El desamparo de OT 2023 dura poco: se confirma nueva edición
La última edición de OT dice adiós después de más de 90 días. Deja una lista extensa de éxitos que pasan por el impacto en redes sociales y la audiencia digital, una presentadora que ha pasado por el sofá de concursantes como Chenoa, una protectora directora de la Academia como Noemí Galera y un casting de concursantes libres y artísticamente brillantes.
Aurora Muñoz / Laura Cuesta
Operación Triunfo ha cerrado sus puertas. Los fans del formato se quedan desamparados después de tres meses de contenido diario a través del canal 24 horas de Youtube y las galas semanales en Prime Video. Muchos “no sé qué hacer con mi vida después de OT” pueden leerse en Twitter desde la noche del lunes, cuando Naiara se proclamó ganadora. Las buenas noticias no han tardado en llegar. Primero supimos que habría gira, que de momento pasará por diez ciudades españolas. Ahora ya sabemos que habrá segunda temporada del programa en la plataforma de Amazon.
Así lo ha confirmado María José Rodríguez, responsable de contenidos originales de Prime Video España, durante la rueda de prensa celebrada en el plató del programa la mañana siguiente a la final. Aunque no tienen claro cuándo será el regreso, la plataforma de pago volverá a acoger al concurso producido por Gestmusic. “El formato vive bien dejándolo descansar y los artistas que han salido de esta edición se merecen tener tiempo para crecer”, ha explicado Rodríguez.
No es extraño que la compañía quiera renovar. “El programa no solo ha cumplido las expectativas sino que las ha superado”, ha señalado la responsable de contenidos. Tinet Rubira, director de Gestmusic, ha sido el portavoz de los grandes datos de éxito que ha dejado esta entrega. “El récord más importante es que hemos hecho algo inédito. Hemos abierto la emisión en directo de entretenimiento a una plataforma de pago, con la complejidad técnica que eso supone”, ha explicado.
A este se suman otros datos, como las cinco mil millones de visualizaciones en el hashtag #OT2023 en TikTok, el millón de clientes que ha entrado en la tienda de Amazon para comprar productos de la Academia, los tres millones y medio de espectadores únicos o la venta de mil discos en apenas ocho minutos. “No hace falta que demos datos de audiencia porque OT está en la calle. Oyes el pikipiki por todos lados, lo que demuestra que el programa ha traspasado la plataforma”, ha sentenciado Rodríguez, quien también ha asegurado que las galas de los lunes se han convertido en un evento que ha superado a las lineales. Rubira ha recordado que han hecho 80 emisiones en directo entre galas y entregas de OT al día sin "ir a negro" en ninguna de ellas.
Llegar a tanta gente solo ha sido posible gracias a la mezcla perfecta de ingredientes. Una presentadora que salió de la misma casa, una directora con instinto protector y unos concursantes que han sabido mostrarse con libertad son solo algunos de ellos.
Chenoa y su verdad
Tras la marcha de Roberto Leal, que comenzó como presentador en la edición de 2017 y se convirtió rápidamente en uno de los favoritos para los seguidores del formato, todos nos preguntamos lo mismo. ¿Quién podría estar a la altura de Leal y su desparpajo? La respuesta ahora es evidente: solo alguien como Chenoa puede conquistar a la audiencia de la manera en que ella lo ha hecho.
Hay miles de motivos para explicar por qué ella es la perfecta anfitriona que necesitaba OT. Quizá uno de los más evidentes es que, más allá de su carrera profesional en televisión, cuenta con la más valiosa de las experiencias: la Academia de OT también fue su casa durante tres meses.
“Uno de los grandes aciertos de esta edición ha sido tener a una presentadora como Chenoa”, ha expresado Rubira en rueda de prensa. Dirigiéndose directamente a ella, el director de Gestmusic ha valorado su autenticidad: “Lo más difícil de encontrar en televisión es verdad. Tú aportas esa verdad, porque has pasado por aquí y sabes lo que viven los concursantes”.
