Entrevista a Alberto Reyero"Decir que Pablo Iglesias tenía las competencias sobre las residencias de mayores es un bulo"
Madrid--Actualizado a
Licenciado en Derecho, inició su vida política en UPyD. En 2011 entró por primera vez en la Asamblea de Madrid como diputado. Luego continuó esa misma función en Ciudadanos, todavía en la oposición. Y en 2019 entró en el Gobierno autonómico presidido por Isabel Díaz Ayuso como consejero de Políticas Sociales, Familias e Igualdad. Con el estallido de la pandemia alzó su voz contra los protocolos que impedían el traslado de las personas mayores que vivían en residencias a los hospitales durante la primera ola del coronavirus. Hace poco más de un año presentó su dimisión tras diferentes tensiones internas. Poco después Ayuso convocaba elecciones y se deshacía de Cs, que desapareció del parlamento autonómico. Desde hace unos meses, Alberto Reyero (Madrid, 1962) ha denunciado públicamente la gestión en las residencias de la Comunidad de Madrid. Su idea era hacerlo en una Comisión de Investigación que fue tumbada por PP y Vox. Ya retirado de la vida política activa y dado de baja del partido naranja, recuerda en esta entrevista con Público cómo vivió aquellos momentos.
Desde hace unos meses forma parte de la consultora "Empatía", junto con otros ex-integrantes de Cs como Esther Ruiz y Tomás Marcos. Me parece un nombre llamativo, supongo que no ha sido casualidad. ¿Falta empatía en el mundo de la política?
No es casual, no. Cuando decidimos rentabilizar nuestra experiencia política, aprovechar lo aprendido en estos años, montamos una consultora con unas determinadas características. Al final, dentro de los nombres barajados buscamos uno que nos identificara. Si de una cosa adolece la sociedad española en general es de falta de empatía. Es una manera de decir que nosotros nacemos poniéndonos en el lugar y necesidades de los demás. Estamos muy orientados hacia el mundo de las Ongs. Normalmente el tipo de empresas dedicadas a estas cuestiones de asuntos público miran más al lado de las empresas, no tanto el del mundo de las entidades sin ánimo de lucro. Nos gustaría que se nos identificara tras el paso por la política porque hemos ejercido la empatía.
Más de un año después de su dimisión, ¿cómo ve el mundo de la política desde fuera una persona que ha tenido una trayectoria política breve en comparación a otras?
Relativamente breve, en mi caso han sido 10 años en la Asamblea de Madrid. Es un tiempo. La principal diferencia con otra gente no es tanto la duración. Todos los que nos hemos dedicado a la política sabemos que tiene fecha de caducidad. Lo fundamental es que la política en mi caso ha sido solo una parte de mi carrera profesional. Yo antes de la política trabajé 23 años en el sector privado y ahora he vuelto. La situación política en general da bastante yuyu. Impera cada vez más la mentira, la comunicación política lo ha absorbido todo. Todos entendemos que la comunicación política es importante, pero a veces parece que solo importa lo que la gente percibe y no la esencia de las cosas. Lo he estado pensando gracias a una película que está de moda ahora, No mires arriba. Refleja muy bien lo que es la política actual, el postureo, el importar más lo que la gente percibe que lo que realmente es. Es muy lamentable.
Dimitió el año pasado y tras unos meses comenzó a conceder algunas entrevistas para hablar especialmente de la gestión de las residencias de mayores durante lo peor de la pandemia. Decía en aquellos momentos que quería haberlo hecho en una Comisión de Investigación parlamentaria pero no ha podido ser por la negativa de PP y Vox. Una de las cosas que dijo fue que hizo todo lo posible pero que quizás podría haber hecho más. ¿Cómo lleva todo este tiempo? Supongo que no será fácil.
"Tuve enfrentamientos dentro del Gobierno, no acallé la existencia de unos protocolos infames"
Me fui de manera premeditada y en silencio. Estábamos en la segunda ola y tampoco quería perjudicar la situación general. Sí reaccioné cuando vi que tanto el PP como Vox optaron porque no continuara la Comisión de Investigación y se hurtara la posibilidad a los ciudadanos de saber lo que pasó, y a las personas afectadas. Se necesitaba una explicación coherente de las actuaciones que tomaron los poderes públicos en la Comunidad de Madrid. Me molestó mucho y fue lo que hizo que saliera a la palestra. Cuando yo me he preguntado si podría haber hecho más, es algo que debería hacer todo el mundo. Creo que si hago un repaso, hice más de lo que mayoría de las personas hubieran hecho. Tuve enfrentamientos dentro del Gobierno, no acallé la existencia de unos protocolos infames. ¿Hubiera tenido los medios para parar la aplicación de esos protocolos? A veces pienso que podría haber hecho más, pero aunque parezca que un consejero de Políticas Sociales tiene la capacidad, también tiene alternativas limitadas. Estamos viendo ahora que incluso en los propios desarrollos de los juicios la Fiscalía ha dicho que los protocolos no los considera ilegales.
