Este artículo se publicó hace 6 años.
Violencia machistaLa mujer que fue disparada por su expareja en O Grove se encuentra fuera de peligro
El agresor tenía una orden de alejamiento desde el pasado 28 de agosto.
Pontevedra-
La víctima de la agresión machista registrada el miércoles en O Grove (Pontevedra) ha sido operada en Pontevedra para extraerle restos de la munición que tenía alojados en el cuello tras recibir los disparos de su pareja, de la que tenía orden de alejamiento, y no se teme por su vida.
La mujer, de 47 años, evoluciona favorablemente de sus heridas. "Está fuera de peligro y en fase de recuperación", ha explicado este jueves la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba.
Ha añadido que el calibre "muy bajo" del arma empleada por el agresor, un 22, evitó que hubiese "consecuencias más graves".
El autor de los disparos, que no tiene licencia de armas, se encuentra ingresado con pronóstico reservado en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde será operado para extraer las dos balas que tiene alojadas en el cráneo.
Está sedado y custodiado por las fuerzas de seguridad en el hospital vigués, aunque por ahora no está formalmente detenido, ya que fuentes cercanas al caso han señalado que ayer no estaba "en condiciones" de serle notificada su detención.
La investigación del caso, mientras tanto, continúa y la subdelegada ha explicado que desde el pasado 28 de agosto el agresor tenía una orden de alejamiento de su pareja, con la que había convivido "más de veinte años".
Esta situación, según Larriba, estaba "registrada y controlada" por el sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género (VIOGEN) y "seguida" por la Unidad de mujer y menores de la Guardia Civil.
El hombre, tras la denuncia de su mujer por violencia de género, abandonó el domicilio que ambos compartían en O Grove y regresó a su ciudad natal, Ourense, desde donde se desplazó para atentar contra su expareja.
"Lamentablemente no podemos estar en la cabeza del agresor", ha asegurado la subdelegada del Gobierno, que ha confirmado que a pesar de esa orden de alejamiento, el hombre conservaba una llave de la vivienda en la que ambos habían residido y donde se produjeron los disparos.
La víctima, tras ser herida en el cuello y en el cuero cabelludo, fue rescatada por la ventana de la vivienda por agentes de la Guardia Civil, y el agresor "se atrincheró" en una de las habitaciones, ha relatado la subdelegada, tras lo cual "se oyeron dos detonaciones".
No logró quitarse la vida a pesar de los dos disparos en la cabeza, y cuando la Guardia Civil logró acceder al domicilio lo encontraron "malherido" y tirado en el suelo.
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