Este artículo se publicó hace 6 años.
Retrasos en ayudas públicas al doctoradoLa precariedad de los jóvenes investigadores: ocho meses sin cobrar y sin trabajar por los retrasos del Gobierno
Más de mil doctorandos aún no han recibido la confirmación de su contrato financiado por el Ministerio para la formación de doctores este curso. Ante el silencio administrativo, algunos han tenido que empezar a trabajar con su equipo de investigación sin firmar el contrato ni recibir remuneración. En la misma situación se encuentran otros 50 beneficiarios de la ayuda FPU, que llevan cinco meses esperando a que Educación confirme sus aceptaciones del curso 2016/2017.
Madrid-
El Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO) lleva casi ocho meses sin publicar la resolución definitiva de las ayudas para contratos predoctorales para la formación de doctores correspondiente al curso 2017/2018. Se trata de unas ayudas contempladas en el Subprograma Estatal de Formación, dentro del Programa Estatal de Promoción del Talento y su Empleabilidad, para la que España recibe financiación del Fondo Social Europeo y que, este año, cuentan con un presupuesto de más de cien millones de euros.
Estas ayudas, antes conocidas como Ayudas para la Formación de Personal Investigador (FPI), representan una de las dos vías más importantes para la investigación de los jóvenes españoles, junto con las ayudas para la Formación de Personal Universitario (FPU), que dependen del Ministerio de Educación y que también le están dando problemas a unos 50 beneficiarios del curso 2016/2017, según han denunciado también a Público varios de los afectados..
Más de 2.000 jóvenes solicitaron el pasado año las ayudas FPI que, entre otras cosas, sirven para financiar que 1.082 investigadores en formación realicen una tesis doctoral durante cuatro años, asociada a un proyecto de investigación también financiado con fondos públicos.
Sin embargo, apunto de que acabe el curso, los beneficiarios no han recibido la confirmación del MINECO, no han podido firmar sus contratos ni han podido incorporarse a los equipos investigadores que ya están trabajando en los proyectos desde hace meses, según han denunciado a Público varios de los afectados.
El pasado abril se cumplió el plazo máximo oficial de seis meses para que el MINECO publique las adjudicaciones definitivas
Los retrasos en la concesión de estas ayudas suelen se habituales pero, según explican los beneficiarios, en esta ocasión se han superado todos los límites. Las solicitudes, según las bases de la convocatoria, deben resolverse en un plazo máximo de seis meses desde que se abren la solicitudes, y ese plazo se cumplió el pasado 3 de abril, por lo que son ya casi ocho meses los que los beneficiarios han pasado sin recibir la ayuda. Además, denuncian que no fue hasta el 3 de octubre de 2017 cuando se abrió el plazo de la convocatoria, mientras que los proyectos de investigación fueron concedidos a los grupos el 16 de diciembre de
2016, casi un año antes. "Es un pérdida de tiempo constante", dice a Público Guille Carrión, uno de los beneficiarios provisionales.
Este joven investigador de Málaga, matemático, ha sido seleccionado para un proyecto en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su especialidad es topología algebraica, una disciplina que actualmente tiene múltiples aplicaciones, desde hacer mejores pronósticos sobre enfermedades pulmonares hasta el desarrollo de tecnología robótica, explica Carrión. La desesperación de este estudiante es tal que decidió contar su historia personal en un hilo de Twitter que se ha compartido más de 2.000 veces.
Cuando supo que era uno de los beneficiarios provisionales de esta ayuda y, teniendo en cuenta que no había más candidatos que él pasa su grupo de investigación, decidió dejar su contrato de trabajo indefinido para dedicarse a lo que realmente le interesaba, la investigación.
Ahora, Carrión no tiene su anterior empleo, no recibe ninguna ayuda económica y no tiene ni idea de cuándo publicará el MINECO las actas definitivas. En su equipo de investigación le han recomendado que no se matricule —pese a que es obligatorio para recibir esta ayuda— hasta saber con certeza si será beneficiario, ya que si por cualquier circunstancia se quedara fuera, tendría que pagar él la matrícula y si empezara a trabajar con su equipo no estaría remunerado, asegura el afectado, que ve con rabia como el equipo para el que ha sido seleccionado está trabajando en la investigación sin él y con la mente puesta en los avances que se está perdiendo y que resultarán fundamentales para su tesis doctoral.
