Un excéntrico matemático que se bajó los pantalones para mostrar su trasero en un auditorio repleto de estudiantes, que orinó públicamente desde un balcón de una universidad y que contrajo matrimonio en un circo busca contra todos los pronósticos ganar la presidencia de Colombia.

Antanas Mockus, hijo de inmigrantes lituanos y candidato del Partido Verde, se presenta como una opción política e intentará dar la sorpresa y derrotar en la segunda vuelta electoral del domingo al candidato oficialista del Partido de la U, Juan Manuel Santos, favorito en las encuestas para ganar y reemplazar al presidente Álvaro Uribe.

Mientras que Santos representa la continuidad de Uribe, quien después de ocho años en el poder mantiene una alta popularidad por su ofensiva militar contra la guerrilla izquierdista, Mockus, de 58 años, se proyecta como una opción de cambio con un discurso pedagógico y filosófico de difícil compresión para muchos, según analistas.

Pese a que la guerrilla izquierdista continúa siendo una amenaza en el país de más de 44 millones de habitantes, el matemático que lleva una barba tipo Amish y lentes logró posicionarse entre los electores con un discurso de honestidad y transparencia pese a que muchas de sus propuestas no son concretas.

"Tu vida es sagrada, recursos públicos sagrados", son las principales frases de campaña del profesor, casado y padre de cuatro hijos, quien promete combatir la corrupción, instaurar la legalidad y promover profundos cambios a partir de la educación.

Alcalde en dos ocasiones de Bogotá, la capital colombiana de más de seis millones de habitantes, el político que se define como un independiente, impulsó campañas de educación para reducir la violencia, la tolerancia y mejorar el caótico tráfico.

Sus victorias electorales fueron consideradas como un voto de protesta contra la ineficiencia de la clase política tradicional para solucionar los problemas de la ciudad. Como parte de esa estrategia pedagógica se disfrazó de héroe ciudadano usando calzoncillos, botas y capa roja; interpretó canciones de rap y frente a cámaras de televisión enseñó a bañarse sin ducha en una campaña para ahorrar agua.

Los politólogos lo definen como un gobernante creativo que logró transformaciones radicales en Bogotá impulsando la cultura ciudadana, la protección de la vida, la gestión pública transparente y eficiente, así como la gestión de los recursos públicos como activos sagrados.

EXPERIENCIA LOCAL

Mockus nació en Bogotá el 25 de marzo de 1952. Aprendió a leer a los dos años de edad, estudió en la Universidad de Dijon en Francia y en la Universidad Nacional de Colombia.

El 1 de enero de 1995 inició su primer periodo como alcalde e integró un equipo con académicos y no políticos en los cargos más relevantes.

En 1997 renunció para lanzarse a la presidencia, pero terminó como fórmula vicepresidencial de Noemí Sanín, candidata del Partido Conservador a quien se enfrentó y venció en la primera vuelta que se celebró a finales de mayo.

En 2000, regresó a la política como candidato a una segunda elección para la alcaldía de Bogotá y pidió perdón al electorado por haber abandonado el cargo. En su segunda alcaldía, entre enero de 2001 y diciembre de 2003, recuperó la imagen de político independiente y eficiente ante la opinión pública.

En esa administración continuó desarrollando y ampliando el sistema Transmilenio de transporte público por medio de buses articulados de Bogotá que aplicó el ex alcalde Enrique Peñalosa, quien también está en el Partido Verde.

Mockus prometió que en su eventual presidencia continuará su gestión sobre los logros de Uribe, incluyendo la política de seguridad con la que murieron importantes comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y miles de combatientes desertaron, obligando a los rebeldes a un repliegue a zonas selváticas y montañosas.

Su confesión de que sufre Parkinson, una enfermedad neurológica que afecta esencialmente el movimiento por la pérdida de la capacidad del cerebro para producir la sustancia dopamina, no afectó su imagen.

Sin embargo, en la primera vuelta en la que las encuestas pronosticaban un cerrado duelo con Santos, fue superado ampliamente por el candidato oficialista, una situación que en parte se debió a sus mensajes contradictorios sobre temas sensibles como el alza de impuestos, según expertos políticos.

En 2006, fue candidato presidencial de la Alianza Social Indígena, pero fue derrotado por el presidente Álvaro Uribe, quien fue reelegido. En los comicios legislativos de ese año sufrió una aplastante derrota al no lograr un solo escaño.

Aunque su fortaleza electoral está en grandes ciudades como Bogotá, su punto débil está en las zonas rurales, donde registra una baja intención de voto frente a Santos.