Este artículo se publicó hace 3 años.
Vox arrastra su discurso xenófobo por el Congreso sin apenas respuesta de los partidos progresistas
Las iniciativas y preguntas parlamentarias sobre migraciones se han duplicado desde la llegada de la ultraderecha al Parlamento, según un estudio. En su estrategia, los ultras han arrastrado al PP y entre ambas formaciones acumulan el 83% de la actividad
Jairo Vargas Martín
Madrid-
Desde que la extrema derecha irrumpió en el Congreso con 52 escaños en noviembre de 2019, en la Cámara Baja se habla más —pero no mejor— sobre migraciones. En concreto, las iniciativas y preguntas parlamentarias sobre la materia ascienden a 3.144, el doble que en las últimas dos legislaturas, y ya representan el 8,1% del total de iniciativas. Sin embargo, su tono y su contenido se han radicalizado hacia postulados antimigratorios, cuando no "abiertamente xenófobos", sin que el bloque progresista ofrezca una respuesta a la altura.
Esa es una de las conclusiones del informe La política del miedo. Una radiografía de la narrativa de las migraciones en el Congreso de los Diputados. El estudio, realizado por la fundación porCausa y el think tank Political Watch, analiza este cambio desde el 3 de diciembre de 2019 hasta el 30 de junio de 2021, es decir, la primera mitad de legislatura.
Los resultados son una confirmación de lo que ya se ha vivido en otros países de Europa donde las formaciones nacional-populistas han emergido: radicalización del mensaje, imposición de la temática como problema sociopolítico y contagio de su retórica a otros partidos del eje conservador.
Vox es la formación que más iniciativas relacionadas con las migraciones ha registrado en el Congreso. En total, 1.013, seguido muy de lejos por el PP, con 329. El resto de los grupos parlamentarios se queda en pocas decenas de iniciativas. Cuando los diputados hablan de migraciones, la palabra "inmigración" se impone con más de 4.000 referencias, junto a "migrante irregular" o "ilegal" (1.887), "repatriados/deportados" (464), "refugiados" (397) y "menores extranjeros no acompañados/menas" (363).
Contagio ultra, una constante en Europa
"Hemos visto claramente cómo las posturas de Vox fuerzan al PP y, en parte, también a Ciudadanos, a tener posiciones más duras o radicales de las que suele tener tradicionalmente", apunta Gonzalo Fanjul, investigador de porCausa y coordinador del informe. Recuerda que "el éxito de la extrema derecha no se mide solo en su número de escaños logrados o en llegar al poder, sino también en lo que es capaz de influenciar a otras fuerzas políticas".
"Cuando la derecha rivaliza con una formación ultra suele asumir parte de sus postulados"
Silvia Claveria, doctora en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra, coincide con Fanjul en ese análisis y apunta que los resultados del informe se ajustan al modelo europeo. "Para evitar una fuga de votos, cuando la derecha tradicional rivaliza con una formación ultra acaba asumiendo parte de sus postulados", confirma.
Lo "peligroso", añade, "es cuando eso también le ocurre a partidos progresistas. Dinamarca sería un perfecto ejemplo de un gobierno socialdemócrata que adopta políticas claramente xenófobas por el discurso instalado en la sociedad por la extrema derecha", advierte.
La estrategia ultra para rentabilizar la baza migratoria tiene varios pilares, según analiza este informe. Asienta la idea de que las migraciones amenazan la identidad nacional, vincula a las personas extranjeras con la delincuencia y la inseguridad, insiste en la idea de invasión y en el efecto llamada y fomenta la islamofobia y la aporofobia.
Los "Ultrasur parlamentarios"
"La ultraderecha es realmente buena haciendo esto, y eso es un gran problema", alerta Fanjul. "Ellos establecen el marco discursivo, eligen términos y conceptos y fuerzan al resto a responder en un tono que bascula entre el gamberrismo, el hooliganismo y el spam parlamentario", resume.
"Vox bascula entre el gamberrismo, el hooliganismo y el spam parlamentario"
Utilizan el Congreso como "una gran caja de resonancia" que acaba llevando ese mensaje a los medios que informan de la actualidad parlamentaria. De hecho, el informe cataloga a la formación como los "Ultrasur parlamentarios", no solo en el tono, sino en los métodos.
Como ejemplo de sus formas, el informe destaca proposiciones no de ley para "declarar situación de interés para la Seguridad Nacional" la "amenaza terrorista que se infiltra en los flujos de inmigración ilegal". O repetir 137 veces una pregunta sobre "detención de inmigrantes ilegales positivos por coronavirus" cambiando el municipio. O 25 preguntas idénticas sobre las "negociaciones diplomáticas sobre la cuestión de la inmigración ilegal" en 25 países africanos diferentes. O el número de "robos por parte de los inmigrantes ilegales que cruzaron la frontera en Ceuta".
"No son preguntas al Gobierno ni iniciativas reales. Son puras declaraciones que se hacen como si estuvieran en la barra de un bar. Las respuestas no les importan", afirma Fanjul, que considera que esta situación "convierte en mediocre el debate parlamentario, supone una pérdida de tiempo, de esfuerzo y de recursos" que se agrava cuando otros partidos les imitan.
Una respuesta tímida
El informe también da cuenta de una escasa respuesta por parte de los grupos más progresistas, cuyo peso recae fundamentalmente en grupos minoritarios como EH Bildu, ERC o el Grupo Plural, donde destacan Más País y Compromís. No solo critican los postulados de Vox o del PP, sino que proponen un discurso con las migraciones como elemento positivo para la construcción de una sociedad abierta, enriquecedor de la cultura, la economía, la política o la demografía. Aquí también se incluye Unidas Podemos y, muy en menor media, el PSOE.
"Los partidos de la izquierda no tienen bien resulto internamente el tema migratorio"
Para la politóloga Claveria, esta falta de réplica se explica en parte a un intento de reducir el ruido que la ultraderecha quiere generar. "Aunque de fondo también influye que los partidos de la izquierda no tienen bien resuelto internamente el tema migratorio". En una sociedad que muchas veces es racista sin siquiera saberlo, "las migraciones pueden resultar un tema espinoso para los partidos progresistas, puede restar apoyos electorales", sostiene la experta.
Fanjul tiene claro que "no hay ninguna respuesta buena para discurso migratorio de la extrema derecha". Sin embargo, su reproche es doble, afirma. "Por una parte, la izquierda no está dedicando a este asunto el tiempo y la intensidad que le dedica la ultraderecha, cuando es necesario una reacción de la misma magnitud que el ataque. Y, por otra, carecen de una agenda alternativa sobre migraciones, que es un tema de gran importancia", resume.
Como ejemplo, recuerda que el Gobierno está "eludiendo intencionadamente en sus declaraciones públicas" la necesidad de más trabajadores extranjeros para sostener el sistema de pensiones, "a pesar de que sí lo tiene en cuenta en sus proyectos legislativos y de que ese sería un mensaje positivo que lanzar a la sociedad".
Tanto Fanjul como Claveria creen que este formato de discurso que Vox ha introducido está solo en una primera fase. De ahí a que tenga influencia directa en las políticas, no solo en las declaraciones, es cuestión de tiempo. Como muestra, el acuerdo de presupuestos entre el PP y Vox en la Comunidad de Madrid contempla entre sus requisitos una partida para realizar auditorías sobre los fondos destinados a "centros de menas", según la terminología de ambos partidos. Centros que no existen como tal, ya que son centros de acogida para menores sin padres o referentes familiares, sean españoles o extranjeros.
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