Cálculos biliares son factor de riesgo de tumores en el colon

Las personas con cálculosbiliares tienen alto riesgo de desarrollar tumores en el colonllamados adenomas, que con el tiempo se transforman en cáncersi no se extraen, señaló un estudio publicado en AmericanJournal of Gastroenterology.

Muchas investigaciones "revelaron un aumento moderado delriesgo de cáncer colorrectal en pacientes" a los que se lesextirpó la vesícula, escribió el equipo de Yutaka Yamaji, de laUniversidad de Tokio, en Japón.

"En cambio, hay pocos estudios publicados sobre el adenomacolorrectal", añadió el experto.

Asimismo, "muy pocos estudios investigaron la relación(entre los cálculos biliares no extirpados) con el adenoma y eladenoma colorrectal, pero los datos indican que no estánasociados", señaló el equipo.

Por lo tanto, los autores analizaron la relación entre loscálculos biliares y los adenomas colorrectales en 4.458personas, a las que se las examinó con ultrasonido paraidentificar los cálculos y con colonoscopia para identificarlos adenomas.

Todos respondieron un cuestionario sobre el estilo devida.

En total, 4.189 pacientes tenían la vesícula biliar normal,206 tenían cálculos biliares y a 63 se le extirpó la vesícula.

La tasa de adenoma colorrectal fue del 29,6 por ciento enpacientes con cálculos, una cifra significativamente más altaque el 17,7 por ciento entre las personas con vesícula normal.

Al 15,9 por ciento que se le extirpó la vesícula desarrollóadenomas colorrectales, lo que no varió demasiado con respectode los pacientes sin cálculos.

El análisis final concluyó que los cálculos elevan un 57por ciento el riesgo de desarrollar adenomas colorrectales.

"No detectamos una relación entre (la extracción quirúrgicade la vesícula) y el adenoma colorrectal, pero sí entre (loscálculos asintomáticos) y el adenoma colorrectal", destacó elequipo.

"Aunque el mecanismo de esa asociación se desconoce, esposible" que influyan las características promotoras del cáncerde la bilis, que es de lo que están hechos los cálculos.

FUENTE: American Journal of Gastroenterology, noviembre del2008