María Laura Corradini ha vuelto a casa y lo ha hecho por todo la puerta grande. Durante las galas no ha tenido reparos en mostrarse humana, admitir sus nervios y hasta bromear sobre su mítico momento chándal tras la ruptura con David Bisbal. “Cuando uno quiere un chándal... Dímelo a mí. No sabéis valorarlos”, le espetó a Paul Thin en la primera gala. En la final, admitió volver a confiar en el amor después de ver cómo Martin declaraba su amor a Juanjo en pleno prime time. “Al final la concursante con más evolución ha sido Chenoa, porque empezó la gala 0 recién divorciada y en la gala final ha dicho que vuelve a creer en el amor”, bromeaba un usuario en redes sociales.
Si algo le ha criticado el público es su lectura de tarjetas durante los directos. En una entrevista a los medios tras la rueda de prensa, Chenoa ha explicado que, debido a la distribución del plató y el tipo de show, no podían usar telepronter. “El escenario es 360 y las cámaras utilizan todo el plató. Que se colara de repente un cue quedaría raro y por eso lo decidimos así. Esto te da naturalidad, porque no tienes que estar aferrado al guion. Pero es cierto que en ocasiones no me acordaba del nombre de quién iba a cantar porque me estaban hablando al mismo tiempo por pinganillo. En esos casos, el tarjetón me daba seguridad y no me ha dado ninguna vergüenza mirarlo en ningún momento”.
Noemí, madre de dragones
El otro gran ingrediente del éxito ha sido, un año más, Noemí Galera. Durante los tres meses que dura el programa, la directora de casting de Gestmusic se desdobla: se convierte en directora de la Academia y en una especie de madre para los concursantes. Es el contacto más estrecho y maternal que tienen allí dentro. Galera se encarga de establecer sus horarios, de darles las medicinas que necesitan, de echarles la bronca cuando tienen que recoger y de abrazarlos y animarlos cuando más lo necesitan.
Por eso no ha dudado en remangarse y lanzarse al barro para proteger a los triunfitos que seguían dentro de la Academia, ajenos a los miles de insultos y desprecios que han circulado por redes sociales desde el comienzo de la edición. “Bloqueando y denunciando a todo aquel que insulte, humille, acose o promueva odio hacia los finalistas”, compartió en su perfil de Twitter la última semana del concurso.
A una pregunta de Público al respecto de este tema, la directora ha sido tajante: “El odio lo he llevado mal. He tenido que leer barbaridades y me da mucha pena. No quiero creer que nuestra juventud es así. Para mí ha sido lo peor con lo que hemos tenido que lidiar esta edición. Entrar a la Academia sabiendo lo que se estaba diciendo fuera y hacer como si nada ha sido complicado”. Rubira tampoco ha querido desaprovechar la oportunidad para decir que los haters, pese al ruido, son una minoría. “Noemí lo sufre por ellos [los concursantes], porque ella los cuida y los quiere. Es muy duro, pero no les demos el privilegio de que sean el titular. Lo mejor es bloquear y denunciar”.
En este sentido, una de las concursantes más perjudicadas por el hate ha sido Ruslana, quien en las últimas semanas ha recibido multitud de críticas en redes sociales por sus comportamientos ante las cámaras. “Me impactó mucho cuando el jurado nos dio las valoraciones y reaccioné. A veces no sabemos lidiar con nuestras emociones y también es normal. Al final estar encerrada viniendo de mi casa con solo 18 años ha sido complicado. Ha habido momentos donde me he sentido más presionada, pero ha sido una cosa mía, que no venía ni de la opinión del jurado ni de la de los profesores”, ha desarrollado a la prensa.
Son meses de mucho trabajo y presión para los concursantes, pero también para Galera, que ha confesado que tras apagar las luces volverá a casa a estar con su familia y sus hijos. Su imagen es la esencia del concurso, pero es consciente que en algún momento ella también tendrá que decir adiós. “Este programa algún día seguirá sin mí, porque nadie es imprescindible, pero si el cuerpo me aguanta, me gustaría jubilarme siendo directora de la Academia”.
