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Rachida, una de las saharauis retenidas en Barajas: "Si me expulsan, que sea a otro país, a Marruecos no"

Llegó el 20 de septiembre en un vuelo desde Marrakech, escapando de las autoridades marroquíes. Solicitó protección internacional, pero el Ministerio del Interior le ha negado la solicitud.

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Varias personas, con banderas saharauis, protestan durante una manifestación, a 26 de marzo de 2022, en Madrid (España). Imagen de archivo. — Fernando Sánchez / Europa press

madrid, Actualizado:

La joven saharaui Rachida Amaador, de 32 años, se encuentra retenida desde hace una semana en el aeropuerto de Barajas, después de que su solicitud de asilo fuera rechazada. Ahora, teme enfrentar un destino similar al de su sobrino, quien fue deportado a Marruecos tras llegar a Canarias en patera en 2019 y actualmente cumple 12 años en una prisión marroquí. "Solo pido protección y, si no me la dan, que me expulsen a otro país, pero a Marruecos no", afirma la joven en una entrevista telefónica con la agencia EFE desde la sala de asilo de la Terminal 4.

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Llegó el 20 de septiembre en un vuelo desde Marrakech, escapando de las autoridades marroquíes. Solicitó protección internacional, pero el Ministerio del Interior le ha negado la solicitud. Ahora, se encuentra a la espera de un reexamen de su caso que podría permitir la admisión de su petición, lo que le permitiría ingresar en España.

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A pesar de haber pasado una semana muy difícil, mantiene la esperanza: "Creo que España es un país que respeta los derechos humanos", argumenta. Ha pasado siete días sin poder ducharse ni cambiarse de ropa, alimentándose únicamente de pan y agua. Según cuenta, la comida es "malísima" y no es halal −procedente de un animal sacrificado según los ritos prescritos por el Corán−, por lo que no puede consumirla. Además, comparte una habitación destinada a tres personas con otras siete.

Encarcelaron a su sobrino "por su activismo político"

Amaador es tía de Husein Bachir Amadour, un activista saharaui que llegó a España en patera en 2019 y fue deportado a Marruecos, donde recibió una condena de 12 años de prisión. Fue juzgado por "homicidio premeditado" en relación con la muerte de un joven en 2016 durante enfrentamientos entre facciones estudiantiles, según la sentencia del caso publicada en su momento por medios marroquíes y confirmada por EFE a partir de la base de datos judicial de Marruecos. Sin embargo, el Frente Polisario denunció en su momento que Bachir fue encarcelado debido a su activismo político.

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Rachida: "Tengo miedo de que me condenen en Marruecos porque mi madre solo me tiene a mí y sufriría mucho"

Rachida trabajaba como funcionaria en la ciudad de Guelmin, y su sufrimiento comenzó cuando intentó visitar a su sobrino en la cárcel. Al serle impedido el acceso, se manifestó para protestar, lo que resultó, según explica, en su detención y tortura a manos de las autoridades marroquíes. Ahora teme seguir los pasos de su sobrino: "Tengo miedo de que me condenen en Marruecos porque mi madre solo me tiene a mí y sufriría mucho", explica.

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Ella es una de los 35 saharauis retenidos en Barajas que han solicitado protección internacional, la cual les ha sido denegada, y están al borde de la deportación, como ya sucedió con dos de sus compatriotas en las últimas semanas, según informó a EFE la abogada de varios de los solicitantes, Fatim El Galia.

Entre ellos se encuentran siete mujeres, un niño de un año que padece una enfermedad, y una niña de año y medio que ha desarrollado en los últimos días una alergia que requirió atención en el Hospital La Paz. Una de las mujeres estaba embarazada y sufrió un aborto, por lo que también fue trasladada al hospital antes de ser regresada al aeropuerto. 

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Víctimas de persecución policial

Según El Galia, todos han denunciado haber recibido presiones por parte de las autoridades marroquíes. Algunos de ellos, como Rachida, son familiares de destacados activistas saharauis y jóvenes vinculados a asociaciones estudiantiles que apoyan la causa.

Fuentes del Frente Polisario han confirmado a EFE que algunos de los solicitantes retenidos son, efectivamente, jóvenes activistas que han participado en manifestaciones en favor de la soberanía del Sáhara Occidental.

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En opinión de la abogada El Galia, el Ministerio del Interior ha implementado "una denegación generalizada" de las solicitudes sin realizar un análisis individualizado, a pesar de que estas han sido "suficientemente documentadas" y "bien probadas", lo que ha resultado en "respuestas idénticas" en la mayoría de los casos. 

Al menos diez de los saharauis retenidos en Barajas han solicitado urgentemente a la Audiencia Nacional que revoque su devolución, pero en todos los casos el tribunal ha denegado sus peticiones, según ha informado la abogada. 

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Esto es algo muy común en este tipo de casos, explica, ya que la Justicia generalmente no aborda el fondo del asunto, sino que se centra en cuestiones más técnicas relacionadas con el procedimiento. El abogado Eduardo Ranz, quien representa a otros cinco saharauis detenidos en Barajas, coincide en que todos ellos presentan "un perfil clarísimo".

Se trata de jóvenes que han participado en manifestaciones pacíficas organizadas por estudiantes universitarios para defender sus derechos como saharauis. Han sido detenidos y agredidos por las autoridades marroquíes, y tras ser liberados, han recibido amenazas de posibles represalias contra sus familias o de ser reclutados en el ejército.

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Todos ellos afirman ser víctimas de persecución política y varios han presentado evidencias, como fotografías e informes médicos, o exhiben cicatrices y marcas en sus cuerpos como resultado de las agresiones sufridas. Consideran que esto respalda su petición de protección en el país por razones humanitarias.

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