“Las Pelotaris 1926”: homenaje a las pioneras femeninas de la pelota vasca
SkyShowtime estrenó este viernes una serie de ocho capítulos protagonizada por Claudia Salas, María de Nati y Zuria Vega, que encarnan a tres pelotaris de los años 20.
Helena Celma
“Mujeres” y “deporte” nunca fueron dos elementos que casaran habitualmente en una sola frase hasta estas últimas décadas. Desafortunadamente, durante gran parte de la historia de la humanidad, el hombre ha sido el centro de la sociedad, y las mujeres quedaban relegadas a un papel secundario y pasivo, cuya máxima aspiración residía en cuidar la casa y traer hijos al mundo. Ante este contexto, el hecho de pasar a ser un sujeto activo y comenzar a reclamar más protagonismo en la sociedad se convirtió en una verdadera revolución.
“Las Pelotaris 1926”, la nueva serie de SkyShowtime estrenada este pasado viernes, refleja este panorama. Ambientada en los años 20, habla de los prejuicios y las limitaciones a las que se vieron abocadas tres pelotaris (la RAE las define como “persona que tiene por oficio jugar a la pelota en un frontón"). Durante ocho capítulos, Idoia (Claudia Salas), Itzi (María de Nati) y Chelo (Zuria Vega) protagonizan una historia de amor, ambición y poder en un mundo donde el éxito profesional, sobre todo en el deporte, y la libertad sexual está destinado hacia la figura masculina.
La serie está producida por The Mediapro Studio, en colaboración con TelevisaUnivision, y está creada por Marc Cistaré, que ha participado en otras obras tan exitosas como Vis a Vis o El Barco. Además, el elenco lo completan actores de diferentes partes del mundo, entre los que se incluyen los españoles Alex Onieva, Krista Aroca, Eva Rubio, Jesús Castejón y Peter Vives; el argentino David Chocarro; los mexicanos Marco de la O, Vicente Tamayo, Héctor Kotsifakis, Antonio Gaona y Eligio Menéndez; y la actriz colombiana Viviana Serna.
Los escenarios del rodaje han sido del todo variopintos, pero se han centrado sobre todo en España y México, que fueron los dos países en los que la pelota vasca tuvo mayor trascendencia durante el siglo XX.
Personajes ficticios
“Las Pelotaris 1926” habla de un contexto, pero no de unas personas. Idoia, Itzi y Chelo son los vehículos para transportarse a una época en la que ser mujer y tener ambición no estaba del todo bien visto.
Las raquetistas vascas fueron las primeras mujeres deportistas profesionales en España, y gozaron de una gran popularidad desde los años 20 hasta los 50 del siglo pasado. De hecho, llegaron a hacerse apuestas en torno a los partidos que ofrecían después de que en 1917, el empresario donostiarra Ildefonso Anabitarte llevara a varias pelotaris a Madrid para jugar.
Su fama se fue extendiendo por todo el mundo, llegando a Filipinas y Estados Unidos, aunque México fue uno de los lugares en los que tuvo más trascendencia, y de ahí que parte de la serie se haya rodado en localizaciones destacadas como el icónico Zócalo, el modernista Gran Hotel Ciudad de México, pueblos como Tepoztlán o el paradisíaco enclave de Las Estacas.
A pesar de su éxito en el extranjero, la realidad es que en España no estaban bien vistas por la sociedad patriarcal y machista que imperaba. Lo más curioso de todo, que mientras se las criticaba por ser deportistas profesionales, a la vez eran las que traían el dinero a sus casas. Si había algo que dejaba herido el orgullo a un hombre era que su mujer ganara más dinero que él.
La trascendencia de este grupo de mujeres terminó cuando el franquismo dejó de conceder licencias para practicar la pelota vasca en 1946, acabando así con una tradición que había impulsado a las mujeres hacia lugares más importantes dentro de la sociedad.
En su momento de mayor esplendor, hubo varias estrellas que tuvieron una gran visibilidad, como fue el caso de Bene II, Chiquita de Ledesma y Chiquita de Anoeta. Sin embargo, la situación actual es muy diferente, ya que las raquetistas están lejos de tener la misma visibilidad que hace un siglo.
Uno de los ejemplos más significativos es el de Maite Ruiz de Larramendi, una pelotari navarra que cuenta con siete medallas en siete mundiales, además de un extenso palmarés que le ha servido para ser escogida como mejor pelotari del mundo dos veces.
El fascismo cerró la puerta hace cien años al progreso femenino en el ámbito del deporte -además de en otros muchos otros campos-. Nadie sabe lo que hubiera pasado si, en vez de cortar su éxito, se les hubiera impulsado. Quizá Maite Ruiz de Larramendi sería una figura equiparable a un futbolista famoso, o quizá ocuparía más portadas de medios deportivos.
Lo que está claro es que proyectos como “Las Pelotaris 1926” homenajean los orígenes de un deporte en el que las mujeres fueron las que golpeaban más fuerte... al menos durante un corto espacio de tiempo.