‘The 8 Show’, una crítica al sistema capitalista al estilo de ‘El juego del calamar’
La serie, que reflexiona sobre temas como la clase social en Corea del Sur, lleva tres semanas consecutivas en el top de producciones más vistas de Netflix.
Entre el 27 de mayo y el 2 de junio, la serie más vista de Netflix de habla no inglesa fue Ni una más, la nueva producción juvenil y feminista que alza la voz contra las violencias machistas y en la que participan Nicole Wallace y Clara Galle. Solo un escalón por debajo, en segundo puesto y con 19 millones de horas vistas acumuladas, está The 8 Show. La nueva serie surcoreana está arrasando en la plataforma de entretenimiento, donde lleva tres semanas consecutivas en el podio de contenidos más vistos.
No sorprende su éxito, si tenemos en cuenta que la mayoría de críticos y personas que han visto la serie la relacionan rápidamente con El juego del calamar. La serie que llegó a Netflix en 2021 se convirtió en el mejor estreno de la historia de la plataforma al sumar 142 millones de espectadores en sus primeras cuatro semanas de emisión. Fue la serie más vista en un total de 94 países, incluido Estados Unidos.
La premisa de ambas producciones es parecida. Un juego, con varios concursantes, en el que los participantes luchan por ganar y llevarse la mayor cantidad de dinero posible. Todo rodeado de mucha violencia al más puro estilo de ficción surcoreana. El mensaje, una crítica amplia al sistema capitalista y sus dinámicas, también se repite en ambas producciones.
Sin embargo, The 8 Show tiene poco de copia. La serie está basada en unos webtoons (especie de tira de viñetas de entrega semanal pensadas para ver en el móvil, un formato popular en Corea del Sur) que se publicaron antes que la ficción del calamar. Pero ¿de qué trata exactamente The 8 Show y por qué está triunfando de esta manera?
La trama
The 8 Show empieza con un chico que no puede hacer frente a una deuda millonaria por la que lo está persiguiendo la mafia. Está a punto de suicidarse cuando recibe un misterioso mensaje en su móvil, con una transferencia de millones de wones y proponiéndole que se suba a un coche. Nuestro protagonista acaba aceptando participar en un misterioso juego donde podrá ganar dinero fácil. O, al menos, eso es lo que él piensa en un primer momento.
Una vez dentro, se encuentra con varias tarjetas numeradas del 1 al 8 y deberá elegir una al azar. El chico no sabe que su decisión será determinante para su desarrollo en el programa, pues cada número corresponde al número de planta donde estará cada habitación. Pronto descubrirá que compartirá experiencia con otras siete personas que tienen el mismo objetivo que él: conseguir el máximo dinero posible.
Lo que parece un juego cooperativo, pronto se revelará como injusto. Cada planta tiene una habitación con características diferentes. Mientras que los pisos inferiores tienen habitaciones más pequeñas y ganan menos dinero por minuto, aquellos que viven en los pisos superiores, tienen habitaciones enormes y ganan muchos más wones por el tiempo que pasan dentro del juego. La diferencia de privilegios establece un sistema jerárquico y desigual en el que los concursantes tendrán que aprender a vivir. Y sobrevivir, pues el juego termina inmediatamente si uno de los participantes muere.
Personajes y referencias
The 8 Show está creada y dirigida por Han Jae-rim (Emergencia en el aire) y el reparto lo componen solo ocho protagonistas y cada uno de ellos sigue un estereotipo o cliché: la pija egocéntrica, la mujer bondadosa, el matón, el inteligente, el tonto… Por tener, no tienen ni nombre, pues les acabamos conociendo por el número de piso en el que viven.
Más allá de El juego del calamar, la nueva serie que está arrasando en Netflix tiene reminiscencias de otras producciones como El hoyo (2019), del director español Galder Gaztelu-Urrutia; Alice in Borderland (2020), serie japonesa basada en un manga con el mismo nombre; e incluso obras maestras de la literatura como El señor de las moscas, escrita por William Golding y publicada en 1954.
La violencia y la crítica
La cultura coreana nos ha dejado algunas de las claves audiovisuales de los últimos años, como la ya nombrada El juego del calamar. En 2021, esta nos invitaba a reflexionar sobre cómo la desesperación por una vida mejor y con más dinero podía llevar a los humanos a someterse a situaciones casi inverosímiles, llegando incluso a arriesgar sus propias vidas y su supervivencia. El trasfondo, como en la también premiada Parásitos, va mucho más allá de la violencia y el gore más evidente que llena estas producciones.
Temas como la ambición, la diferencia de clases, el abuso de poder o las desigualdades estaban presentes. Estos productos audiovisuales ponen ante nuestros ojos, con dinámicas sencillas como puede ser un simple juego de canicas, los fallos más esenciales del sistema capitalista en el que vivimos.
Es el caso de The 8 Show, donde sus creadores lanzan un mensaje claro al espectador. Todo el sistema que vertebra la historia está diseñado para ser un instrumento de tortura, tanto física como psicológica, para sus protagonistas. Una tortura que también puede llegar a ejercer sobre nosotros el sistema que impera en nuestra sociedad moderna.