El primer exoesqueleto pediátrico del mundo se prueba en el País Vasco

La pequeña Danele, gracias a a su nuevo aliado, está a punto de ejercer un derecho, fundamental. "El derecho de ponerse de pie, porque estos niños tienen derecho a ponerse de pie", explica Carolina Lancho, médica rehabilitadora en Aspace Guipúzcoa. Ya erguida, el exoesqueleto le permite pasos pequeños pero que suponen una mejoría inmensa en muchas facetas. "Todas sus capacidades emocionales, relaciones sociales, motrices...", prosigue. Con menos palabras lo resume su madre: "Come mejor, duerme mejor y la verdad es que está muy contenta". Igual que ella, otros 14 niños y niñas con parálisis cerebral se benefician del primer exoesqueleto pediátrico del mundo. "Lo pionero es que es un exoesqueleto portátil" y eso permite un desplazamiento que ayuda a las articulaciones, aumenta la fuerza y la capacidad respiratoria. Mejora también la interacción social y permite a pacientes, familiares y médicos mirar el porvenir con más optimismo.

-Redacción-