La organización de los Premios Feroz cierra filas contra el acoso sexual y reclama al Gobierno que se involucre
El cine español ha mostrado en la alfombra roja su apoyo unánime a las víctimas de violencia sexual. La presidenta de la AICE, María Guerra, ha recordado que la valentía de las actrices que denunciaron y la acción de los puntos violetas fueron claves para que una agresión producida en la fiesta posterior a la edición anterior de estos galardones acabase por inspirar un protocolo antiabuso.
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"Se acabó". La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha llegado con un mensaje contundente a la alfombra roja de los Premios Feroz, los galardones que entrega anualmente la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE) desde 2014 para destacar lo mejor de la producción audiovisual española del año, tanto en cine como en televisión. "Toda la sororidad con las mujeres del cine, con todas las mujeres del mundo. Lo que hemos conocido esta mañana es muy triste. Se acabaron las violencias sexuales y la discriminación", dijo ante los micrófonos de los periodistas. Se refería a una exclusiva de El País con la que desayunábamos esta mañana en la que tres mujeres acusan al director de cine Carlos Vermut de violencia sexual.
El acoso y la precariedad laboral que había debajo de la alfombra roja
La información llega justo un año después de que la actriz y cantante Jedet denunciase que había sufrido tocamientos no deseados por parte de Javier Pérez Santana, productor de uno de los documentales nominados en la ceremonia de los Premios Feroz. Los hechos sucedieron en la fiesta posterior a la gala de cine y televisión. No fue la única que aseguró haber sido acosada aquella noche y, aunque en un primer momento la intérprete se sintió abrumada cuando se dió a conocer su identidad, lo sucedido abrió una brecha para que el clamor popular tomara fuerza. Aún no podemos decir que nuestro cine haya vivido su propio Me Too, pero la industria tampoco está cruzada de brazos. "Nos parece muy oportuno", ha declarado la presidenta de la AICE, María Guerra, momentos antes de que comenzara la gala, cuando la nada casual coincidencia ha sido comentada por la prensa. "Es una información que nos sirve para reflexionar que el acoso sexual y el acoso en general no es una cuestión de gremios, sino que es una cuestión de precariedad laboral, de debilidad y de humillación, estructural", ha defendido. "La noticia nos tiene que servir para elevarnos a la tesis y pedirle a la vicepresidenta y ministra de Trabajo [Yolanda Díaz] que empecemos a vincular estas agresiones sexuales con la precariedady no con el Cine y el Deporte, que son esos focos salvajes en los que se centra todo", ha reclamado.
El protocolo antiabuso que nació de los anteriores 'Feroz'
La periodista Pepa Blanes se le ha unido en esta reivindicación y ha recordado que fueron los puntos violetas y la valentía de las víctimas la que destaparon el caso que protagonizó la fiesta de estos galardones. "Esta noticia no habla solo de cine, sino de la sociedad. El cine es un ámbito en el que se convive en estrecha proximidad, como sucede en otros ámbitos como el periodismo o la universidad y este caso, que es desagarrador, también nos demuestra que se apoya a las mujeres. Nosotros estamos ahí y estaremos siempre para eso", ha recalcado.
La condena pública que tuvo como escenario la edición del año pasado de estos mismos galardones inspiró un protocolo antiabuso en los posteriores Premios Goya. Apenas cuatro días antes de que este documento se hiciese público, Gregorio Belinchón y Ana Marcos publicaban un reportaje en el que advertían de lo inusual que es que las actrices españolas tomen la palabra y hablen abiertamente de experiencias como la que vivió la ganadora del Premio Ondas Nacional de Televisión al Mejor Intérprete Femenino en Ficción por su trabajo en Veneno. Maribel Verdú lo hizo cuando era menor y tuvo que ir a comisaría acompañada de sus padres. Desde entonces, la conciencia en torno al abuso ha cambiado, pero sigue siendo complicado encontrar testimonios en primera persona que contribuyan a acabar con la espiral de silencio.
El cine español reivindica las historias de mujer
Sin embargo, ese imparable movimiento global ha llegado al cine. Hay un fortísimo grupo de mujeres que han tomado las riendas y quieren contar sus propios relatos, priorizar papeles que cuenten esas historias con una perspectiva de género que hasta ahora se había obviado. La directora Isabel Coixet llega a esta gala nominada a Mejor dirección por Un amor, una película que nos habla del machismo en la sociedad, el deseo femenino y la culpa. La cineasta ha dedicado gran parte de su filmografía a destapar historias de mujeres olvidadas y ha ofrecer el punto de vista que se les había hurtado. Ella se muestra optimista y considera que la industria audiovisual vive un buen momento porque "mira de frente a las cosas", pero no duda en dejar claro que el peso del cambio no puede recaer en las agredidas. "Nadie quiere tener el estatuto de víctima porque es una mierda. En el momento en el que una persona abre la boca para decir que eres una victima te conviertes en ella y eres doblemente vulnerable. Tienes que dar muchas explicaciones y nadie quiere eso", ha manifestado.
El equipo de Creatura, que llega a los Feroz con nominaciones a mejor dirección, actor de reparto (Pla) y guion. Elena Martín y Clara Roquet son las responsables del libreto que sostiene una película que narra una historia sobre cómo su protagonista se encuentra así misma tras enfrentarse a la pérdida del apetito sexual. "No hay nada sobre lo que no se pueda hablar si se hace con consciencia", afirmaban en la alfombra roja al ser preguntadas sobre ese viaje que revisita los traumas de la adolescencia y la necesidad de reconciarnos con nuestro propio cuerpo. Ellas han apostado por poner el foco en una de esas confesiones que antes quedaban sepultadas. "El cine tiene que poner la cámara en el lugar que resulte incómodo y mantener la mirada", ha añadido Roquet en una alusión indirecta a la importancia de que cada vez más mujeres den el paso de contar las agresiones que han vivido.
La actriz Maria Botto ha sido, quizás, la que ha lanzado un mensaje más esperanzador. La intérprete de El otro lado ha recibido la noticia como la inminente llegada del Me too a España. "Estamos en un momento que no solo es violencia sexual sino que estamos hablando de una persona que ejerce un abuso de poder. Las cosas están cambiando desde hace mucho tiempo", ha aclarado. No es la primera vez que eleva la voz sobre esta situación. El pasado mes de noviembre, Botto se abría en canal con la directora de Público, Virginia Pérez Alonso, en su programa de entrevistas Una habitación propia y explicaba como la interpretación se ceba con las mujeres maduras en un contexto de precariedad. Eso no ha evitado que le haya dedicado su vida entera a esta profesión. "Yo tenía claro, por cómo me han educado, que no quería quedarme encerrada. Quería disfrutar de la vida, salir y siempre consideré a los hombres iguales. En la adolescencia (...) me día cuenta de que esa igualdad de la que nos habían hablado era mentira. (...)He sufrido violencia por querer disfrutar igual que los hombres", dijo entonces.
Por su parte, la actriz Luisa Gavasa, nominada a mejor actriz por El maestro que prometió el mar, ha deseado que la investigación salga adelante y ha reconocido la "valentía" de las víctimas. En este sentido, la productora María Zamora ha agradecido a las víctimas que "hayan alzado la voz" y confía en que este paso ayude a que "otras se sientan animadas a darlo". "Se tiene que tomar conciencia de la gravedad de este caso y de otros que, no por menos graves, no deben dejar de señalarse. Hay que tomar conciencia de pequeños patrones que hay en nuestra sociedad y también en nuestra industria que son muy evidentes", ha concluido.