Las calles de Barcelona vuelven a convertirse en un polvorín en el aniversario de la sentencia del Procès

Pretendía ser una movilización pacífica, de hecho comenzaba siéndolo. Pero Los Mossos no podían perder de vista a los manifestantes. En el aniversario de la sentencia del Procés un amplísimo dispositivo policial se despliega por los puntos más delicados de Barcelona. Hasta aquí la protesta transcurre sin incidentes graves, pero poco a poco la tensión crece. Las banderas de España van desapareciendo de cada farola, las arrancan e incluso las queman. Y a partir de este punto, la noche cambia radicalmente. Carreras, contenedores que van de lado a lado. Los CDR  los cruzan en las calles, llegan incluso a prenderlos. Según el primer balance de la Guardia Urbana, 400 personas se han congregado para rendir homenaje a los detenidos en las protestas de hace justo un año.