La formación autonómica Más Madrid ha presentado este martes un recurso ante el Tribunal Administrativo de Contratación de la Comunidad de Madrid en el que denuncia la adjudicación a dedo de un contrato de mantenimiento de casi 600.000 euros al Hospital Enfermera Isabel Zendal. El acuerdo se concedió en plena Nochebuena, sin concurso ni publicidad, y la empresa beneficiaria fue Serveo, anteriormente conocida como Ferrovial. Esta compañía  ya había recibido dinero público previamente en otras licitaciones de similares características.

El convenio se fraguó bajo la excusa del "procedimiento de emergencia", modelo que Isabel Díaz Ayuso ha utilizado en numerosas ocasiones para otorgar contratos públicos sin necesidad de sacarlos antes a concurso. Mónica García, líder del partido que interpone la denuncia, lamenta que la presidenta madrileña despilfarre unos recursos que "podrían haber ido para 300 pediatras o para construir tres centros  de salud".

En esta denuncia, presentada junto a la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) y a la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), se solicita la nulidad del contrato y se exigen responsabilidades. "La Comunidad de Madrid tiene que dejar de utilizar el Hospital Isabel Zendal como oficina de contratación y realizar los procesos como marca la ley de contratos del sector público", ha señalado Mónica García.

No es la primera vez que Más Madrid critica este tipo de actuaciones por parte de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Ayuso. "En Madrid hemos cambiado pediatras por contratos a dedo, médicos de familia por favores a empresas amigas y chapuzas en los centros de salud por chanchullos en el Zendal", asegura la dirigente del partido. 

Un largo historial

Las peripecias de Ayuso para obsequiar con dinero público a las empresas amigas no son una novedad. En julio, Público desvelaba que el Gobierno autonómico del Partido Popular había pagado 600.000 euros en un contrato sanitario cuya ejecución todavía se desconoce. El objetivo del convenio era dotar de sistemas de conteo a los centros de salud, para limitar los aforos, pero no existen pruebas de su instalación.

También en 2020, justo cuando empezaba a circular el coronavirus, la empresa Serveo, cuestionada por esta última adjudicación, recibía un millón de euros en licitaciones para el mantenimiento del Zendal. En noviembre de ese mismo año se renovó, también sin concurso público, el acuerdo con la empresa de seguridad encargada de vigilar las mismas instalaciones. Un sinfín de recursos movilizados que para nada se reflejan en el funcionamiento del hospital, donde a pocos pacientes que llegan, irrumpe el colapso.