Por eso le iba a preguntar, hemos visto la decisión de la Fiscalía de archivar gran parte de las querellas sobre la gestión de las residencias. Usted siempre se ha mostrado dispuesto a colaborar con la justicia si le citaban a declarar pero eso ni ha llegado a ocurrir.
Yo lo que diga la Justicia lo respeto profundamente. Pero me hago preguntas. Siempre me he hecho la pregunta sobre cómo es posible que no haya sido llamado a declarar el autor de los protocolos. Simplemente para preguntarle algún detalle más. El verano pasado, por ejemplo, se encerraron a chavales que estaban de vacaciones en Mallorca y lo inmediato fue llamar a declarar a la directora de Salud Pública de Baleares para explicar la orden de confinamiento. Es lo más lógico. En este caso de Madrid ni siquiera se ha llamado a nadie. Me sorprende. El 1 de junio de 2020 hice una declaración en la Asamblea de Madrid que levantó mucha polvareda. Dije que los protocolos me parecía que no eran éticos, lo sigo manteniendo, y que probablemente no eran legales. La legalidad de los protocolos no me corresponde a mí decidirla, si los jueces deciden que lo son, no tengo mucho más que decir. Lo que he cuestionado siempre es la parte ética y política de la existencia de unos protocolos que discriminaban a las personas en función de sus características, de su discapacidad, de su edad...Eso es lo que me parece una auténtica barbaridad.
Llama la atención que se siga a día de hoy pensando desde muchos ámbitos que las competencias en materia de residencias las tenía Pablo Iglesias. ¿Es así? ¿Por qué se usa?
Lo tienen muy claro en el PP cuál es la situación. Les conviene y les ha convenido usar ese bulo, esa patraña sobre las competencias en las residencias y Pablo Iglesias. No es otra cosa que mentir de manera deliberada porque las competencias claramente estaban en las Comunidades Autónomas. Lo que ocurre es que desgraciadamente ese tipo de bulos tienen éxito. Si pones un tuit sobre este tema te saltará mucha gente diciéndolo. Se dice que eran competencias de Pablo Iglesias porque esa es la esencia del bulo, lo que le da éxito. Como él era una persona especialmente odiada por determinados sectores políticos, centrarlo en su figura hace que mucha gente se crea el bulo. Al decir que eran de Pablo Iglesias se obtuvo un éxito comunicativo brutal. Los bulos muchas veces son absurdos o simples. Pero se valora su éxito en función de lo que consigue. Estos bulos y otros llegaron a confundir a personas de buena voluntad incluso. Hay gente que tiene lío en la cabeza, pero es que hay gente que dice la verdad y otros que mienten.
La responsabilidad, entonces, como ha mantenido, era de la presidenta Ayuso y del resto del Gobierno autonómico. Incluso de su Consejería.
"Tanto las Consejerías, el Gobierno en su conjunto como la presidenta Ayuso tienen que asumir las responsabilidades por las residencias"
Tienen la responsabilidad todos los órganos y personas que tienen algún tipo de competencia. Y el Ministerio también tenía alguna competencia al respecto. Yo puedo criticar, y de hecho critico, porque no hizo determinadas cosas en su momento. Pero la competencia sobre decisiones que se tomaron, como los protocolos o la no medicalización de las residencias, esas recaen en las CCAA. Ellos sacaron mucho pecho cuando montaron el Hospital en IFEMA. ¿No había un mando único para eso? ¿Era la responsabilidad de Illa montar el hospital? Le sacaron mucho rédito de marketing en Madrid. Es absurdo, las competencias de Sanidad estaban en las CCAA también. Determinadas decisiones está claro que estaban aquí y cada uno tiene que asumir su responsabilidad. Tanto las Consejerías, el Gobierno en su conjunto como la presidenta Ayuso tienen que asumir las responsabilidades. Esto no significa asumir las culpabilidades. No se trata de culpabilizar a nadie sino de establecer las responsabilidades políticas de cada uno. Nada más. Y ojalá que de ahí no salga ninguna imputación penal para nadie. No quiero eso, pero sí que se establezcan unas responsabilidades políticas que desgraciadamente no se van a esclarecer.
Le iba a preguntar esto último, si cree que esas responsabilidades se dilucidarán alguna vez. Hay que señalar que la imposibilidad de estas Comisiones de Investigación se ha repetido en otras Comunidades Autónomas de diferentes signos políticos.
