‘Barbie’ evidencia el divorcio entre el público y la crítica en los Oscar
La Academia de Cine dejó fuera de la lista de candidatos a Greta Gerwig, directora y productora de la película, y Margot Robbie, actriz protagonista, demostrando una vez más que la preferencia de la audiencia en las salas de cine no siempre coincide con la valoración de los académicos.
Junto a Oppenheimer, Barbie ha sido la película del año. Los largometrajes sobre la bomba atómica y la muñeca de Mattel centralizaron el discurso cinéfilo durante todo el año pasado. Una, por el tratamiento dado a uno de los eventos históricos más recordados y la espectacularidad técnica. Otra, porque nadie esperaba que una película centrada en la mítica muñeca de juguete acabara convirtiéndose en un alegato feminista global. Era algo que solo podían conseguir Greta Gerwig, directora del filme, y Margot Robbie, actriz protagonista.
Las dos, que han colaborado en la producción del largometraje, son verdaderamente el alma de Barbie. Sin embargo, se han quedado fuera de las nominaciones de los Oscar en sus respectivas categorías. No optan a Mejor dirección ni Mejor Actriz en la 96.ª edición de estos premios, que podrá seguirse a través de Movistar+ a partir de las 00:00 horas del domingo al lunes. A principios de 2024, las redes sociales se hicieron eco de las candidaturas propuestas por la Academia de Cine. ¿Cómo era posible que Gerwig y Robbie se hubieran quedado fuera?
Las nominaciones
Esta noche, Barbie opta a ocho candidaturas. No está nada mal, aunque sorprende si la comparamos con otras películas competidoras como Oppenheimer, que tiene trece nominaciones, Pobres criaturas, que tiene once, y Los asesinos de la luna, que opta a diez premios.
Las nominaciones que recibió la película sobre la muñeca Mattel a principios de año fueron por Mejor guion adaptado, Mejor actor de reparto –para Ryan Gosling–, Mejor diseño de vestuario, Mejor actriz de reparto –para America Ferrera–, Mejor canción original –por I’m Just Ken, interpretada por Gosling, y What was I made for, de Billie Eilish–, Mejor diseño de producción y Mejor película.
Las categorías de actuación femenina y dirección quedaron fuera de la lista. Ni Greta Gerwig ni Margot Robbie han recibido una nominación directa por su trabajo. Podría ser una especie de déjà vu para Gerwig, que ya se quedó fuera de la candidatura a Mejor dirección por su adaptación de Mujercitas en 2020, pese conseguir seis nominaciones en otras categorías. Desde Lady Bird, sus películas han sido un revulsivo en el cine estadounidense. Pocas directoras podrían haberle dado una mirada feminista a la muñeca de Mattel como lo ha hecho ella.
Robbie, por su parte, lleva años redirigiendo su carrera. Tras el éxito de papeles como el que interpreta en Yo, Tonya (2017), la australiana lleva varios años dedicándose también a la producción de largometrajes. Ha dejado ser solo la cara visible. La actriz ha formado parte del equipo de producción de Barbie, como también lo hizo de la comedia negra Una joven prometedora en 2020.
Es paradójico que para valorar una película como Barbie, que precisamente promueve la representación femenina y la dificultad que tienen las mujeres para ser tomadas en serio, no hayan sido reconocidas sus creadoras.
La queja de Ken
A las quejas de los fans del universo Barbie se sumó Ryan Gosling, quien interpreta a Ken. “No hay Ken sin Barbie, y no hay película de Barbie sin Greta Gerwig y Margot Robbie, las dos personas más responsables de esta película que ha hecho historia y que ha sido celebrada en todo el mundo. Ningún reconocimiento sería posible para nadie en la película sin su talento, garra y genialidad. Decir que me decepciona que no estén nominadas en sus respectivas categorías sería quedarse corto. Su trabajo debe ser reconocido junto con el de otros nominados que lo merecen”, compartió el actor en sus redes sociales.
El tema que interpreta el novio de Barbie en la película también ha disfrutado de un reconocimiento arrollador y hasta desconcertante para Gosling. I’m just Ken se hizo con el premio a Mejor canción en los Critics Choice Awards, lo que dejó al actor con cara de poker frente a todas las cámaras que lo apuntaron. El momento ya es un meme.
En los Oscar, I’m just Ken volverá a ser protagonista. Gosling interpretará la canción en directo durante la gala de esta noche y no sería de extrañar que hiciera algún guiño a sus dos compañeras. Es cuanto menos llamativo que el número musical masculino de una película feminista sea justo el que brilla en la gala, aunque sea una parodia de las masculinidades frágiles.
