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Soluciones basadas en la naturaleza para no morir de calor en las ciudades

Científicos y expertos consideran urgente promover e integrar este tipo de soluciones dentro de los planes urbanísticos locales.

Jardines verticales en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria-Gasteiz.
Jardines verticales en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria-Gasteiz. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz

Nos morimos de calor, literalmente. Quizás no son muchos los que, como Carolina Durante en su canción 'Urbanita', echen en falta "el acero, el cemento y la piel reseca" de la ciudad durante el verano. La realidad es que la situación no es para menos. Las altas temperaturas provocan más del 4% de las muertes que se producen en las urbes durante el período estival, como señalan algunos estudios.

Las llamadas islas de calor urbano son uno de los principales factores implicados en este grave problema. Este fenómeno implica que "una parte de la ciudad está más caliente que lo de su alrededor", define a Público Juan Fer Martín, responsable de proyectos en la Fundación Renovables. "En el caso de Madrid, Vallecas está cinco grados más caliente que las afueras", puntualiza.

Un peligro mortal

El experto señala que las muertes por calor se encuentran en aumento. "Las altas temperaturas hacen que nuestro cuerpo funcione de manera diferente y tenga que enfrentarse a un estrés térmico que resiente nuestra salud", explica a este medio.

El calor provoca más del 4% de las muertes que se producen en las ciudades durante el verano

Un estudio de 2023 del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona con datos de 93 ciudades europeas mostró que 6.700 muertes prematuras que tuvieron lugar en 2015 pueden atribuirse al aumento de las temperaturas urbanas. La cifra representa el 4,3% de la mortalidad total durante los meses de verano y el 1,8% de la mortalidad durante todo el año.

Martín también destaca que el estrés derivado del calor provoca que las personas estén más irascibles. Sin embargo, también matiza que el problema no solo lo sufren seres humanos. "Para la biodiversidad –muchas plantas y animales– también es un gran problema. Se están enfrentando a unas temperaturas a las que no se han adaptado. Por ejemplo, algunos árboles que se plantaron cuando no había tanto calor ahora se están resintiendo", alerta a Público.

Renaturalizar las ciudades

Las soluciones basadas en la naturaleza, como la ampliación de zonas verdes, puede ayudar a "reducir la temperatura de toda el área circundante y a proporcionar un hábitat más amigable para la biodiversidad", indica el de la Fundación Renovables a este diario. Además, también sirve para solucionar algunos problemas psicológicos humanos porque "necesitamos el verde en nuestro alrededor para vivir más confortables", añade.

Según el estudio de ISGlobal, un tercio de las muertes prematuras registradas que tuvieron lugar en 2015 –2.644– podrían haberse evitado aumentando la cubierta arbórea hasta un 30% del espacio urbano, con lo que se reducirían las temperaturas.

Un reciente informe de la Fundación Renovables reitera que los beneficios de renaturalizar las ciudades son más efectivos y menos costosos que otras medidas de adaptación a la crisis climática. Desde la organización, consideran urgente promover e integrar las soluciones basadas en la naturaleza en los planes urbanísticos locales.

Jardines verticales ante la falta de espacio

Algunas ciudades pueden encontrar ciertos obstáculos para implementar esta clase de medidas. La reducida disponibilidad de espacio, la falta de inversión o la necesidad de una planificación y un diseño adecuados suelen ser las principales dificultades a las que hacer frente, según menciona la Fundación Renovables en su informe.

"Nuestras ciudades se han construido en función del coche", lamenta Martín en declaraciones a este medio. "Hay lugares con apenas sitio para la acera de los peatones y todavía menos para un árbol, pero seguimos necesitando de zonas verdes", insiste. Para ello, los jardines verticales pueden servir como alternativa.

"Utilizar espacios que ya están edificados para poner fachadas o tejados verdes ayuda al edificio porque reduce sus necesidades de calor, pero también ayuda a toda la calle porque mengua la isla de calor, aumenta la humedad, disminuye los contaminantes del aire... Tiene muchísimas ventajas", insiste.

En general, los expertos abogan por la renaturalización del espacio urbano debido a su efectividad para paliar los efectos de la crisis climática. Las soluciones basadas en la naturaleza benefician tanto a las comunidades urbanas como al medio ambiente local y global. De este modo, puede que las temperaturas del próximo verano sean más soportables.

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