Pero su caso no es el peor. "Somos mil personas en esta situación y, en los grupos que hemos creado para comunicarnos, hay casos de beneficiarios que están trabajando ya en sus equipos porque su investigación no puede demorarse más. Están trabajando sin cobrar y han pagado ellos la matrícula del doctorado", afirma haciendo hincapié en que las ayudas ya son bastante exiguas. "Son poco más de mil euros al mes. Para algunas ciudades da de sobra, pero para vivir en otras, como Barcelona, se queda bastante corto. Eso refleja la importancia que le da este Gobierno a la investigación", subraya. En otros casos, algunos beneficiarios aún no se han matriculado y las universidades ya han cerrado los plazos para hacerlo, ya que el curso 2017/2018 está a punto de terminar, relata.
El Ministerio se escuda tras la falta de Presupuestos
La razón de esta dilación que mantiene parados a las nuevas generaciones de investigadores es una incógnita. "A muchos de nosotros nos responden que se debe a que no se habían aprobado los Presupuestos Generales del Estado, pero vemos que ya había presupuesto de más de cien millones de euros cuando salieron las convocatorias", afirma Carrión. "Creo que se nos ha estado utilizando como arma arrojadiza y mecanismo de presión para que el Gobierno sacara adelante los presupuestos", explica. Desde el MINECO aseguran a Público que el retraso "es debido a que las ayudas no se pudieron publicar hasta el 8 de septiembre de 2017, ya que los presupuestos se aprobaron a finales de junio de 2017" y que "en las próximas semanas" esperan aprobar la resolución definitiva.
En un comunicado conjunto, los afectados aseguran que son conscientes de que este "retraso sistemático en la resolución de este tipo de contratos es consecuencia de un problema mucho más complejo": la "falta de voluntad política en considerar la ciencia, la innovación y el desarrollo un pilar básico en el que se sustentan las sociedades avanzadas", afirman, y añaden que este problema también afecta a los contratos de Formación de Personal Universitario (FPU).
Doctorandos con un año perdido
Precisamente, un grupo de unos 50 beneficiarios de las ayudas FPU, dependientes del Ministerio de Educación, también denuncian una "situación de abandono por parte del Gobierno". En su caso, son beneficiarios de la ayuda del curso 2016/2017 que estaban en la reserva, a la espera de que quedara desierta alguna de las ayudas concedidas, o que habían reclamado después de que su solicitud fuera rechazada.
En el mes de diciembre de 2017, el Ministerio de Educación comunicó a través de una Resolución complementaria a algunos reservas y a aquellos que habían presentado recurso (en total unas 50 personas) que su posición había cambiado a "beneficiarios". En diez días hábiles debían aceptar la ayuda presentando documentación en los centros de adscripción. "Desde entonces han pasado cinco meses sin que el Ministerio publique resolución definitiva confirmando las aceptaciones, de modo que es imposible incorporarse a los centros, percibir la ayuda e iniciar muchas de las actividades del doctorado", denuncian.
"Tengo la ayuda concedida, pero en cinco meses no he tenido confirmación y estoy trabajando sin cobrar", afirma una investigadora
Ése el caso de Ana, que prefiere no revelar su nombre real ni la investigación de la que forma parte, ya que no sabe qué consecuencias podría tener para ella y para su equipo de investigación, financiada también con dinero público. A ella le fue denegada la ayuda por un problema técnico totalmente ajeno a su expediente y a su solicitud. El pasado febrero recibió la respuesta a su recurso: era beneficiaria.
"Me había matriculado en el doctorado y viendo que me habían rechazado por un problema que se iba a solucionar decidí incorporarme a mi equipo de investigación a tiempo parcial. Cuando me notificaron que recibiría la ayuda decidí incorporarme a tiempo completo porque pensaba que sería cosa de un mes empezar a recibir la ayuda económica, pero en cinco meses no he sabido. Ahora mismo estoy trabajando sin cobrar y no estoy dando las horas obligatorias de formación que exige mi doctorado, 60 anuales. Esas horas ya las he perdido, he perdido un año entero de mi doctorado", lamenta.
"Tuve que dejar un empleo por esta oportunidad para hacer lo que realmente quiero, pero durante estos meses podía haber tenido ese empleo para mantenerme económicamente. Ahora no tengo ni una cosa ni la otra y sólo puedo trabajar en el proyecto gracias a los ahorros o a la ayuda familiar", expone. Según han explicado a Público otros afectados por esta situación, en ocasiones, el propio equipo de investigación está pagando a los investigadores "gastando recursos económicos en mi contrato cuando podría dedicarlos a otra persona que no tuviera una ayuda predoctoral ya concedida". Desde el Ministerio explican a Público que este retraso se debe también a la falta de Presupuestos Generales del Estado para 2018, sin embargo, el caso de estos 50 afectados afectaría a los presupuestos de 2017, un interrogante que no han sabido resolver desde el Ministerio, que tampoco tiene un fecha aproximada de cuándo se solucionará la situación.
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