieve la división sobre la nueva directiva de resolución bancaria entre los 27 representantes económicos de los estados miembros
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha pedido este martes durante el Ecofin que "todos los depósitos estén adecuadamente protegidos" en caso de quiebra o reestructuración bancaria y ha considerado "artificial" la distinción entre las cuentas superiores y las inferiores a 100.000 euros, las únicas actualmente garantizadas en la actualidad.
"Si un banco sufre una fuga de los depósitos superiores a 100.000 euros, los demás también sufrirán", ha alegado Guindos durante el debate sobre la nueva directiva de resolución bancaria, cuyo objetivo es que sean los accionistas y acreedores y no los contribuyentes los que paguen los costes de futuras crisis financieras.
Que los accionistas y acreedores paguen los costes de futuras crisis financierasEspaña ha sido el único país que ha pedido la exclusión total de los depositantes de futuros rescates en un debate que ha puesto de relieve la división entre los Veintisiete sobre esta materia. En lo que sí son unánimes los ministros tras el fiasco del rescate de Chipre es que los depósitos por debajo de 100.000 euros son "sacrosantos" y no se tocarán en ningún caso.
La Comisión y el Banco Central Europeo (BCE) han pedido que se dé una "preferencia a los depositantes" de más de 100.000 euros. Ello significa, según el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, que "sólo se tocarán en caso extremadamente limitados" y "serán preservados en la mayoría de los casos".En rueda de prensa tras el Ecofin, Guindos ha matizado su posición y ha dicho que aunque los depósitos de más de 100.000 euros deben gozar de una "protección especial", no excluye que se les apliquen pérdidas "en circunstancias excepcionales", y se ha mostrado a apoyar las propuestas de Bruselas y el BCE.
Los primeros en asumir pérdidas serán los accionistas, seguidos de los tenedores de preferentes y deuda subordinada y los bonistas sénior, según la jerarquía defendida por el representante alemán en el directorio del BCE, Jörg Asmussen. Los grandes depositantes sólo contribuirían "como último recurso", cuando el resto haya agotado su capacidad de asumir pérdidas. La opción de dar a los grandes depositantes un estatus "preferente" ha logrado un "considerable apoyo" entre los ministros, según ha dicho el presidente del Ecofin, Michael Noonan. No obstante, otras delegaciones como Alemania, Francia, Holanda o Dinamarca, han defendido que los grandes depositantes se sitúen al mismo nivel que los bonistas sénior a la hora de asumir pérdidas.
Más puntos de discrepanciasEn todo caso, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se ha mostrado dispuesto a dar preferencia a los grandes depositantes si esta es la vía de consenso. En contraste, su homólogo francés, Pierre Moscovici, ha dicho que la preferencia "no es una buena solución" porque "deformará la estructura de los balances bancarios en beneficio de los depósitos, más volátiles que los bonos en caso de crisis".
El segundo punto de discrepancia entre los Veintisiete es si hay que dar o no flexibilidad a las autoridades nacionales de resolución para excluir de las quitas a determinados actores, como los depositantes, por razones de estabilidad financiera. Esta ha sido la postura de Francia, mientras que Austria ha reclamado la máxima armonización para garantizar la igualdad de trato entre los Estados miembros y la seguridad jurídica.
También Guindos ha pedido una armonización máxima en el nuevo sistema "evitando la fragmentación del mercado introduciendo elementos discrecionales en la directiva". "Cualquier flexibilidad sólo la puede aplicar una institución europea", ha sostenido. Tampoco hay acuerdo sobre las fechas. España está entre la mayoría de países que ha reclamado retrasar la entrada en vigor del nuevo sistema de quitas para los acreedores hasta 2018. Sin embargo, tanto el BCE como el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, han pedido adelantarla a 2015.
La presidencia irlandesa se ha comprometido a tratar de lograr un acuerdo sobre la nueva directiva en el próximo Ecofin de junio. Guindos ha dicho que esta norma es un "elemento esencial" de la unión bancaria, pero "no puede sustituir a los otros dos pilares": la creación de una autoridad única de resolución y de un sistema común de garantía de depósitos. Todas estas piezas deben negociarse "en paralelo".
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