La diada del libro por excelencia, la de Sant Jordi en Catalunya, ha echado a andar 'oficialmente' hace un rato en el ya tradicional desayuno de autores, editores y periodistas del Regina, junto a la Plaça Catalunya de Barcelona. Alrededor de 70 escritores han posado para el pelotón de medios gráficos de la prensa y han calentado motores a base de cruasans, bollos, canapés, zumos de naranja y café. Mucho café para salir a la calle y enfrentarse a la ronda de firmas por toda la ciudad. 'Es una cita ya ineludible', coincidían muchos de los escritores. La aglomeración, en algunos momentos, ha sido importante.

La amenaza de lluvia (de momento no pasa de eso, una simple amenaza) no está siendo impedimento para que la gente se eche a la calle. Quien se escaquea del trabajo, quien ha pedido fiesta y quien se escapa a por una rosa o un libro para la pareja... ‘El Sevilla', de los Mojinos escocíos, ha formado las primeras colas de lectores con su libro 'El hombre que hablaba con las ranas'. No lejos de ahí, en el escenario de la FNAC del Triangle, el grupo catalán Mishima acaba de dar el primer concierto del día.

El espíritu de Sant Jordi lo inunda todo. Albert Espinosa, que firma ejemplares de 'Todo lo que podíamos haber sido tú y yo si no fuéramos tún y yo', Plaza y Janés), adora esta jornada festiva: 'No descarto hacer un guión cinematográfico a lo ‘love actually', manejando temas de Sant Jordi', nos ha comentado. Enseguida ha abandonado el hotel para pasearse por el centro y afilar su pluma, cargado con una bolsa... ¿Para qué? 'Para guardar los regalos que me hace la gente, se portan así de bien conmigo. Es estupendo'.

Lorenzo Silva también adora este día. Algo pesimista ante el futuro del libro en papel, pero nada preocupado, considera que este día es un valor seguro para el libro editado: 'Es el regalo por excelencia', nos ha dicho. 'No veo el año que viene a la gente regalando pen drives en lugar de libros en papel'.

En catalán, Xavier Bosch ('Se sabrà tot', Edicions 62) lleva ya ocho semanas como el más vendido. Lo atestiguan las colas que ya se han formado frente a él y el periplo de firmas, que lo llevará a ocho puntos distintos de Barcelona.