Este artículo se publicó hace 13 años.
Cientos de 'indignados' trabajan en Sol tras diez días acampados
El movimiento 15-M no desiste en su actividad diaria bajo las carpas mientras la red de trabajo en barrios se fortalece
Patricia Campelo
"Sonríe, algo está cambiando", reza uno de los carteles que se divisan al alcanzar la céntrica plaza madrileña desde la calle Mayor. El mensaje describe el sentir de los cientos de personas que esta mañana trabajaban en las diferentes comisiones del movimiento de protesta15-M, en la Puerta del Sol.
La masa de gente que abarrotaba cada rincón de la plaza la semana pasada se ha convertido en varios centenares de voluntarios que se afanan organizando el trabajo de las comisiones después de que ayer, la asamblea general consensuara cuatro líneas de debate. Los puntos a tratar son la reforma electoral, la lucha contra la corrupción, la separación efectiva de los poderes públicos y la creación de mecanismos de control ciudadano para exigir responsabilidades políticas.
Ana trabaja en la construcción de un improvisado mueble de cartón para dejar los zapatos antes de entrar a la tienda de campaña. Colabora en la comisión de Amor y Espiritualidad, que prepara talleres de masajes, musicoterapia y meditación. "He estado en manifestaciones contra la guerra de Irak, del Prestige, contra la LOU y nunca había visto el carácter de unión que hay aquí", explica Ana. El amor y la solidaridad son los rasgos que esta 'indignada' de 26 años y en paro resalta de la acampada. "El otro día bajó una vecina con una cacerola con comida y la gente aplaudió". La clave según Ana es la confluencia de personas muy diferentes con un frente común: "El malestar y la infelicidad que provoca este sistema".
"El malestar y la infelicidad que provoca este sistema es el frente común de los indigandos''
Apoyos pluralesLos bomberos atraviesan cada día la Puerta del Sol por la calle Mayor haciendo sonar las bocinas de sus vehículos en un gesto que aplauden los allí presentes. "Ellos también están con nosotros", explica Sandra, que lleva cuatro días en la acampada y es una de las partidarias de continuar. "Hasta la Policía nos dice que nos portemos bien, que están de acuerdo en muchas cosas con nosotros y no quieren que les ordenen intervenir", confiesa.
Bajo las carpas el calor es extenuante. Por ello, los mensajes por megafonía insisten en "beber agua", "comer fruta" y protegerse con cremas solares. Para esto último hay una mesa con multitud de lociones con diferente grado de protección. En otro de los puestos, cercano a los sanitarios portátiles, una estantería acoge todo tipo de productos de aseo.
Memoria histórica y 'pensionazo'Por la tarde tendrá lugar una concentración contra el 'pensionazo' que compartirá espacio con la que realizan cada jueves, desde hace un año, la Plataforma contra la Impunidad del franquismo. Desde la comisión de Legal han informado a Público que no tienen previstas acciones conjuntas pero apoyan la causa de las víctimas de la dictadura. No en vano, la recuperación de la memoria histórica fue uno de los puntos a considerar en la asamblea celebrada el pasado 20 de mayo.
"Millones de desencantados están pendientes de Sol. Ellos legitiman esta concentración", sostenía otro cartel
"Ni pan ni libertad sin luchar", transmitía otro de los carteles ubicados cerca la enfermería, una idea que sostiene Marco, italiano llegado de Nápoles para buscar trabajo en Madrid. "Si no me quedo aquí, ¿dónde voy?", se lamenta ante la falta de oportunidades con la que se ha topado. "Y en mi país es aún peor", añade.
La vida en esta pequeña ciudad improvisada continuará, al menos, hasta el próximo domingo, momento en el que pondrán en común los contenidos de las asambleas de barrio celebradas el día antes en plazas de barrios y municipios madrileños.
La situación con los comerciantes de la zona se vive con calma tensa después de que ayer los empresarios mandaran una carta al ministro de Interior , Alfredo Pérez Rubalcaba, quejándose de la situación. La respuesta de los 'indignados' fue delimitar perímetros donde no se puede acampar para dejar libre el acceso a los comercios y arrancar algunas de las pancartas.
Mientras, la indignación se puede seguir leyendo en la plaza: "Millones de desencantados están pendientes de Sol. Ellos legitiman esta concentración", sostenía otro cartel.
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