Yo me centro en Madrid porque estaba en Madrid. Pero evidentemente esa cuestión de la rendición de cuentas es un mal español. En este país, desgraciadamente, no se está muy por la labor de rendir cuentas. Cuando estás en un Gobierno parece que huyes como de la peste de eso. Yo defendía la existencia de la Comisión de Investigación estando dentro del Gobierno y fuera. En otras CCAA los partidos que sustentaban al Gobierno se han negado y ha sido siempre la oposición quien lo ha pedido. En función de donde estaban han votado los partidos una cosa u otra. Es una carencia de nuestro sistema político. Deberíamos tener comisiones con más facilidad y que sirvan. Solo hace falta ver otros países, como EEUU, donde las comisiones son muy serias y tendentes a esclarecer lo que ha pasado. Aquí se toman de una manera a la ligera.
En Castila y León, que sí existe, si el PP y Vox consiguen la mayoría estoy convencido de que no va a seguir. Al final no habrá habido ninguna comisión que esclareciera lo que pasó durante ese periodo. Es que sería bueno saberlo para no volver a repetir los mismos errores que se repitieron. Si nos encontráramos en una situación igual, ¿haríamos los mismos protocolos? ¿No dejaríamos entrar a las personas que viven en las residencias en los hospitales? ¿Eso es correcto? Como nadie ha dicho nada, alguien podría volver a escribir los mismos protocolos sin problema. Tenemos que ser capaces de sacar conclusiones de la crisis para mejorar. La única manera es ser crítico y analizar lo que has hecho. Pero como eso puede tener otro tipo de consecuencias, se trata de tapar.
¿No le produce todo esto una sensación de impotencia o de dejar de creer en la política?
Siempre voy a creer en la política porque la alternativa es peligrosa. La política es muy mejorable pero nunca me voy a convertir en un antisistema. Al final, entre todos seremos capaces de mejorarla. ¿Frustración? Sí, sobre todo en el momento. En la parte que me corresponde he hecho todo lo que he podido por que las cosas fueran de otra manera. Los ciudadanos han decidido que los derroteros vayan por otro sitio. No ha pasado en más cosas, desde la Comisión de Investigación de las residencias hasta la ley de TeleMadrid. Si al final intentas que haya una ley para una televisión neutral y eso se convierte de nuevo en una televisión de partido, y eso es lo que han decidido los ciudadanos, yo tampoco voy a llorar por la leche derramada. Por la parte que me toca, puedo decir con la cabeza bien alta que he intentado que las cosas fueran de otra manera.
La figura política de Ayuso ha crecido mucho tanto a nivel electoral como mediático. Para una persona que ha compartido Gobierno con ella, ¿cómo se explica este fenómeno de atracción?
"Ayuso ha decidido ser contrapeso de Sánchez en lugar de gobernar la Comunidad de Madrid"
Isabel Díaz Ayuso ha jugado muy bien sus cartas. Ha sido capaz de percibir u rechazo a Pedro Sánchez y sus políticas y en lugar de centrarse en gobernar la Comunidad de Madrid ha decidido ser su contrapeso a nivel nacional. Sobre todo desde que decidió contar con Miguel Ángel Rodríguez que es el valedor de comunicación política que tiene a su lado. Eso lo han hecho muy bien. Y al final parece que a la gente le ha preocupado menos la gestión diaria de una Comunidad Autónoma y ha optado por una figura que lo que hace es oponerse a Sánchez. Y en el caso del PP pasando por encima de personas con una trayectoria muy dilatada, como Alberto Nuñez Feijóo. Una persona que tiene mayorías absolutas en Galicia desde hace tiempo, que ha conseguido que no entrara Vox en el parlamento. Parece que queda totalmente oscurecido al lado de Ayuso. Pero desde el punto de vista de comunicación política la jugada les ha salido perfecta y son los tiempos que vivimos. Al final eso es lo que importa, no tanto la gestión sino lo que percibe de ti. Si percibe de ti que te opones a todo lo que hace Sánchez recoge un determinado sentimiento de la sociedad madrileña.
¿Qué hizo mal Cs para no volver a entrar en la Asamblea de Madrid y ser tan castigado por los votantes?
Al final se cometieron muchos errores, ahora están en la boca de todos. El primer error fue decidir no pactar con Sánchez el Gobierno nacional. Fue algo que nos penalizó. Al final Cs debería haber jugado no tanto de muleta sino de bisagra tanto del PP como del PSOE. Se optó en un momento determinado, en lugar de estar en el centro, por uno de los dos bloques. Eso fue un error y nos penalizó en las segundas elecciones de 2019, y como consecuencia tuvo efectos posteriores en los sentimientos de la ciudadanía. Eso se hizo realidad en 2021. Luego también, como ha reconocido la propia presidenta de Cs, la negociación de las Comunidades Autónomas no fue correcta. En ese momento, en lugar de haber apostado por gobernar en el bloque de la derecha lo que había que haber hecho es apostar por la regeneración. El eje no era derecha-izquierda sino regeneración o continuidad. El haber saneado determinados Gobiernos era positivo. El saneamiento que se produjo en Andalucía ha resultado muy positivo, pero en otros lugares como Madrid, pero no solo, hubiera sido positivo para todos la renovación.
