La Dirección General de la Guardia Civil dotará a los agentes del Instituto Armado con armas eléctricas "de reducido impacto". Estos dispositivos —conocidos por el nombre de su principal productora, la estadounidense Taser— disparan dos dardos, unidos al arma por cables, que descargan 50.000 voltios sobre el objetivo durante cinco segundo, paralizándolo de inmediato.

En un comunicado remitido a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), el teniente general Mando de Operaciones ha explicado que “se han realizado distintos trabajos como un estudio legal, técnico y operativo para ver las posibilidades de uso de este tipo de dispositivos, así como sus ventajas e inconvenientes. Asimismo se ha diseñado un plan de formación del personal en el uso de estos dispositivos”.

La iniciativa de dotar a los guardias civiles con este tipo de arma proviene de una propuesta de esta asociación de agentes, mayoritaria en el cuerpo. "No son pocas las ocasiones", expone la AUGC, "donde se hace necesaria la utilización de medidas intermedias entre el uso del arma de fuego y nada". Por ello considera necesaria "la dotación de armas eléctricas que permitan reducir a una persona sin ocasionarle daño físico, inmovilizándola temporalmente".

Tras aceptar la propuesta de la asociación, la Guardia Civil está estudiando el modelo más adecuado para el cuerpo. "El Servicio de Armamento y Equipamiento Policial está realizando un estudio de mercado para ver cuál podría ser el modelo más adecuado para ser adquirido por la Guardia Civil”, ha comunicado.

Arma polémica: más de 1.000 muertos en EEUU

En España solo está permitido el uso policial y militar de las pistolas táser. Algunos ayuntamientos de Canarias, Andalucía, Murcia, Valencia y Catalunya han equipado con ellas a sus policías locales.

Estas armas generan rechazo en muchas organizaciones de la sociedad civil porque pueden llegar a ser letales. En EEUU, donde han sido adoptadas por muchos cuerpos policiales, han provocado más de 1.000 muertos desde 1983, según Truht... Not Tasers. En Francia y Reino Unido también se han documentado muertes provocadas por los táser.

En España la mayor polémica en torno a su usó se generó  en 2014 en Catalunya tras la decisión del entonces conseller de Interior de la Generalitat, Ramón Espadaler, de dotar de tásers a los Mossos d'Esquadra. Se constituyó entonces la plataforma Stop Taser, que pedía abrir la reflexión sobre estas armas a toda la sociedad dado el peligro que tiene su uso sobre colectivos de riesgo.

"Puede llegar a ser letal en personas que han consumido drogas o alcohol, personas que tienen problemas cardiovasculares, o en mujeres embarazadas”, explicó entonces a Público Andrés García Berrio, portavoz de la plataforma.

 El Comité Contra la Tortura de les Naciones Unidas recomendó en 2009 al Estado español que abandonara su uso porque sus efectos en el estado físico y mental de las víctimas podría violar dos artículos de la Convención Contra la Tortura. Amnistía Internacional también se ha posicionado en contra en su estudio Voltios sin control, de 2007, donde estudiaba casos de muerte tras el uso de tásers.