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Migraciones #United4Med, una iniciativa para volver a salvar vidas en el Mediterráneo

La ONG Proactiva Open Arms, la plataforma ciudadana italiana Mediterranea y Sea Watch se unen en una alianza para fortalecer los rescates de personas refugiadas y migrantes en el Mediterráneo Central

El barco de rescate de Proactiva Open Arms, en el Mediterráneo central.- REUTERS/ARCHIVO

A pesar de la intensa campaña de criminalización que los gobiernos europeos han vertido contra migrantes y refugiados, así como contra las organizaciones humanitarias en el Mediterráneo central y la voluntad de imponer el silencio sobre lo que allí sucede, Proactiva Open Arms, Sea Watch y la plataforma ciudadana Mediterranea han puesto en marcha una campaña de “desobediencia civil, pero de obediencia moral” y, a pesar de las trabas de los distintos gobiernos europeos, así como de la Unión Europea, han decidido continuar trabajando en favor de los derechos humanos y forjar una alianza.

La alianza, que lleva el nombre de United4Med, tiene sus fundamentos en tres principios pertenecientes a la Carta de Derechos Humanos, recordados por Óscar Camps, director de Proactiva: la dignidad humana es inviolable, todas las personas tienen derecho al asilo y todas las personas tienen derecho a protección en caso de devolución. En España, esta alianza cuenta, de momento, con Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza.

"Hemos esperado para que ningún gobierno pudiese poner trabas a la salida de los buques de salvamento"

Se ha esperado a presentarse ante los medios de comunicación y la sociedad civil hasta que los barcos de las tres organizaciones no han estado operando en aguas internacionales. “Nos hemos esperado para que ningún gobierno pudiese poner trabas a la salida de los buques de salvamento, cosa que hubiese pasado de haberse sabido la iniciativa”, ha dicho Camps.

Después de un verano en el que Matteo Salvini, ministro de Interior italiano, cerrase los puertos a los barcos de las organizaciones que actúan en el Mediterráneo central, ahora el problema empieza a ser otro: la existencia de un agujero negro en las señales de aviso. “No sabemos por qué, pero no nos están llegando las señales de aviso. Muchos de los barcos mercantes salen sin señal, lo cual es increíble, ya que por la ruta entre el Canal de Suez y Gibraltar pasan una media de 250 barcos al día, un total de 97.000 mercantes al año”, asegura el director de Proactiva.

Desde Proactiva Open Arms, así como des de Mediterranea y Sea Watch, se anima a las ciudades europeas, movimientos, organizaciones, ciudadanos y ciudadanas para forjar una alianza civil contra las políticas antiinmigración. #United4Med pretende hacer un frente común contra “la barbarie que está acabando con la idea de Europa y recuperar las bases fundacionales de la Unión Europea”.

Los representantes de las organizaciones de salvamento Proactiva Open Arms (España), Oscar Camps (c), de Mediterránea (Italia), Giorgia Linardi (i) y de Sea Watch (Alemania), Erasmo Palazzoto (d), durante la rueda de prensa.-EFE

Los representantes de las organizaciones de salvamento Proactiva Open Arms (España), Oscar Camps (c), de Mediterránea (Italia), Giorgia Linardi (i) y de Sea Watch (Alemania), Erasmo Palazzoto (d), durante la rueda de prensa.-EFE

Criminalización de las organizaciones humanitarias

A principios de junio, la justicia italiana archivó de manera definitiva la causa judicial que acusaba a Open Arms de favorecer la inmigración ilegal y la organización criminal. Sin embargo, a pesar de que la causa está archivada, la justicia italiana podría continuar investigando al Open Arms.

Otra de las campañas de criminalización es la que ha llevado al secuestro del Aquarius, que está en Marsella acusado de verter residuos tóxicos al mar, hecho que Giorgia Linardi, portavoz de Sea Watch y que ha pasado nueve meses en el Aquarius, ha desmentido categóricamente.

Campaña del silencio

Además de la campaña de criminalización, los representantes de Proactiva, Sea Watch y Mediterranea constatan que se está llevando a cabo una campaña del silencio. Linardi asegura que “la Unión Europea está pagando millones de euros a Libia para supuestamente estabilizar el país, pero en realidad todo ese dinero va hacia el Ministerio de Interior, al control de los migrantes (…) de hecho, este es el origen de organizaciones como la nuestra. En 2015 no había nadie salvando vidas en el Mediterráneo, y la gente, la sociedad civil se empezó a preguntar qué estaba pasando, porque nadie creía las historias que se contaban desde la Unión Europea”. Así es como nacieron Sea Watch y Proactiva Open Arms.

En los últimos cinco años ha habido 17.000 muertes en el Mediterráneo

Tres años más tarde, el silencio continúa siendo una de las estrategias de la Unión Europea para desviar la atención sobre lo que pasa en el Mediterráneo Central. “Las instituciones europeas han hecho todo lo posible desde el ámbito político y judicial para eliminar la presencia incómoda de estas organizaciones”, sentencia Linardi.

Para hacer frente a esta situación, Erasmo Palazotto, de Mediterranea, apela a la misión simbólica de la sociedad y destaca la importancia de poner en marcha una estrategia “desde tierra” para cambiar la percepción de la opinión pública y demostrar qué está pasando verdaderamente en el mar “para romper con las narrativas oficiales que se usan para generar miedo entre la población”.

Más de 2.000 muertos en 2018

En lo que llevamos de año, en el Mediterráneo han muerto más de 2.000 personas según los datos oficiales, aunque las organizaciones coinciden en que la cifra real es mucho más alta. En los últimos cinco años se habla de más 17.000 muertes. En septiembre de 2018, una de cada cinco personas que intentaron cruzar el Mediterráneo murió ahogada; ha sido el mes más mortífero registrado hasta el momento.

Durante todo el verano, que es cuando se producen más llegadas tanto en el Mediterráneo Central como en la frontera sur, la Unión Europea ha mirado hacia otro lado y ha insistido en el discurso sobre la necesidad de externalizar las fronteras, pero lo cierto es que negociando con Trípoli lo que hace es armar grupos militares para que controlen las fronteras, tal y como se hizo durante la campaña electoral italiana, en la cual se pagó a milicias libias armadas con la intención de frenar el flujo de personas que llegaban a las costas italianas.

En estos momentos, una de las misiones de la Unión Europea pasa por la legitimización de uno de los gobiernos en Libia (hay tres gobiernos que se autoproclaman legítimos: dos en Trípoli y uno en Tobruk), pero lo cierto es que desde 2011 Libia es un estado fallido en situación guerra civil. Si bien hay elecciones generales convocadas en el país africano para el próximo 10 de diciembre, la realidad es que el país continúa controlado por las milicias armadas que se han dividido el territorio. Desde Proactiva, Sea Watch y Mediterranea no hay esperanzas en que estas elecciones hagan mejorar la situación, al contrario: es probable que la empeoren.

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