Los ciudadanos vieron que dentro de un bloque decidían votar al más grande. Si los ciudadanos perciben que un partido no es útil, se olvidan de él. Y eso es lo que ocurrió. Jugaron unas cartas que la sociedad se creyó, que se estaba preparando una moción de censura en Madrid, que es falso y que nadie ha podido probar. Sí les sirvió como excusa para convocar elecciones y salir con un mensaje en ese sentido. Es un cúmulo de situaciones que nos llevó a algo importante para mí, la desaparición del centro político en España. Nos lamentaremos de la falta de una fuerza, llámese como se llame, que ejerza de contrapeso entre los dos bloques. La existencia de un grupo limitado de personas, de centro, que intenten aplicar políticas no populistas, es positivo para gobernar un país. Lo que hay ahora son dos bloques que se tienen que apoyar en sus extremos. Para mí no es bueno.
Siempre ha sido muy crítico con Vox, en este sentido.
Es un partido populista que no me gusta y defiende posiciones que van en contra de cuestiones cardinales en una sociedad democrática como los derechos de las personas LGTBi o la negación de la violencia machista.
"Vox defiende posiciones que van en contra de cuestiones cardinales en una sociedad democrática"
Estuvo recientemente en la manifestación organizada en Sol por los derechos LGTBi ante la amenaza de derogación de Vox
Estuve, estuve. Yo tuve un papel en la gestación de estas leyes y voté a favor. Mientras fui consejero dije que no se tocaría ni una coma de estas leyes. Lo que quería era expresar que no estaba dispuesto no solo a la derogación, que parece que no están por la labor. Pero tampoco de retocar las cosas que no les gustan y que me parecería un retroceso en los derechos de las personas. No soy homosexual, pero esto es un ataque no a los derechos de las personas LGBT sino a los derechos de todos. En eso, cualquier retroceso que haya tenemos que oponernos, tengamos la ideología que tengamos. En ese sentido, Vox representa algo que no me gusta y que no es positivo para la sociedad española.
Es difícil que Vox gobierne pero sí se están comprando cada vez más sus postulados, y es para lo que nacieron. Ese es el peligro. Que se modifiquen las leyes LGBTi va más allá, sería el primer retroceso de otros muchos que vendrán sino paramos esa deriva. Por tanto, yo siempre me he opuesto a Vox, como creo que cualquier persona liberal debe hacer. Hay que poner pie en pared a determinados postulados que van en contra de las sociedades democráticas. Convertir Madrid o la sociedad española en algo parecido a Hungría o Polonia no estoy por la labor.
¿Qué futuro le espera a Cs? Tenemos elecciones en Castilla y León y seguramente en Andalucía. Las encuestas son las que son. ¿Hay esperanza de resucitar?
Lo veo difícil. Yo dejé Cs hace unos meses y hablo con otra libertad. La marca de Cs está resentida. Pasa lo mismo con la marca de Podemos. Ambos partidos representan unas determinadas posiciones políticas que están vivas. Hay espacio para unos y otros. En el caso concreto de Cs hay espacio para personas que no pertenecen a ninguno de los dos bloques, que creen en un sistema de economía de mercado, pero que tienen que existir los derechos sociales y cívicos. Ese espacio va a seguir existiendo, sigue habiendo gente que sobreviva Cs o no va a seguir pensando lo mismo. Algunos se moverán a otro partido y otros irán a la abstención. Pero lo que se refiere a Cs tiene por delante una situación muy complicada.
En Castilla y León, a lo mejor hay alguna vía. El PP ha actuado de una manera precipitada y la situación no es la misma que tenía Madrid en su momento. No ha la excusa de la moción de censura en Murcia, Mañueco no es Ayuso, la situación de la pandemia ahora mismo es terrible y tampoco es el momento indicado. A lo mejor no desaparece totalmente Cs pero no tendrá ni por asomo el resultado que tuvo. A partir de eso veremos qué ocurre en Andalucía. Les deseo lo mejor porque siguen representando las ideas políticas que defiendo. Son un partido de centro, de amplia base no dentro de un bloque. Yo siempre le decía a los partidos de izquierda que cuando me decían que era derechas no me sentía apelado. Todo ese espíritu seguirá existiendo y ojalá un partido como Cs pudiera decidir Gobiernos para que el bipartidismo no se apoyara en los extremos ni nacionalistas. Pero ahora mismo el momento es otro y durante algunos años va a ser difícil que cambie.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.