Concursantes libres y cargaditos de amor
Si hay una palabra que se ha repetido para valorar a los concursantes de esta edición esa es “libertad”. Los triunfitos no han tenido problema en hablar libremente de sus sentimientos frente a las cámaras y mostrar cariño hacia sus compañeros. En programas como este, los shippeos son clave no solo por el salseo, sino también por el impacto que genera en la audiencia ver a dos personas en directo queriéndose de forma sana. Más si estas pertenecen al colectivo LGTBIQ+.
“La relación de Juanjo y Martin ha servido para visibilizar, porque la gente joven ha podido ver a dos chicos enamorarse. El amor siempre triunfa y tiene que triunfar de manera libre”, ha explicado Xuso Jones a los medios acreditados. En la gala final, el de Getxo reconoció estar enamorado de su compañero, lo que provocó que a Chenoa se le saltaran las lágrimas en directo. “Una relación sentimental influye muchísimo en la Academia. Es un soporte fundamental, porque emocionalmente te da seguridad”, ha recordado la presentadora posteriormente.
En esta edición, la pareja #Juantin [como se los conoce en redes] ha tenido que refugiarse en las duchas para poder estar tranquilos, pues la habitación (el otro único espacio sin cámaras) permanecía cerrada hasta por la noche. “Era nuestra oportunidad de hablar de nuestras cosas y tener un momento de intimidad”, ha explicado Juanjo.
Más allá del amor, esta ha sido probablemente la edición artísticamente más preparada y probablemente con mejor calidad vocal. Juanjo y Naiara han sido los dos únicos concursantes que no han sido nominados por el jurado (en OT 2020 solo lo consiguió Nia; en 2018, Natalia; y en 2017, Amaia). Sin embargo, la edición de 2023 también ha demostrado que quizás la perfección vocal no es el único camino para triunfar. Como ejemplo, las actuaciones de la gala final de Ana Mena y Lola Índigo. “Que las dos personas que han cantado peor de la #OTGalaFinal hayan sido las dos artistas invitadas nos recuerda que la calidad vocal es esencial para ser un buen triunfito, pero que solo es un ingrediente más (a menudo, secundario) en la construcción de un proyecto artístico”, reflexionaba un usuario en Twitter.
¿Y ahora qué?
Los últimos seis concursantes que seguían viviendo en la Academia empiezan a volar esta semana y los miedos vienen pegados a ese comienzo. “Me da un poco de vértigo salir siendo un poco conocidos. No sabemos qué nos viene, porque llevamos tres meses sin saber nada”, ha revelado Juanjo a la prensa. “Sobre todo porque no tenemos mucha idea de cómo funciona la industria musical”, ha añadido Lucas. Martin, quien fue último clasficado, ha expresado su sorpresa tras conocer que habrá nueva edición: “Dicen que ahora empieza todo, pero para nosotros también termina. Habrá cosas nuevas, pero ya no será para nosotros. Es todo muy raro”.
Ahora tendrán que enfocarse en terminar los singles que empezaron en la Academia, como ya han hecho el resto de sus compañeros. De los que no llegaron a la final, solo quedan Chiara y Bea por lanzar su primer sencillo. Luego vendrá la gira de conciertos, que hará su primera parada el 27 de abril en Bilbao y se extenderá hasta el 13 de julio en Valencia. Aunque antes de todo eso, los seis finalistas harán su primera parada en Madrid, donde comenzarán la promoción que se alargará durante los próximos 20 días.
Los concursantes tendrán tiempo de crecer y aprovechar el boom del programa. No quedarán pisados por la nueva edición que se ha confirmado, pues según ha explicado Rubira, la idea es dejar que la gira se desarrolle con tranquilidad. “No tendría sentido empezar a hacer un casting mientros ellos están haciendo conciertos por España”. A Galera no le hace mucha gracia que el formato coincida con la celebración de la Navidad, como ha ocurrido este año, por lo que probablemente habrá que esperar a 2025 para tener nueva edición.
Definir a OT2023 en una sola palabra es complicado, aunque Rodríguez no tiene dudas. “Como se dice ahora, ha sido PEC”. Otra cosa no, pero este programa sigue siendo reflejo de la juventud de este país.