Varias temporeras marroquíes heridas en el accidente de autobús de Huelva impugnarán su alta médica por prematura
Varias trabajadoras consideran que aún no están recuperadas para realizar labores tan duras pese a recibir el alta de la mutua. Denuncian aislamiento y falta de información sobre las indemnizaciones a las que tienen derecho.
Jairo Vargas Martín
Madrid--Actualizado a
Tres semanas después del accidente de autobús en Huelva en el que murió una temporera marroquí y más de 30 resultaron heridas de diversa consideración, la información sobre su situación sigue siendo escasa y opaca, según denuncia la Asociación de Mujeres Inmigrantes en Acción (AMIA), que ha decidido impugnar varias de las altas médicas que han recibido varias de estas trabajadoras.
Pese al hermetismo y asilamiento impuesto a las accidentadas por parte de Surexport, la compañía que las contrató en origen mediante el programa Gecco de migración circular del Ministerio del Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, AMIA ha conseguido reunirse en persona con varias de las empleadas siniestradas y actualmente ejerce la representación legal de cinco de ellas.
Los servicios jurídicos de esta organización han decidido impugnar por prematuras ante la Seguridad Social las altas médicas que han recibido varias de las empleadas a lo largo de la semana pasada por parte de los servicios médicos de la muta MAZ, según ha informado AMIA a Público. La impugnación se presentará previsiblemente este miércoles.
Lesiones "leves" sin precisar
Se trata de trabajadoras con lesiones "leves", según los partes de la mutua a los que ha tenido acceso este diario, pero que no especifican la dolencia por las que recibieron la baja por incapacidad temporal. La mutua tan solo hace referencia a "traumatismos de región corporal no especificada" para los que estimaba alrededor de diez días de recuperación.
Tres de las temporeras accidentadas siguen hospitalizadas 20 días después
Las altas están selladas entre el 14 y el 18 de mayo, apenas dos semanas después del accidente. Sin embargo, varias de estas trabajadoras aún tienen que moverse con muletas y refieren dolores recurrentes debido a las contusiones sufridas cuando volcó el autobús que las transportaba hasta la finca, cerca la localidad de Almonte.
Según AMIA, puede que su estado no revista gravedad, pero en ningún caso pueden realizar "labores tan duras y que exigen tanto esfuerzo físico" como la recogida de la fresa, una tarea que implica trabajar doblando la espalda durante horas, precisa la organización. Algunas todavía presentan hematomas o heridas en las zonas que resultaron golpeadas, otra perdió cuatro dientes como resultado del choque, precisan.
Los testimonios de las temporeras dadas de alta, recogidos por AMIA, apuntan que siguen con dolores en las lumbares, las cervicales, la cabeza o las piernas. Aseguran que, por el momento, la empresa no las ha requerido para volver al trabajo tras recibir el alta, pero temen no cobrar los días que no han trabajado, al no estar ya dentro del periodo de prestación de la baja y a que se les paga por cada jornal efectivo trabajado.
También afirman que no se les han realizado más pruebas médicas después de su paso por urgencias hospitalarias el día del accidente, ni tienen en su poder los informes médicos sobre sus lesiones. Tan solo algunas conservan el parte de alta del día que pasaron por urgencias, pero otros fueron recogidos por mediadoras o traductores de la compañía y no se les ha entregado a las afectadas.
El Ministerio de Inclusión asegura a Público que está haciendo un "seguimiento de su mejoría y posibles altas médicas, según los criterios de los médicos de la mutua" y especifica que todavía hay tres trabajadoras hospitalizadas, mientras que "con el resto se está trabajando en terapia psicológica". Algunas han mostrado "su expreso deseo de volver a trabajar y otras, en cambio, quieren volver a su país", explica el ministerio.
Visita de la OIM
El personal del proyecto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Huelva, que hace labores de observación e información a los trabajadores contratados mediante la orden Gecco del Ministerio, ha visitado este lunes el hostal donde se alojan las temporeras de esta finca de Surexport y aseguran que no han recibido información sobre la impugnación de las bajas.
Algunas temporeras trabajan en el campo para atender a varias de sus compañeras que siguen de baja sin poder moverse
Según estas fuentes, han podido reunirse con 32 de estas trabajadoras, que les han mostrado preocupación por dos asuntos: la posibilidad de no volver a ser contratadas el año que viene a causa del accidente y el retraso en el cobro de la última nómina.
Siempre según la OIM, que ha acudido acompañado por personal de recursos humanos de la empresa, la compañía ha garantizado que volverán la próxima temporada y ha aclarado que cobrarán a finales de mes. El retraso en el cobro se debe a que la mutua paga la prestación cada mes, mientras que la compañía les paga cada 15 días.
Desde la OIM no han podido precisar si las trabajadoras que han recibido el alta y no han vuelto a trabajar van a perder esos días de salario. Sí aclaran que algunas no están recogiendo la fresa para atender a varias de sus compañeras que siguen de baja y que no pueden moverse a causa de las lesiones sufridas. En ese caso, la compañía está pagando como una jornada completa por este servicio a las empleadas.
Sin información sobre indemnizaciones
Los servicios jurídicos de AMIA también se harán cargo de reclamar las indemnizaciones a las que tienen derecho las temporeras por el accidente sufrido. Las trabajadoras que han contactado con esta organización aseguran que nadie de la empresa les ha informado sobre este derecho ni ha puedo medios legales o administrativos para que puedan solicitarla a la aseguradora de la empresa de transportes contratada por Surexport. Fuentes de las OIM aseguran que esta información no entra dentro de sus competencias al ser externo a la normativa Gecco.
Fatima Ezzohayry, presidenta de AMIA, asegura que la empresa sigue sin responder a sus llamadas y sin permitirle el acceso a las instalaciones del hostal para visitar a las temporeras. No obstante, apunta que ya están en trámites para ejercer la representación de varias trabajadoras más y que vigilarán de cerca sus altas médicas y el cobro de las prestaciones e indemnizaciones a las que pudieran tener derecho.
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