¿Quiénes son Marina Rivers e Inés Hernand? Las ídolas de la Generación Z que conquistan paladares en la final de MasterChef Celebrity 9
Las influencers buscarán hacerse con el título, intentando superar las pruebas de seguir al chef y la de exteriores para estar en el duelo final. Así, buscarán superar a Francis Lorenzo y a Pitingo.
La novena edición de MasterChef Celebrity llegará a su fin este lunes 2 de diciembre y solo uno de los cuatro celebrities que han superado todos los retos del talent culinario podrán alzarse como ganadores. Se trata de Marina Rivers, creadora de contenido que ha demostrado una notable progresión culinaria; Inés Hernand, humorista y comunicadora que ha conquistado con su ingenio, humor y capacidad para liderar con honestidad; Pitingo, cantante que ha conquistado con su creatividad y pasión en cada plato; y Francis Lorenzo, actor que ha destacado por su técnica y constancia. Y solo uno de ellos conseguirá el título y un premio de 75.000 euros, que debe ser donado a una organización no gubernamental (ONG) de su elección.
Se trata de un grupo de finalistas muy marcado, y lo que ha definido esta edición desde hace semanas es la brecha generacional. Y es que Marina Rivers e Inés Hernand son las ídolas de la Generación Z que han enseñado a Cristina Cifuentes, Pocholo, Pitingo y Francis Lorenzo, entre otros compañeros, y al mismo jurado el lenguaje de la nueva generación. ¿Qué es cringe? ¿Qué significa devorar? ¿Cómo se aplaude o se hace el símbolo del corazón con las manos? Estas son solo algunas de las cuestiones que las influencers respondieron ante sus compañeros. Pero, ¿cuál es el secreto de su éxito? ¿Por qué son un referente?
De las redes sociales a los fogones: Marina Rivers, la revelación de MasterChef Celebrity 9
Marina Rivers, conocida por su éxito en las redes sociales, ha demostrado ser mucho más que una influencer. Con 22 años, esta estudiante de derecho ha combinado sus estudios con los exigentes retos de MasterChef Celebrity, demostrando que la dedicación y el esfuerzo pueden convivir con el éxito digital. Desde el principio, Rivers dejó claro que las redes sociales son su plan B y que su verdadero sueño es ejercer como abogada.
En el programa, Marina ha defendido que su generación es “de currantes”, un mensaje que ha respaldado con su constancia y superación. Semana tras semana, no solo mostró una evolución notable en sus habilidades culinarias, sino que también se destacó por su capacidad de mantener una actitud positiva incluso en situaciones difíciles. Este espíritu de lucha y su autenticidad han conquistado al público, consolidándola como un referente para los jóvenes.
La creadora que rompe moldes
Por su parte, Inés Hernand ha aportado al programa una perspectiva única. Comunicadora, humorista y abogada, Hernand llegó a MasterChef Celebrity con la intención de aprender algo nuevo mientras mantenía su sello personal de crítica social y creatividad. Desde el inicio, su espontaneidad y honestidad conquistaron tanto a sus compañeros como al jurado, posicionándola como una de las favoritas.
Además, su vínculo con Cristina Cifuentes, ex presidenta de la Comunidad de Madrid, sorprendió tanto al público como a sus compañeros. Ambas, con ideologías políticas aparentemente opuestas, forjaron una relación cercana, apodándose madre e hija adoptivas. Este vínculo demostró la capacidad de Inés para romper prejuicios y conectar con las personas más allá de las etiquetas, un mensaje poderoso en un programa que busca destacar la humanidad de los participantes.
Referentes de la Generación Z: Valores que inspiran
Marina Rivers e Inés Hernand se han consolidado como referentes de la Generación Z gracias a su capacidad para conectar profundamente con las inquietudes, valores y formas de comunicación de esta generación. Desde sus respectivos enfoques, ambas han utilizado las redes sociales como una plataforma para amplificar su voz y crear comunidades digitales que se sienten identificadas con sus mensajes auténticos y cercanos.
Marina Rivers, o simplemente Marina, tiene el don de convertir lo cotidiano en arte digital. ¿Cómo lo hace? Pues mostrando su vida tal y como es, desde sus aciertos hasta sus momentos más desastrosos. Su contenido en TikTok e Instagram es un cóctel explosivo de humor, confesiones reales y mensajes empoderadores que llegan directos al corazón de la Gen Z. Marina no tiene miedo de enseñar sus inseguridades, hablar de amor, de salud mental o de las veces que simplemente todo le sale mal. Y es ahí donde brilla: siendo genuina, sin pretensiones ni manuales de “cómo vivir en redes”.
