Este artículo se publicó hace 15 años.
Comienzan las negociaciones oficiales para un nuevo acuerdo de desarme nuclear
Las primeras conversaciones oficiales ruso-estadounidenses para elaborar un nuevo tratado de reducción de armas estratégicas comenzaron hoy en Moscú, informó la agencia rusa Interfax.
La delegación de expertos rusos la encabeza el director del Departamento de Seguridad y Desarme de la Cancillería, Anatoli Antónov, y la de estadounidenses, la subsecretaria de Estado Rose Gottemoeller.
Se espera que la primera ronda de las consultas, cuyo objetivo es elaborar en cinco meses un nuevo acuerdo para reemplazar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), que expira el 5 de diciembre de este año, tenga una duración de dos días.
"Estamos dispuestos a un diálogo constructivo y esperamos que el optimismo que manifiestan ambas partes se traduzca en resultados prácticos", dijo un portavoz de ministerio de Exteriores ruso, citado por Interfax.
Agregó que la ronda de Moscú "no será un simple intercambio de opiniones, sino un debate sobre el futuro tratado en el que las partes adelantarás sus propuestas concretas".
Los negociaciones se celebran a puerta cerrada y ambas partes han destacado que se trata de reuniones de trabajo, por lo que difícilmente se producirán declaraciones públicas durante su desarrollo.
La víspera, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, insistió en que el nuevo acuerdo de desarme con EEUU debe incluir el escudo antimisiles norteamericano.
"Obligatoriamente, (el acuerdo) debe tener en cuenta la seguridad global, lo que incluye la seguridad de Rusia, por lo que se presupone que debemos abordar la situación en relación al escudo antimisiles", dijo el ministro de Exteriores, citado por las agencias rusas.
Rusia sostiene que debe quedar excluida toda posibilidad de desplegar armas ofensivas estratégicas fuera de los territorios nacionales, con lo que el escudo antimisiles estadounidense no podría instalarse en Europa del Este.
Según Moscú, ambas partes están de acuerdo en que el Tratado START no puede ser prolongado y en que el nuevo documento deberá fijar una ulterior reducción de los arsenales estratégicos, que no será radical, pues ninguna de la partes está preparada para ello.
El futuro acuerdo buscará niveles de reducción de armas menores que en el actual Tratado de Moscú sobre Reducciones de Armamento Estratégico Ofensivo de 2002, que estipula que para 2012 ambas potencias tengan un máximo de entre 1.700 y 2.200 cargas nucleares.
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