Yenesi: "Madrid es la capital del Orgullo por la lucha del colectivo"

Yenesi (San Juan de la Arena, 2000) es la personalidad del momento. La revista Shangay definió a esta artista que debe su nombre a una marca de cosmética de bazar como un work in progress. No les faltaba razón. Esta asturiana debutó como drag hace poco más de un año y ya está en boca de todo el mundo. Su desparpajo, su autenticidad y un talento inigualable para generar virales pronostican que dará mucha guerra en la capital. Por lo pronto, Prime Video la ha encumbrado como reportera dicharachera y no para de dejarse ver por las alfombras rojas de eventos multitudinarios como los Premios Ídolo o el Alpha House de Aitana.

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En julio estrenó un nuevo proyecto con Esty Quesada, conocida en redes como Soy una pringada. Ambas conducen el podcast Las Moderadoras en el canal de YouTube de esta plataforma de streaming y adoptan el ingrato papel de gestoras de comentarios en redes sociales. Ese rol les lleva a protagonizar momentos hilarantes en los que reaccionan a las ocurrencias de los usuarios. En esa oficina no hay un solo momento aburrido, ¡ni en la pausa del café!.

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Pero aquí no acaba la lista de compromisos profesionales de esta centennial a la que Alexinos ha calificado como una de las personas con más talento de toda España. Ahí es nada. Para poner esta definición a prueba, Yenesi se desplazó al casting de Operación Triunfo en Barcelona para presentarse al proceso de selección para la próxima edición del programa. Al menos, eso era lo que parecía. Todo fue una performance para destapar que, aunque no haya logrado la codiciada pegatina, formará parte del programa de otra manera. La influencer contará todos los detalles del talent show a través de redes sociales. Entre tanto, hemos charlado con ella para conocer mejor su multifacética trayectoria.

Uma Fuman dijo en una ocasión que hay que respetar y disfrutar el drag porque hace feliz tanto al que lo ve como al que lo hace. ¿Recuerdas cuándo fue la primera vez que tú viste a una drag en acción?

¡Muy pequeña! Mis padres trabajaban en Ibiza durante la temporada alta y recuerdo ir al puerto a ver La Troya Asesina. Al principio, el desfile de drags me daba un poco de miedo, pero si lo hubiera visto con la edad a la que ya vi RuPaul en Internet, no me hubiera impresionado más que la Cabalgata de los Reyes Magos. A aquella edad también me asustaban las figuras de las iglesias, con esas caras de pena.

En el podcast Reyes del Palique contabas que en cuarto de la ESO ya te imaginabas que ser drag podría ser el trabajo de tu vida, pero no lo verbalizabas. ¿Cuándo viste que ese podía ser tu camino?

Sobre los catorce años o así, ya veía videoclips de algunas de aquí. Descubrí a La Prohibida y de Supremme de Luxe. Recuerdo que me encantaba ¡Que trabaje Rita! porque salen muchas artistas de la escena de Madrid e incluso ahora muchas de ellas son amigas. Entonces tampoco entendía que era drags, solo sabía que me encantaba su estética y lo que hacían. Empecé a investigar e incluso llegué a presentarme en 2021 a un bolo que organizaba Atresmedia, Drag Race España y Locamente. Era la Shantay Party y me coincidía con los exámenes finales, pero la que ganaba iba una final en La Riviera y lo conseguí. También intenté participar en la tercera edición de Drag Race España, pero eso no salió.

Todavía tengo dudas, porque es una cosa que yo no sé si algún día se va a acabar o si la gente se va a cansar de mí. A veces pienso que se van a molestar por algo que a lo mejor he dicho y cae mal, no sé. Creo que nada es para siempre, pero a día de hoy me parece que puedo vivir de esto. Ahora es cuando veo que puedo llegar a más sitios, hay más opciones.

Pero, ¿tanto importa que la gente pueda malinterpretar un chiste?

Yo soy muy espontánea y, en un momento de risas, a lo mejor puedo decir algo con lo que ni estoy de acuerdo o me expreso mal. En esos casos, me preocupa mucho hacer daño a alguien, sobre todo porque no es mi intención. Por ejemplo, yo tenía una broma con mis amigas sobre Rozalén. Siempre les decía que había muerto, era una especie de fake news. Imagínate que ella se entera y le sienta mal, pero he coincidido en algún lado con ella y no se enfadó, menos mal.

Muchos de tus seguidores te han bautizado como la ahijada de Samantha Hudson, ¿qué vinculo os une?

Ella es muy importante para mí. Somos súper amigas y de hecho, nos vemos como casi todos los días. Yo la seguía desde hace un montón, pero las circunstancias van cambiando y ahora no solo me inspira, sino que comparte conmigo una visión de vida muy parecida.

RuPaul dice siempre que para ser una superestrella hace falta carisma, autenticidad, valentía y talento. ¿Dirías que tú lo tienes?

Todo el mundo tiene que ser valiente en algún momento y, de las cuatro cosas, yo creo que lo que me faltaba para dar el gran salto era ese punto de valor. Ya hace un año que se hizo viral mi "listening" y nunca me hubiera imaginado que yo iba a ser capaz de dejarlo todo para venirme a Madrid a apostar por esto. Ahora, auténtica creo que lo soy bastante y si la gente dice que tengo talento, algo habrá. Lo que pasa es que no puedo evitar tener síndrome del impostor. A veces me contratan por ir a algún lado y ser graciosa, pero no me sale. Estoy intentando gestionar eso. Yo procuro ir con ganas y eso ya hace mucho.

