‘Un mal día lo tiene cualquiera’, una comedia como la vida misma
Este fin de semana se estrena en cines el debut de Eva Hache como directora. Una película llena de oscuridad que cuenta la historia de una mujer responsable y controladora (Ana Polvorosa) que ve cómo su sistema de creencias vitales se desmorona en una sola noche.
Aurora Muñoz / Laura Cuesta
Una intenta tenerlo todo bajo control. Sigue un plan meticuloso, en búsqueda constante de la estabilidad, pero a veces el universo te sorprende. Toda tu forma de entender la vida puede dar un vuelco, literalmente de un día para otro. Esto, que podría ser una vida cualquiera, es la vida de Sonia, la protagonista de Un mal día lo tiene cualquiera. La nueva película de Eva Hache, en la que debuta como directora de cine, se centra en la historia de esta mujer responsable y ordenada que tiene el sentido de la norma muy integrado pero que, en una sola noche, ve cómo todo su sistema de creencias se tambalea.
El largometraje, en cines desde el 26 de enero, cuenta con Ana Polvorosa como actriz protagonista. Hache se pone por primera vez en su carrera detrás de las cámaras después de haber sido actriz, monologuista, presentadora de televisión y colaboradora de radio. “Dar el salto a la dirección estaba en mi cabeza, pero en un lugar muy oculto, creo que no lo había hablado nunca, ni siquiera con mi familia. Era algo que me planteaba como una posibilidad en el futuro, pero tampoco de una forma demasiado realista”, confiesa la humorista en una entrevista telefónica a UwU.
Todo cambió cuando Álex de la Iglesia y Carolina Bang, productores de la película, pensaron que el guion de Jelen Morales podría dirigirlo ella. “Dije que sí, luego Ana también se sumó. Todo ha sido un conjunto de síes que nos han llevado hasta aquí. He terminado el proyecto con la sensación de haber aprendido un oficio nuevo, lo que a estas alturas de la vida es un auténtico regalo”.
El resultado es una comedia bizarra, cargada de oscuridad y eventos trágicos, que demuestra que hay otra manera de abordar el género. “Que la comedia no se toma en serio es algo que hablamos todo el rato, sobre todo los que nos dedicamos a ella. Parece que es el género más sencillo, cuando resulta ser todo lo contrario”, explica Hache. “No caer en el payasismo malentendido o en la parodia cuando estamos hablando de temas importantes, como los que se tratan en la película, es una tarea muy complicada”.
La tragicomedia en una noche
Un mal día lo tiene cualquiera se desarrolla en una sola noche. Lo que resulta ser tiempo suficiente para abordar una amplitud de cuestiones fue una de las mayores dificultades en términos de producción. “Mantener y guardar el raccord emocional e interpretativo en todo el arco que tiene el personaje ha sido una de las grandes complejidades”, recuerda Polvorosa.
La película no se grabó de un tirón, ni siquiera en orden cronológico, lo que hizo todavía más difícil ese trabajo. “Tuvimos que ser muy cuidadosas a la hora de controlar cómo iba creciendo el momento de asfixia y de ahogo del personaje a medida que le van sucediendo toda esa serie de acontecimientos. Al final, es uno de los grandes méritos de la película”, añade la actriz protagonista.
Fluir y la meritocracia
La historia de Sonia durante una noche descontrolada es, precisamente, un canto a favor de la necesidad de “saber soltar”. En pos de la estabilidad, la seguridad y el control, son muchos los que, como Sonia, se pierden cientos de cosas por el camino. “La película está diciendo también ‘espabila, ten capacidad de cambio y vive aventuras, no te cierres a pensar que a lo mejor te has equivocado’. No pasa nada por cambiar”, explicaba la directora hace unos días a EFE.
Un mal día lo tiene cualquiera aborda la lucha de Sonia por evitar la precariedad. Antes de que comience la tragicomedia nocturna, la protagonista preparaba la exposición de su tesis doctoral después de cinco años de esfuerzo y mucho trabajo. La falsa ilusión de la meritocracia, criticada recientemente por personalidades como Samantha Hudson, también está en el largometraje de Hache. “El personaje vive en una vivienda precaria, con un sueldo pequeño y su objetivo es mejorar esa situación. Pero el hecho de ser muy inteligente, muy laboriosa y muy trabajadora no significa que las cosas te vayan a ir bien”, defiende.
Antes de concluir la entrevista, la actriz y la directora también reflexionan sobre la falta de mujeres al mando de producciones cinematográficas. Su proyecto también quiere poner el foco en que las cosas pueden (y deben) seguir evolucionando en este ámbito. “La película está dirigida por una mujer, escrita por una mujer y protagonizada por una mujer. Cuenta la historia de una chica sin ningún tipo de artificio ni de rollos, así que te puedes sentir identificada con ella en muchísimos aspectos”, concluye Polvorosa.