Un grupo de sacerdotes yorubas pronosticó que en 2010 Cuba y el mundo experimentarán un elevado índice de muertes de personalidades políticas, un incremento de las luchas por el poder, además de golpes de estado, enfermedades y conflictos familiares.

Unos 1.000 babalawos, reunidos en la comisión de la "Letra del Año", divulgaron el sábado el tradicional texto con un conjunto de predicciones obtenidas mediante un sistema adivinatorio utilizado por la santería, una de las religiones más populares en la isla caribeña.

"Lo que sí es inminente es que vamos a tener este año el conocimiento de la pérdida de notables estadistas, personas de índole religiosa y personalidades públicas (...)", dijo el sacerdote Lázadro Cuesta sin mencionar el nombre de ninguna figura.

Según los babalawos cubanos, Baba Eyiobe, que representa la "doble salvación", será el signo matriz que regirá en 2010 y representa "la posibilidad de ver todo lo malo y al mismo tiempo, con perseverancia y mesura, convertir las cosas en mejores", dijo Cuesta en una conferencia de prensa.

"Nosotros consideramos que de acuerdo a la proyección política que asuman los dirigentes del mundo está la posibilidad de salvarnos porque el mundo se está rompiendo en pedazos", dijo Cuesta, uno de los organizadores de la "Letra del Año".

Sin embargo, aclaró que el principal mensaje en 2010 es tener un "buen sentido de la organización y la capacidad de ver todo lo malo y bueno que tengo a mi alrededor".

El babalawo advirtió que el mundo tendrá problemas en la agricultura debido al mal tiempo, las catástrofes marinas y los períodos de intensas sequías o de abundantes lluvias.

La "Letra del Año" 2010, que pasa de mano en mano por los cubanos en la isla, alerta sobre una "disminución de las relaciones comerciales", mientras que recomienda "ir en busca de nuevas reformas en lo económico, político y social", sin dar precisiones.

Los sacerdotes de la Regla de Ocha o Santería se reúnen cada 31 de diciembre para dar una serie de predicciones o consejos que, según ellos, deben regir durante el año en curso.

El texto fue divulgado dos semanas después de que el Gobierno cubano destacara en un discurso que la economía se enfrenta a serios problemas por los efectos de la crisis internacional, el embargo de Estados Unidos, la baja productividad y los daños ocasionados por los huracanes que azotaron la isla en 2008 y dejaron pérdidas de unos 10.000 millones de dólares.