Drag Race ha marcado un antes y un después en la apertura del mundo drag al gran público, pero hay otros programas como La más draga o Ha nacido una reina que están amplificando esta cultura. ¿Crees que se está convirtiendo en un fenómeno mainstream?

Es verdad que aquí en España suena mucho RuPaul, pero poco más. Yo no sé si ahora entraría en un formato así. Por una parte, me encantaría, porque yo estoy aquí a raíz de ver esos programas. Lo que pasa es que lo mismo estoy en un punto ahora mismo que aceptarlo me supondría alterar mi ritmo de trabajo o incluso podría tener consecuencia hacerlo mal de repente. No sé, son formatos que con llevan mucha presión, pero en el fondo me encantaría entrar en un concurso así.

Isabel Ayuso, la presidenta de la comunidad, ha reivindicado que Madrid es "la capital de La Veneno y del Orgullo". Tú que has hecho hasta speakings en inglés de la historia de Cristina Ortiz, ¿qué te parece que los políticos conservadores se apoderen de ese discurso?

Lo dicen un poco por quedar bien, porque ellos fueron los que votaron en contra del matrimonio igualitario. Ella sabe que la gente no es tonta y, por mucho que se quiera apuntar el tanto sobre esos logros, todos tenemos claro que lo que están diciendo no es verdad. Es verdad que Madrid es la capital del Orgullo y de La Veneno, pero los políticos no son para nada figuras ni referentes para nadie. Han sido logros del colectivo y su lucha.

Hablando de deformar las cosas, hace unos meses saliste en un canal eclesiástico contando que estás confirmada. Cuéntanos qué pasó ahí y qué te parece que hayan utilizado tu discurso para hacer propaganda católica.

Mira, eso fue un cuadro. Yo estaba por Callao y llevaba un look muy divertido, con una gorra que tenía unos cuernos de diablo. La reportera estaba allí aburrida, porque nadie se paraba a escucharla ni quería hablar con ella y se le se le abrió el cielo, por así decirlo. Empezó a meter el tema poco a poco y luego lo editó como le dio la gana. Eso sirvió para que mucha gente dijera que les daba pena porque no conozco a Dios y opinasen sobre lo perdida que esto. Pues, hija, probablemente esté muchísimo mejor que tú. Tampoco quiero meterme con la gente que cree en la religión, pero andar rogando al aire e ir hablando de otros planteamientos de vida como si fuera una tristeza, a lo mejor ha quedado un poco feo, ¿no?

Fuera de estos intentos intencionados de descontextualizar, ¿representan los medios correctamente la cultura drag o se está sobreexplotando?

Lo que no me gusta es que solo me llamen para preguntarme solo de cosas sobre sí me han pegado en el instituto o temas por el estilo. Amor, es que lo mismo tenemos mucho más discurso y podemos hablar de muchas más cosas que no consistan en recuperar el drama. Está bien visibilizarlo, no digo que no. Puede que haya alguien a quien le esté pasando eso, de repente te ve y se da cuenta de que no es el único, que se puede salir. Yo, desde luego, siempre me he llevado bien con la gente.

¿Qué podemos aprender del drag sobre las expresiones de género?

A mí me molesta mucho que se diga que el drag caricaturiza a las mujeres porque, para empezar, la ropa no tiene género. La mayoría de las veces voy vestida con ropa que llevo en mi día a día. ¿Qué cambia? Puede ser que me haga un eyeliner o una ceja más fina, a lo mejor llevo una peluca, pero si voy a un sitio donde me apetece presentarme más producida, lo mismo me lo pongo igual. No sé dónde está el punto de acabar y empezar. Por lo menos en mi caso, ¿sabes? Creo que todo es poco drag y que cada uno va como le da la gana. A mí me ha ayudado a conocerme como persona no binaria y a otra mucha gente le sirve de empujón para acabar transicionando. El drag está lleno de cosas positivas.

Este año has tenido la ocasión de hacerte tu "may the best woman win!" sobre la pasarela. ¿Qué sueños te faltan por cumplir?

Me faltan un montón, porque además yo soy una de esas personas a las que cada día se le antoja una cosa nueva. No me da tiempo de procesar una, cuando ya tengo en mente otra que me han propuesto o que estoy pensando. En realidad, no hace tanto desde la primera vez que me subí al escenario y de cuando me salieron podcasts, muchísimo menos. Estoy dando pasos de gigante y casi no me da tiempo a digerirlo.

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Fuera de las pasarelas "ir montada" sale caro. ¿Hay una brecha económica también en el drag?

No sé de dónde saco el dinero, la verdad. Otra cosa de la que hay que hablar es que los plazos de pago en este mundo suelen ser muy largos y nunca he tenido tan poco dinero en la cuenta del banco, pero yo procuro ir sacando un trapito de aquí y otro de allá. No llevo unos looks muy extravagantes, no me hacen falta tampoco y me gusta ir con un rollo más casual. A lo mejor eso es lo que hace que la gente conecte más conmigo, porque me ven como una chica normal. Eso no quita que algún día me quiera hacer un vestido súper drag, pero no es lo habitual.

Una de las frases más sabias de MamaRu es: "If you can't love yourself, how in the hell you gonna love somebody else?" (Si no te quieres a ti misma, ¿cómo coño vas a querer a alguien?), aunque no siempre nos la aplicamos. ¿Qué le dirías a esos adolescentes que te leen ahora mismo y que no se identifican con la persona que ven en el espejo?

Les diría que busquen dentro de ellos e intenten conocerse mejor. Nadie debería tener miedo a interrogarse a sí mismo, todos los días nos podemos sorprender con quienes somos.