María Peláe: “No soy cantaora, soy flamenca en los andares y haciendo un potaje”

El flamenco vuelve al Benidorm Fest. Después de que Blanca Paloma conquistara al jurado y al público con su EaEa, el género vuelve a la preselección española. Lo hace de la mano de María Peláe, que presenta Remitente como canción candidata a representar a España en Eurovisión. La malagueña, galardonada con el Premio Arcoiris del Ministerio de Igualdad por su lucha y defensa por los derechos del colectivo LGTBIQ+, estaba en todas las quinielas de posibles artistas este año. Los eurofans llevan mucho tiempo pidiendo su participación, y es que la intérprete de La Putukita lleva varios años relacionada al Festival de la Canción.

En 2017, cuando el candidato español salía de Operación Triunfo, compuso junto a Alba Reig Arde, canción que acabó cantando Aitana. Un año más tarde, junto a Nil Moliner y Javi Garabatto, escribió Nadie Se Salva, interpretada por Miki Núñez y Natalia Lacunza. Las conexiones no se quedan ahí. Durante su participación en Tu cara me suena tuvo la posibilidad de cantar Voilá, tema con el que Bárbara Pravi representó a Francia en Eurovisión 2021. ¿Y si 2024 es su año?

La cantautora peleará por el micrófono de bronce con una canción flamenca llena de referencias. Es una especie de carta de despedida, donde hace un repaso a la historia de España para no volver a repetir algunos de sus episodios más oscuros. En Remitente habla de las Trece Rosas ―las jóvenes fusiladas en 1939 durante la dictadura franquista en Madrid― y ‘La Desbandá’ ―la masacre de miles de malagueños a manos de las fuerzas de Franco que tuvo lugar en la carretera entre Málaga y Almería en 1937―. Peláe lo tiene claro: su canción tenía que tener mensaje.

La primera pregunta es obligada. ¿Cuál es el primer recuerdo que tienes ligado a Eurovisión?

Tengo muchos con mi familia. Viéndolo en el televisor del salón todos juntos, como el gran evento del año. Recuerdo a Rosa, en la época de Operación Triunfo, que me pilló con 12 años cuando estaba en mi época de subidón de mortadela con Chenoa. Imagínate cómo lo viví [risas].

Antes de que estuviera confirmada tu candidatura, los eurofans te pedían. Estabas en una encuesta de la web de ‘Eurovisión Spain’ que recopilaba los candidatos ideales para representarnos en Eurovisión 2024. ¿Cómo te lo tomaste?

Es una alegría. Creo que con Benidorm Fest de por medio o no, para cualquier artista que lleva años dedicándose a esto, que tú o tu propuesta se reciban con cariño es la mayor recompensa. Que el público te pida es todo un lujo. Lo que espero ahora es estar a la altura de ese cariño.

‘Remitente’, tu apuesta para el Benidorm Fest, es un tema que ya conocían tus seguidores porque está incluido en tu tercer álbum. ‘Al Baño María’. ¿Por qué escogiste una canción que no fuera inédita?

Era inédita entre comillas. La que sale en el disco es la versión extendida, mientras que la que llevamos a Benidorm se ajusta a los tiempos que exigen en el festival. Además tiene pequeñitas cositas que hemos cambiado. Cuando la hicimos supimos que esta era la canción que había que presentar. Justo coincidió que iba a sacar el disco y, como ambas cosas cuadraban en fecha, lo hicimos. Solo llevaba un mes publicada.

Durante mucho tiempo se ha especulado si me iba a presentar o no, con qué canción lo haría y de qué forma. Siempre dije que para dar el paso tenía que sentir que era el momento y la canción, y así ha sido. El tema lo compuse con Alba Reig [exintegrante del grupo Sweet California], que también es la productora. Ya entonces decíamos “¿te imaginas que llevamos esto?” Es una canción que tiene mucha verdad y donde me siento identificada al 100% a la hora de cantarla. Siempre me repito la misma frase: “Ya que te van a escuchar, di algo”. En Benidorm Fest me va a escuchar mucha gente, así que tenía ganas de contar.

Las normas del Benidorm Fest establecen que la canción debe durar entre dos minutos y medio y tres minutos. ¿Cómo conseguiste ajustar la canción a esos tiempos?

Echándole muchas horas [risas]. La versión extendida dura cuatro minutos y medio, pero hay unos coros que se repiten, tanto en el centro como al final de la canción. Mi intención era que ellos te llevaran por la historia como si fuera una película, pero para el festival vamos a jierro. Solo tenemos tres minutos y vamos a piñón, aunque creo que hemos conseguido que la esencia del tema se mantenga. Debatimos mucho con Alba qué frase tenía que ir fuera y cuál tenía que quedarse.

Una de las partes más destacables de la canción es su letra. ¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir?

Toda la canción es una carta a la libertad, por eso lo de remitente. Es una advertencia sobre las partes de la historia que tenemos que recordar para que no se vuelvan a repetir.

No es la primera vez que estás vinculada a Eurovisión. Compusiste junto a Alba Reig la canción de ‘Arde’ en OT 2017. Un año más tarde, junto a Nil Moliner y Javi Garabatto, mandaste ‘Nadie se salva’. ¿Cómo estás viviendo esa diferencia entre ser letrista y ponerle la cara?

El nervio es otro. Cuando hicimos esas canciones me compraría un botecito de tila, ahora llevo cuatro de valerianas [risas]. El hecho de que sea tu propia cara cambia mucho las cosas. Que haya una canción escrita por ti, que se tenga en cuenta siempre, es una alegría como compositor, pero poder echarla por tu boca es todo un honor.

A principios de diciembre se filtró la lista de canciones que participarían en el festival cuando RTVE todavía no las había hecho públicas. En algunos casos hasta se podía escuchar el tema. ¿Cómo viviste aquello?

La verdad es que de puertas para dentro no se vivió de forma tan dramática. Había pasado mucho tiempo desde que las canciones habían sido seleccionadas. Ya tendría ganas la gente de escuchar las canciones para que pasara aquello.

El año pasado fue Blanca Paloma quien, con otra canción flamenca, acabó ganando en Benidorm y representando a España en Eurovisión. ¿Cuánto de cierto hay en que fueron las críticas que recibió la valenciana lo que te animó a presentarte este año?

Esto viene porque varias personas me han preguntado mi opinión sobre lo que pasó, diciendo que el año pasado el flamenco no se entendió en Europa. Es la primera vez que, al no quedar como pretendíamos, se le echa la culpa al género. Nunca ha sido culpa del pop, ni del folk, o de las baladas cuando no nos ha ido tan bien como pretendíamos. ¿Por qué le echamos la culpa al flamenco? ¿Qué cosas tenemos en nuestra cabeza para decir que la posición de España fue culpa de un género entero?

Siempre que se me da la situación, intento sacar pecho. Aunque me gusta dejar claro que yo no soy cantaora, soy flamenca en los andares y haciendo un potaje.