Más de la mitad de los niños que viven en países en conflicto se ven obligados a interrumpir su educación hasta dos años
Un estudio elaborado por Plan Internacional señala que hay "diferencias significativas" por género en el acceso a los recursos, la sensación de inseguridad y el impacto psicosocial de los conflictos, que son mayores en las mujeres.
Madrid-Actualizado a
Más de la mitad de los niños y niñas que viven en países en conflicto se ven obligados a interrumpir su educación hasta dos años. En un informe, presentado este martes por Plan Internacional de cara al Día Internacional de la Niña, se señala que si bien ellas dejan de estudiar en mayor medida por el cierre o destrucción de las escuelas, la violencia y el matrimonio infantil, los niños lo hacen para buscar empleo y mantener a la familia.
El estudio en cuestión se ha denominado Still We Dream: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto y se ha construido a partir de 9.995 encuestas a niños, niñas y jóvenes de entre 15 y 24 años en 10 países donde Plan International trabaja (Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano, Mozambique, Nigeria, Filipinas, Sudán, Ucrania, y un país que no se puede nombrar por razones políticas) junto a 104 entrevistas en profundidad.
La ONG destaca que hay "diferencias significativas" por género en el acceso a los recursos, la sensación de inseguridad y el impacto psicosocial de los conflictos, que son mayores en las mujeres. Los hombres jóvenes suelen ser quienes tienen más riesgo de ser reclutados para participar en los combates, mientras que las niñas y mujeres se enfrentan al trauma y las secuelas de la violencia sexual.
"Nuestro estudio demuestra que todos los niños, niñas y jóvenes sufren en los conflictos, pero las niñas y mujeres jóvenes tienen menos acceso a recursos básicos, viven con mayor miedo y más expuestas a la violencia sexual, y expresan más estrés emocional. Reconocer cómo el conflicto impacta de forma diferente según el género es clave para ofrecer una respuesta adecuada y promover la igualdad y la participación en los procesos de paz", ha señalado la directora de Plan Internacional, Concha López.
Un 27% de las niñas, con miedo continuo a la violencia sexual
Una de cada cuatro niñas, es decir un 27% de ellas, presenta un miedo constante a la violencia sexual, en contraposición al 17% instaurado en los hombres. Según advierte la institución, la violencia sexual se utiliza sistemáticamente como arma de guerra con "consecuencias devastadoras y de por vida para las niñas y las mujeres jóvenes". El informe también señala que al 22% de los niños y hombres jóvenes encuestados se les ha pedido unirse a grupos armados, comparado con el 14% de las niñas. Las razones van desde la falta de empleo, la necesidad de protección y el deseo de venganza. Un 33% afirma haberse unido voluntariamente.
Sin recursos y con mucha inseguridad
Mientras que el 44% de las niñas, niños y jóvenes asegura tener acceso nulo o limitado a alimentos, el 59% se enfrenta a dificultades similares en el acceso a la electricidad sumado al 41% carece de acceso adecuado al agua. En general, el 38% de las niñas, niños y jóvenes temen por su vida, el 46% debido al riesgo de tiroteos, y el 30% por los ataques aéreos. En este sentido, tanto niñas como niños reportan "niveles preocupantes de estrés y ansiedad", incluyendo trastornos del sueño e intranquilidad constante a lo que se agrega el acceso limitado a los servicios de salud mental, sexual y reproductiva. De hecho, según esos hallazgos, un 58% de las encuestadas viven con angustia crónica frente al 49% de los hombres.
No obstante, a pesar de los datos que revela este estudio, las niñas, niños y jóvenes siguen confiando en un futuro de paz. Un 65% aboga por los diálogos de paz, con un 45% de las mujeres jóvenes que apoya la participación juvenil, y un 39% que destaca la importancia de que niñas y mujeres jóvenes tengan un papel activo en estos procesos. Aprovechando esta información, Plan Internacional ha recordado que 2024 está siendo un año "especialmente marcado por las crisis y conflictos en muchos lugares del mundo", con casi 300 millones de personas que necesitarán asistencia humanitaria.
Por ello, la organización he hecho un llamamiento urgente a todas las partes involucradas para proteger a las niñas y la juventud en zonas de conflicto. En concreto, recomienda implementar un alto el fuego inmediato, detener y condenar todas las violaciones graves contra niñas y niños, apoyar una educación segura e inclusiva y, finalmente, orientar la ayuda humanitaria asegurando el acceso igualitario a alimentos, agua y refugio.
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