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Las muertes por calor se triplicarán en Europa para el año 2100, según un estudio

La investigación señala el envejecimiento de la población como uno de los motivos que dispararán el número de fallecidos por altas temperaturas.

Imagen de archivo de varios turistas refrescándose en una fuente de Córdoba.
Imagen de archivo de varios turistas refrescándose en una fuente de Córdoba. Guillermo Morales / Europa Press

Un estudio publicado este jueves en la revista The Lancet Public Health prevé que se tripliquen las muertes por calor para el año 2100. Entre los motivos de este incremento, la investigación destaca el aumento de 3°C previsto por Naciones Unidas si continúan las emisiones de CO2 y el progresivo envejecimiento de la población, especialmente al sur de Europa.

Según prevé el estudio, que analiza 1.368 regiones de 30 países europeos, el paso del tiempo hará que cambie la proporción de muertes por temperaturas extremas, ya que el número de fallecidos por frío disminuirá ligeramente. En la actualidad, el índice de mortalidad por bajas temperaturas es hasta ocho veces mayor que los fallecimientos atribuibles a temperaturas cálidas.

Atendiendo a la mortalidad por grupos de edad y rangos de temperaturas, los investigadores estiman que las temperaturas cálidas y frías provocan 407.538 muertes en Europa cada año: 363.809 relacionadas con el frío y 43.729, con el calor. Según el modelo de estudio seguido, si la temperatura aumentara 3°C, tal y como señala la ONU, el número de muertes por altas temperaturas aumentaría hasta las 55.000 anuales, mientras que las que se producen por frío no variarían significativamente.

Respecto a los grupos de edad, las personas de más de 85 años son las más afectadas por las altas temperaturas, por lo que la tasa de mortalidad se dispararía en este grupo, que cada vez es más amplio debido al envejecimiento de la población. Los países más afectados por este incremento de los fallecimientos serían España, Italia, Grecia y partes de Francia, según el texto.

Los autores del estudio, sin embargo, reconocen que la investigación cuenta con algunas limitaciones, ya que la mayoría de personas observadas vivían en entornos urbanos –con la actividad y niveles de estrés que ello conlleva, entre otros factores– y no se tenían en cuenta características como el género o la etnia.

¿Cómo evitar las consecuencias del calor?

La investigación también apunta a una ligera mejora de la adaptación de la población europea al calor, lo cual, señala, puede deberse a que se han tomado más medidas en las viviendas para combatir los cambios de clima, además de un notable incremento de los conocimientos y las infraestructuras en el ámbito sanitario. Sin embargo, no todas las personas y barrios gozan de las mejoras enumeradas.

Para mitigar el efecto mortal del calor, las medidas deberían de ir dirigidas a las personas más vulnerables, atendiendo especialmente a las características socioeconómicas de las mismas. Mejorar la adaptabilidad de las viviendas y edificios de trabajo a los cambios de temperaturas, aumentar la inversión en infraestructura sanitaria y crear planes de preparación para el calor y el frío son algunas de las recomendaciones de los investigadores para reducir la mortalidad ante el progresivo aumento de las temperaturas. 

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