Las Stella Maris se despiden de 'La Mesías' con un concierto de Año Nuevo

Todo el mundo sabe que no hay nadie mejor que Los Javis para organizar una fiesta, pero es que lo que Javier Ambrossi y Javier Calvo han montado este 15 de enero en el madrileño Teatro Calderón ha sido más grande que lo de Fátima, mayor que lo de Lourdes, como diría la hermana Milagros (Belén Cuesta) en La Llamada. El número 18 de la calle Atocha ha sido testigo del concierto de Año Nuevo las Stella Maris, el primero que concede el grupo musical de la serie La Mesías, que ya tiene confirmada su participación en el Primavera Sound de Barcelona.

Sobre las butacas de color carmesí reposaba un programa ilustrado con el dibujo de un dragón rojo devorando a unas niñas, que tiene como autoras a las actrices que interpretan a las integrantes de este conjunto cuando aún son menores de edad. "No se trata de si la ficción supera la realidad. Se trata de la ficción para superar la realidad", rezaba la presentación del libreto, que recogía canciones como La Alcantarilla, Jesucristo dónde estás o La Casa Huele a Gloria que se han viralizado como hits que se repiten coreografiados hasta entre los muros de la academia de Operación Triunfo. Este es solo un ejemplo de cómo las ocho hermanas del clan Puig Baró se han convertido en un icono pop desde que el pasado 11 de octubre se estrenase la creación más oscura de Los Javis en Movistar Plus+.

La Mesías ha sido considerada por la prensa especializada como uno de los grandes proyectos de ficción de 2023. No sólo puede presumir de ser el más galardonado de la temporada, con tres Premios Forqué, once nominaciones a los Feroz, los Fotogramas de Plata o los de la Unión de Actores; sino que también hará historia al convertirse en la primera serie española que se podrá ver en una de las citas más prestigiosas del cine independiente, el Festival de Sundance, que tendrá lugar entre el 18 y 28 de enero.

Estos logros ameritan una legión de seguidores entre la que se encuentran muchas caras conocidas y, por eso, en la platea del Calderón se dieron cita anoche personalidades del cine como Marisa Paredes, Pedro y Agustín Almodóvar, Clara Lago, Pepón Nieto, Goya Toledo, Nacho Vigalondo, Brays Efe, Manuela Velasco, Hiba Abouk, Julián Villagrán o Teresa Riott; así como influencers de la talla de Dulceida, Alba Paul, la Pija y la Quinqui o Susana Molina; otros rostros de la música como James Rhodes, Massiel, Aitana, Samantha Hudson y Sen Senra; diseñadores como María Escoté e incluso representantes políticos como Isa Serra e Irene Montero. La Lista era interminable. Todo el mundo que forma parte del universo de Suma Content, la productora de Los Javis, estaba anoche ocupando una localidad en este teatro, que se llenó hasta la bandera, con unos 800 invitados.

"Esto es una fiesta y lo hacemos por vosotros, porque habéis querido mucho la serie y habéis entendido lo que hemos hecho", introducía Javier Calvo justo antes de que subiera el telón y Amaia Romero, Cristina Rueda, Mabel Olea, Valeria Collado, Ania Guijarro y Sara Roch acaparasen todo el protagonismo. "Todo esto empieza con Javi en casa, escribiendo un papel en blanco a boli con todas las ideas que teníamos y que llegaron a convertirse en esto, en momentos icónicos que luego os puedan acompañar. Nosotros siempre intentamos que lo que hacemos sea un poco más que una serie, un poco más que un musical, y eso sólo se puede hacer si tienes gente que te ayuda. Me encantaría que esta serie formara parte de vuestra vida", añadió Javier Ambrossi. El discurso ya pronosticaba una inevitable despedida. "Este concierto es el cierre una época y con él nos despedimos de La Mesías", advirtió Calvo que, a cambio, prometió a los presentes que lo que iban a ver esa noche sobre el escenario no volvería a suceder.

Una vez más, Los Javis no defraudaron. Cada detalle se había cuidado con mimo. La escenografía recogía un cuadro del rey Felipe VI, imaginería religiosa y cuadros con sentencias biblicas. La serie cuenta cómo el vídeo viral de un grupo de música pop cristiana impacta en la vida de Enric (Roger Casamajor), un hombre atormentado por una infancia marcada por el fanatismo religioso y el yugo de una madre con delirios divinos. Por eso, este concierto solo podía comenzar con su protagonista caminando entre el público con un cigarrillo en la mano y la mirada perdida.

Los fanáticos de la serie pudieron disfrutar por última vez de los momentos más icónicos de la serie con el elenco principal sobre las tablas. Irene (Macarena García) se enfrentó de nuevo a la pintada que le recordaba su pasado como Resurrección, la versión más joven de Montserrat Baró (Ana Rujas) subió a bailar junto a sus dos hijos mientras llenaban las maletas al ritmo de Bette Davis Eyes, interpretado por Amaral; Lola Dueñas abofeteó por última vez a Biel Rossell Pelfort, Carmen Machi volvía a recitar la parábola del Hijo Pródigo, pero si hubo un instante que despertó los aplausos de todo el público fue cuando la hermana de Ambrossi recuperó para la posteridad la mítica frase: "Felipe ya está casado, está con Letizia Ortiz”.

El Calderón tuvo su propio festival JC Rock con Ramas de Olivo y su Dos Pasos Adelante; El Buen Hijo [artífices de 'El Hombre del tiempo', uno de los temas más recordados de Paquita Salas] cantando Niños del Edén, Papá Topo entonó Estigmas En Las Manos y hasta Albert Pla se atrevió con una cover se Experiencia Religiosa, aquella canción incluida en su álbum debut de Enrique Iglesias. Casi al cierre, llegaba la interpretación al piano de El Árbol. "Ese árbol me hace pensar / En el tiempo que ha pasado y pasará / y acabará, acabará con nosotros / y con la humanidad", sentencias sus últimos versos. Aquella fue la primera canción que la extriunfita compuso al salir de OT y quizás la primera que se dió a conocer de la banda sonora de la serie.

Parecía el final perfecto para esta era mesiánica, pero Los Javis siempre tienen un as bajo la manga y fue precisamente un tema extraído de un cancionero cristiano el que puso el broche de oro. Asier Etxeandia fue el encargado de entonar Preparad el camino al Señor, un himno religioso que el padre de Amaia cantaba en su juventud durante los domingos de misa en la parroquia y al que siguió un número final de las Stella Maris infantes que abría Las puertas del Cielo. Era el mensaje idóneo para unos creadores que, a lo largo de toda su filmografía, han defendido que el respeto a las distintas creencias y la necesidad de tener fé en algo para sobrevivir. Ellos son palabra de Dios.