Este artículo se publicó hace 7 años.
"Tardaremos más de medio siglo en ver a Doñana en un estado normalizado"
La Junta ya ha desembolsado casi tres millones de euros en tareas de extinción y planes urgentes en el entorno del Parque de Doñana. 70 especies de aves, 75 vegetales y especies amenazadas como el lince ibérico o el águila imperial están afectados por las secuelas del incendio, del que se cumplen cien días.
María Serrano
Sevilla-
Juanjo Carmona lleva desde su juventud trabajando mano a mano en el Parque Nacional de Doñana y en su entorno natural. “Nunca había visto un incendio tan grave y que haya costado tan caro al Parque con casi medio siglo de existencia”, declara a Público el actual portavoz de la organización internacional WWF en Andalucía. Desde la creación del parque de Doñana en los años 70 no se había producido un incendio forestal de similares características. “Ha sido el segundo más grave de este año”, señala Carmona. 8.500 hectáreas fueron arrasadas por el fuego en zonas de pinares, matorral y marisma. El incendio se inició el pasado 24 de junio de 2017 en el paraje de La Peñuela en Moguer (Huelva). Los efectivos del Infoca tardarían casi 65 horas en apaciguar las llamas en los límites del Parque, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
A cien días de lo ocurrido, la factura ambiental de Doñana es severa. El grave incendio ya ha dejado huella en el hábitat de casi 75 especies vegetales, 70 de aves y 38 de mamíferos. Así lo confirma estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Ornitología donde señala la afectación de especies emblemáticas como el águila imperial ibérica. Carmona añade que “no se puede olvidar la destrucción del entorno del lince ibérico”, una de las especies más amenazadas del Parque y con mayor partida presupuestaria en programas. Las llamas que avanzaron desde Moguer en dirección al Parque Natural han afectado a 16 tipos de hábitats considerados de máxima importancia por normativa europea.
El estudio de SEO-Birdlife destaca que cuarenta variedades de flora amenazada crecen entre los matorrales calcinados. Las llamas impactaron en áreas de pinares repoblados afectando a especies como la Linaria tursica, una pequeña planta endémica que ha perdido más del 50% de su población a causa del fuego.
"Paciencia" a la hora de reforestar
Juanjo Carmona pide “paciencia”, como portavoz de WWF, tanto a la administración como a los colectivos sociales implicados en la comarca. “No puede resurgir con inmediatez lo que ya ha sido dañado. Es una pena pero es así. Una vez que el terreno se ha quemado hay que evaluar que se ha perdido, la parte forestal y vegetal, y enumerar cuántas especies se han quedado sin su hábitat”. Además añade que “no se podrán iniciar actuaciones durante un tiempo ni tampoco medidas urgentes en plena etapa de sequía” como la que está viviendo la provincia de Huelva. “Desde la afectación del incendio no ha llovido aún un solo día en Doñana”, apunta Carmona. Un dato que no ayuda a remediar “los posibles efectos severos” del devastador incendio.
Desde WWF esperan coordinar las actuaciones en la zona afectada, junto a la Consejería de Medio Ambiente y otros agentes implicados, a largo plazo. ”Es prioritario coordinar las medidas en su conjunto y dejar, mientras tanto, a los bosques el tiempo necesario de espera para poder actuar. La naturaleza no entiende de inmediatez”.
Medidas urgentes de casi tres millones de euros
La Junta no ha detallado en cifras la estimación presupuestaria destinada a la extinción del fuego en Doñana. Sin embargo, los colectivos ecologistas hablan de casi dos millones de euros que se unen al desembolso de la restauración ambiental de casi un millón para estos próximos meses. Esta tarea no se iniciará hasta el verano de 2018.
Los posibles responsables del accidente en Doñana ya se encuentran imputados por parte de la Fiscalía. La empresa Carbones Fergón S.L, el mayor fabricante de carbón vegetal en España, ubicada en Moguer tiene como presuntos culpables del incendio al administrador de la empresa, el encargado y el responsable de mantenimiento. Los tres podrían enfrentarse a una peña de seis años de prisión, tal y como se tipifica en el artículo 353 del Código Penal.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, a través de la Delegación Territorial de Huelva, ratificó a principios del mes de agosto la suspensión de la actividad y el inicio de un expediente sancionador a la carbonería vegetal donde presuntamente se originó el incendio forestal en el paraje de La Peñuela (Moguer).
Por el momento, la Junta ha ejecutado obras de emergencia con una inversión de 670.000 euros. Entre los trabajos inmediatos, con un presupuesto de 370.000 euros destacan por una parte la retirada de elementos naturales que supongan un riesgo para los vecinos y turistas de la zona como “la eliminación por astillado de los árboles calcinados en las inmediaciones del carril cicloturista o en las escaleras de acceso a las playas quemadas”.
Otro de los proyectos urgentes, con una partida 300.000 euros, se desarrollará en el “control de la erosión, la mejora de los hábitats lagunares, la reparación de cercados de cría de conejos afectados (sobre todo para el lince) y la corta de arbolado”. Estas medidas finalizarán en diciembre de 2017, según fuentes de la Consejería.
La recolección de semillas con 8.000 voluntarios
El gobierno andaluz ha avanzado también en las labores de recogidas de semillas. Se han recolectado 1.335 kilos que serán tratadas en la Red de Viveros de Andalucía. El objetivo se centra en la preparación de plantas autóctonas de bosque mediterráneo para la futura restauración en los términos municipales de Moguer, Palos de la Frontera, Almonte y Lucena del Puerto y en dos zonas naturales, el Parque Natural de Doñana y el Paraje Natural Laguna de Palos y Las Madres.
Un total de ocho mil voluntarios de la Red Natural 2000, perteneciente a la Sociedad Española de Ornitología (SEO) trabajarán en la recolección de semillas y su ubicación en la zona calcinada. José Fiscal, consejero de Medio Ambiente, apunta que estas tareas se realizarán en aproximadamente un año, tras ver la evolución natural del Parque. “Ahí es cuando determinemos cómo se llevará a cabo la reforestación y qué especies concretas serán las que se utilicen”. Mientras tanto, los voluntarios recogerán semillas de fanerógamas, coníferas y vegetación arbustiva, entre las que destacan la camarina, el barrón, la mejorana o brezos, muy habituales en la comarca de Doñana.
La Junta espera que el trabajo del voluntariado ambiental, unida a la labor de los alcaldes de Moguer, Almonte y Lucena del Puerto, Gustavo Cuéllar, Rocío Espinosa y David Vivas, permitan realizar un trabajo de restauración ambiental en la zona del incendio, aunque representantes ecologistas como Carmona auguren que “tardaremos más de medio siglo en ver el Parque en un estado normalizado”.
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