Sigue habiendo monos ilegales en hogares españoles
Macacos de Berbería, lémures, chimpancés, titís... no dejan de llegar al puñado de refugios para primates que son rescatados de su tenencia ilegal en España, muchos de ellos en peligro de extinción.
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Con una cresta de pelo blanquecino que le cae hacia atrás desde la frente hasta la nuca, lomo pardo, brazos y piernas blancos o amarillos y cola marrón en la base y negra en la punta. Así es el tamarino algodonoso o tití cabeciblanco (Saguinus oedipus), un pequeño mono que no llega a pesar más de medio kilo.
Está clasificado como especie en peligro crítico de extinción y, en estado salvaje, solo puede encontrarse en los bosques del norte de Colombia, donde vive en grupos familiares de tres a 30 miembros, saltando de árbol en árbol en busca de rutas, néctar, hojas frescas, insectos y lagartijas para comer.
Un hábitat muy diferente, seguro, al que se vio obligado a ocupar cuando cayó víctima del tráfico ilegal y tuvo que vivir enjaulado en una vivienda en España el ejemplar hembra que la Policía Local encontró a principios de mes vagando por las calles de La Línea de Concepción, en Cádiz.
Tam, hallada con muy mal aspecto
Andaba suelta por una barriada de El Zabala y fueron los vecinos quienes avisaron a la Policía, después de que mordiera a una persona. El Seprona se encargó entonces de llevarla al refugio AAP Primadomus, en Villena, especializado en rescatar y rehabilitar primates procedentes del mundo del espectáculo, la tenencia privada y el tráfico ilegal.
Según cuenta a Público la primatóloga Olga Bellón, responsable del área de Primates de AAP en España, "tendrá unos dos años. Cuando llegó estaba muy delgada y tenía muy mal aspecto. Tenía el pelaje pobre y sin lustre". Un indicador de que su alimentación no había sido adecuada.
Además, Tam –como la han bautizado– presentaba pequeñas deformaciones en los huesos de los brazos, causadas por niveles deficientes de vitamina D. Eso sí, "cuando salió del trasportín, no parecía tener miedo, está acostumbrada a vivir con humanos", apunta Bellón.
A pesar de que mordió a una persona en la calle, Bellón nos explica que no ha tenido un comportamiento agresivo en el refugio, "aunque es verdad que nosotros seguimos una política de no contacto. Intentamos tocarlos lo menos posible. Lo natural es que, si alguien va a tocar a un animal salvaje, este le muerda".
Lo que más ha llamado la atención a sus rescatadores es que le cuesta mucho levantarse por las mañanas. "No es natural esto, porque los titís suelen tener hábitos diurnos. Lo más probable es que haya adoptado las costumbres de las personas con las que convivía", apunta Bellón.
Los pasos siguientes para Tam, después de finalizar la cuarentena, las pruebas sobre su estado de salud y un periodo de rehabilitación, serán "buscar un refugio donde haya otro compañero de su especie, con quien pueda socializar, algo que es indispensable para la salud de los primates", nos dice.
Usarlos como mascota es maltrato
"No hay ninguna manera de que un mono tití, un macaco, un chimpancé o cualquier otro animal salvaje pueda estar cómodo y vivir de forma adecuada en cautividad", recalca Bellón, que no se cansa de repetir que usarlos como mascota es maltrato, por muy buenas intenciones que tenga la persona. Necesitan vivir con su grupo de iguales, tener espacio y libertad de movimientos, llevar la alimentación para la que están preparados.
Pero no es solo por el bien de estos primates, muchos en peligro de extinción. Tenerlos en casa es un peligro para la seguridad de las personas. "Los animales salvajes en una situación estresante y frustrante para ellos pueden desarrollar comportamientos agresivos", apunta Bellón.
Por otra parte, pueden ser vehículos de enfermedades contagiosas que pueden pasar de animales a humanos, algunas graves. Son comunes los parásitos patógenos internos (nemátodos, hongos, protozoos) e infecciones virales, "como el HTLV, un virus que puede provocar la leucemia", afirma esta experta.
Prohibido por la ley
"Es muchísimo más habitual de lo que pensamos", según Bellón, que asegura que todavía hay miles de hogares españoles que tienen monos encerrados en jaulas.
Por lo pronto, es algo flagrantemente ilegal, desde que entró en vigor la Ley 07/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, que establece en una disposición transitoria la prohibición de la tenencia particular de primates "por motivos de peligrosidad y conservación".
Está previsto que la legislación definitiva entre en vigor, como muy tarde, en septiembre de 2026, con listados positivos de todos los mamíferos silvestres que sí pueden tenerse como mascotas. Mientras, lo que tenemos claro son los no permitidos, dentro de los que están todos los primates sin excepción.
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