El poder de la competencia
Está claro que el hecho de que estés nominado o no a los Oscar no depende solo del trabajo realizado por el reparto y la dirección. El resto de películas que se han estrenado y son valoradas también es clave, pues la competencia puede romper las expectativas en un momento.
Este año, Gerwig hubiera peleado contra Justine Triet (por Anatomía de una caída), Martin Scorsese (Los asesinos de la luna), Yorgos Lanthimos (Pobres criaturas), Christopher Nolan (Oppenheimer) y Jonathan Glazer (La zona de interés), que son los cinco nominados a Mejor dirección. Robbie, por su parte, compartiría candidatura con Emma Stone (por Pobres criaturas), Lily Gladstone (Los asesinos de la luna), Carey Mulligan (Maestro), Sandra Hüller (Anatomía de una caída), Annette Bening (Nyad), nominadas a Actriz Protagonista.
Hay muchos ejemplos en la historia de los premios Oscar en los que las, a priori favoritas del público, no ganaron y hoy son incluso más recordadas que las galardonadas. El caso de Moonlight y Lalaland quizás es el más sonado de los últimos años.
Esto de la competencia no es único del mercado de Hollywood. Lo conoce bien Estibaliz Urresola, directora de 20.000 especies de abejas. Su ópera prima, que aspiraba a quince premios Goya, se fue a casa con tres galardones (dirección novel, guion y actriz de reparto) tras el aplastante triunfo de La sociedad de la nieve. La película de Juan Antonio Bayona arrasó con doce premios. ¿Quién sabe si Urresola hubiera arrasado en otra circunstancia?
El calor del público
En una entrevista a EFE, el director español, cuya película también opta al Oscar a Mejor película internacional y Mejor maquillaje y peluquería, reflexionó sobre la importancia de que los miembros de la Academia de Cine vean las películas que están valorando de cara a los premios. “Siempre hay un componente misterioso y no sabemos realmente lo que están pensando los académicos. Todos tienen su reflexión más profunda en casa en el momento de votar, y ahí hay una parte de misterio que se nos escapa. La mejor herramienta es la propia película. Las opciones en los Oscar van en función de si conseguimos que los académicos la vean”.
Es poco probable que haya algún miembro de la Academia de Cine que no haya visto Barbie. El año pasado, el público arropó a la película en las salas de cine de una manera extraordinaria. Se alzó como la más taquillera de 2023, con una recaudación de más 1.400 millones de dólares. Super Mario Bros. La película quedó en segundo puesto y Oppenheimer completó el podio en tercer lugar. Sin embargo, el calor de la audiencia no fue suficiente para que los académicos nominaran al largometraje de Gerwig en más de ocho candidaturas.
¿Quién ganará?
Habrá que esperar a la madrugada para conocer qué película se convierte en la favorita de los Oscar 2024. Todo parece apuntar a que Barbie tampoco será la gran ganadora después de lo que ha ocurrido en otros premios. Oppenheimer ha arrasado en casi todas las ceremonias en las que ha participado. Lo hizo en los Globos de Oro, pero también en los Bafta y en los premios del Sindicato de Actores. ¿Volverá a salir victoriosa?
Al margen de los premios, la que desde luego ha ganado en todo esto, es Mattel, la empresa creadora de la mítica muñeca. Es cierto que la película deja ver cómo Ruth Handler, creadora de Barbie, se enfrentó al techo de cristal en los equipos ejecutivos de la empresa. Pero el filme contraataca y también cuenta cómo la marca retiró modelos icónicos, lo que generó una gran polémica en la época.
A fin de cuentas, Mattel ha sido una de las responsables de la promoción de ciertos estereotipos de género y belleza que han azotado a las mujeres desde hace años. Nada ha impedido que la empresa haya ignorado esto y haya aprovechado la coyuntura para venderse a sí misma como una marca responsable socialmente en su resurrección. Desde el principio, la película fue una operación de marketing a gran escala. Aprovechando el estreno, la compañía sacó productos nuevos como la Barbie Rarita o la Mojo Dojo Casa House, que se agotaron en preventa. La venta de nuevas muñecas continúa también para celebrar el 8M con una nueva colección de barbies que encarnan a mujeres como Viola Davis, Kylie Minogue y Shania Twain. La película ha permitido, entre otras muchas cosas, el blanqueamiento de Mattel.
El lanzamiento del largometraje se entendió como una victoria contra el patriarcado. Sin embargo, detrás de ella se esconde toda una maquinaria que ha hecho caja con esta historia y de la que ni siquiera han salido beneficiadas las mujeres protagonistas y creadoras de la misma. Pese a lo que muchos creían cuando Barbie arrasó en el cine, estamos a mitad de camino en esta lucha contra el sistema que mantiene a flote la invisibilización de las mujeres.