La recién reelegida portavoz de Unión, Progreso y Democracia recibe a Público minutos después de conocer los resultados de la votación al nuevo Consejo de Dirección.

¿Está satisfecha con el resultado?

Estoy feliz, porque yo sé que hemos hecho algo bastante revolucionario que es someternos a primarias la primera vez que hacemos un congreso. Estoy satisfecha de cómo ha votado la gente. Tenían posibilidades de votar todos los afiliados y eso no ocurre en ningún partido.

¿Cambiará la gestión interna de UPyD a raíz de las críticas recibidas por falta de democracia interna?

La gestión ha sido refrendada por la inmensa mayoría de los delegados y, asimismo, la inmensa mayoría de los afiliados nos han dado su confianza para que sigamos liderando el partido. Las críticas, constructivas, siempre enseñan y yo procuro aprender cada día. De la crítica constructiva siempre se aprende. Pero también sé distinguir entre las críticas y los insultos. Regenerar la democracia, que es uno de nuestros objetivos, es hacer política de otra manera, con respeto a las personas, contradiciendo las ideas, pero siempre respetando a las personas.

¿Le fue tan mal cuando gobernó Euskadi con el PNV como para que ahora critique tanto al nacionalismo?

Yo no me dedico a criticar a los nacionalistas, me dedico a defender las cosas en las que creo. Y además la experiencia de gobierno con los nacionalistas para mí fue muy positiva no sólo porque fue un intento de constitucionalizar al nacionalismo vasco, sino porque en los dos gobiernos la experiencia para la sociedad vasca fue muy positiva.

Defiende retirar la espe-cial protección de las lenguas minoritarias de la Constitución, la unidad española y se asegura que es un partido inequívocamente nacional. ¿Es españolista UPyD?

No, somos españoles. Cuando uno no tiene complejos para saber lo que es y no para definirse, no tenemos que estar protegiéndonos de eso permanentemente. Defendemos el bilingüismo y creemos que ninguna de las dos lenguas necesita protección. Lo que hay que garantizar es el bilingüismo en la educación pública.