El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, cree que, cuando no hay un consenso educativo y el conflicto es "irresoluble", los padres tienen derecho a la información y a autorizar o no la participación de sus hijos en determinadas actividades escolares que son complementarias.

Así se ha pronunciado sobre la polémica de la censura parental impulsada por Vox el portavoz de los obispos, quien antepone el derecho de los padres a vetar al derecho común de la sociedad.

"Parece evidente que los padres tienen derecho a tener información sobre lo que les proponen a sus hijos, sobre todo en este tipo de actividades que tienen un carácter entre lo académico y por otra parte lo complementario y lo trasversal en lo que se puede llamar educación en valores", ha aseverado Argüello.

Sin embargo, Argüello reconoce que el Estado "también tiene derecho en hacer una propuesta". "El asunto es cómo el sistema haga una propuesta en la que el común de la ciudadanía pueda estar de acuerdo", ha apuntado.

Argüello cree que hay consenso en una propuesta de educación en valores que tenga como referencia la declaración universal de los Derechos Humanos, pero ve "más discutible" el acuerdo cuando ésta se asienta en los llamados derechos de la tercera y cuarta generación en la que se discuten las cuestiones antropológicas.

"Es muy importante respetar la libertad, las opciones de los diversos ciudadanos, este me parece el verdadero problema", ha señalado Argüello, que considera que, cuando el conflicto es irresoluble, "los padres tienen derecho a la información y tienen también derecho a autorizar o no la presencia de sus hijos en este tipo de actividades que son complementarias".

En cuanto a la reforma de la Ley educativa que prevé que la asignatura de Religión no cuente para nota ni tenga una materia alternativa, el secretario general de la CEE se ha mostrado convencido de que podrán tener un encuentro con la ministra de Educación, Isabel Celaá, para abordar esta cuestión.

Ha reiterado la posición de la Iglesia y ha subrayado la importancia de alcanzar una propuesta educativa que humanice y que ayude a formar ciudadanos que tengan capacidad de respetarse y colaborar al bien común.