El resultado fue lo de menos en el partido que enfrentó a las selecciones de Portugal y Uruguay, durante la novena jornada de encuentros en el Mundial de Catar. El protagonismo se lo llevó un espontáneo, que logró saltar al campo con una bandera de la paz y una camiseta reivindicativa, con mensajes contra la guerra de Ucrania y en defensa de los derechos de las mujeres iraníes. El aficionado, que recorrió el césped con la tela en la mano, fue reducido por los agentes y expulsado del estadio. 

Sucedió en el minuto 51, poco después del descanso. En un primer momento, se dijo que la insignia que portaba era la del colectivo LGBTI, por su estampado arcoíris. Luego trascendió que se trataba de la enseña de la paz, palabra que llevaba escrita en la parte central, pero en italiano (pace). En cualquier caso, todo apunta a que no fue algo casual y la defensa de la diversidad sexual, perseguida en Catar, podría estar implícita en el mensaje.

En la camiseta, customizada con el logotipo de Superman, incluía otras dos reivindicaciones. En la cara frontal, pedía "salvar a Ucrania". En la zona de la espalda, reclamaba "respeto para las mujeres iraníes", duramente reprimidas por su propio Gobierno. La bandera se le cayó al suelo, cuando era perseguido por las fuerzas de seguridad de Catar, y fue el arbitro, Alireza Faghani, quien la recogió del terreno de juego para reanudar el partido. 

El protagonista, un futbolista italiano

En sus redes sociales se define como un "pirata moderno" y no es la primera vez que tiene un gesto de este tipo. Se trata de Mario Ferri, el futbolista italiano que está detrás de la reivindicación. El deportista y activista ya había saltado al campo en el Mundial de Sudáfrica, concretamente en un partido de España, con el lema "paz en el mundo". También lo hizo en Brasil, hace ocho años, para pedir protección para "los niños de las favelas". Durante el conflicto entre Rusia y Ucrania, se desplazó a la frontera polaca para ayudar a las familias de refugiados que escapaban de la guerra. Ahora, en Catar, ha protagonizado una imagen que, sin duda, pasará a la historia de la competición.

La censura de la FIFA

Este acto de protesta viene después de que la FIFA amenazase a las federaciones con "sanciones ilimitadas" si seguían adelante con la idea de lucir el brazalete arcoíris en los encuentros del Mundial de Catar. Las selecciones de varios países europeos pretendían, con este movimiento, visibilizar las injusticias y la falta de derechos en el emirato, sobre todo en lo que atinge al colectivo LGBTI. A última hora, sufrieron el veto de la FIFA, que silenció sus reivindicaciones y anunció represalias tanto económicas como deportivas para los jugadores que intentasen sortear la censura.