Por otro lado, Inés Hernand ha demostrado que el humor y la cabeza bien amueblada no solo pueden coexistir, sino que juntas son dinamita. Lo suyo no es solo hacer reír, sino que mientras te ríes te deja reflexionando sobre política, feminismo, sostenibilidad y cómo sobrevivir al apocalipsis (porque vamos, las cosas no pintan fáciles). En Gen Playz la vimos traducir temas complejos al idioma de los jóvenes: memes, sarcasmo y explicaciones claras que ni el profe más enrollado podría igualar. Y en redes, su rollo es tan fresco que puedes pasar de un chiste absurdo a un análisis afilado sobre la última polémica del día sin despeinarte.
Pero lo que realmente une a estas dos reinas de la Gen Z es que han decidido plantarle cara a los estereotipos. Que si los jóvenes no se esfuerzan, que si solo quieren likes, que si “no saben nada de la vida real”. Marina e Inés han desmontado todo eso, demostrando que se puede ser divertida, auténtica, trabajadora y comprometida con el mundo sin morir en el intento. Sus seguidores no solo las ven como entretenidas, sino como amigas cercanas, cómplices que dicen lo que tú piensas pero a las que sí les hacen caso porque tienen ese no-sé-qué que lo cambia todo.
Polémicas con compañeros: una relación complicada con Pelayo Díaz
Si algo no ha faltado en esta edición de MasterChef Celebrity son los dramas que nos han tenido en vilo, más allá de los cuchillos afilados y los hornos a toda potencia. Entre comentarios, tensiones y abandonos, esta temporada se ha convertido en una verdadera olla a presión, y no solo por los soufflés.
Uno de los platos fuertes del salseo ha sido el conflicto entre Marina Rivers y Pelayo Díaz, que no dejó de cocerse desde el primer programa. Pelayo, al parecer, no pudo resistir la tentación de lanzar comentarios irónicos sobre la juventud de Marina y su carrera como influencer, como cuando le soltó que “se comiera una pizza en su nueva casa” tras un error culinario o que se dedicara a “hacer TikToks”. Este tipo de actitudes generó un ambiente hostil que Marina describió como “bullying” en entrevistas posteriores.
Además, Hiba Abouk también estuvo en el centro de las polémicas, al realizar comentarios que insinuaban tensiones con sus compañeros. Su actitud durante ciertas pruebas fue señalada como altiva, generando roces especialmente con Marina Rivers.
Los abandonos: otra polémica clásica del programa
Otro momento de tensión lo protagonizó Rubén Ochandiano, quien abandonó voluntariamente el programa al sentirse incómodo con la dinámica del concurso. En sus declaraciones posteriores, criticó el montaje del programa, al eliminar del montaje sus declaraciones: "Me voy porque ha llegado un punto en que me resulta imposible respetarme a mí mismo y respetar la dinámica del programa". No es la primera vez que un celebrity carga contra el talent culinario.
Patricia Conde, finalista, tampoco tuvo un final dulce con Masterchef y, a pesar de que publicó unos mensajes conflictivos sobre la dinámica del programa, los terminó borrando. Jesús Castro, por su parte, comentó que pensaba que era un concurso de cocina, pero lo comparó con "un Gran Hermano con cacerolas". Xuso Jones también es otro ejemplo. En una entrevista reveló qué ocurre detrás de las cámaras, dando una visión muy distinta de lo que se ve en la pantalla.
Pero el caso más destacado fue el de María del Monte. La cantante abandonó su edición en el segundo programa espetándole al jurado: "No es necesario tener todo el día la cara del fiscal de 'Morena Clara' para hablarle a la gente". Alegó que no disfrutaba del programa y que se sentía excesivamente presionada. Además a raíz de su abandono se aplicó la llamada “cláusula de María del Monte”, la cual indica que los concursantes que revelen detalles internos del programa o que lo abandonen sin una justificación serán sancionados con una multa de 100.000 euros.
Un cierre prometedor
La novena edición de MasterChef Celebrity ha sido una temporada marcada por la diversidad, las sorpresas y las emociones. Este lunes, los espectadores podrán presenciar la culminación de semanas de esfuerzo, tensiones y momentos inolvidables, en una final que promete estar a la altura de las expectativas. ¿Será Marina Rivers, Inés Hernand, Pitingo o Francis Lorenzo quien se lleve el trofeo?