A raíz de la pandemia, la saturación del sistema sanitario en Catalunya, especialmente de la Atención Primaria, está en el foco. Hace un año, los sanitarios protagonizaban una huelga masiva para protestar contra agendas sobrecargadas, la falta de personal y las listas de espera, consecuencias de años de infrafinanciación y el impacto de la covid-19.

Las movilizaciones encauzaron unas negociaciones con la Generalitat que han dado fruto en forma de varios acuerdos y planes para dar respuesta a las demandas de un personal sanitario quemado.

Sin embargo, un año después los profesionales no observan grandes cambios en la situación en medio de un nuevo pico epidémico que vuelve a saturar los centros de salud.

Precisamente uno de los últimos resultados de las negociaciones fue, hace pocas semanas, la firma del nuevo convenio laboral del Institut Català de la Salut (ICS) con los sindicatos CCOO, UGT, Metges de Catalunya y SATSE.

Aunque responde a una demanda de años de mejora de las condiciones laborales, ha generado malestar por los "agravios comparativos" entre las distintas categorías sectoriales, especialmente, entre médicos y enfermeras. Precisamente este colectivo convocó una huelga indefinida a mediados de diciembre, todavía activa, que ha forzado a la Generalitat a negociar mejoras.

"Ha generado mucho malestar y ruptura entre colectivos profesionales, sobre todo en primaria, donde el trabajo en equipo es clave y eso lo dificulta", explican a Público fuentes del Fòrum Català d'Atenció Primària (FoCAP).

En este contexto, se ha recibido con cautela y cierta sorpresa el anuncio de Salut sobre la creación de una nueva figura, denominada "referente asistencial", que hará de enlace entre centros de salud (CAP) y hospitales para reducir las listas de espera. "El gran objetivo de 2024 será mejorar la relación entre la primaria y el hospital", afirmó el conseller en la entrevista en la ACN donde lo avanzó.

Temor por las jubilaciones

Pese a coincidir en que la coordinación entre primaria y hospital es uno de los problemas de base del sistema sanitario en Catalunya, los colectivos consultados por Público dudan de que ésta sea la solución.

"No mejorará el problema de fondo, son necesarias medidas más profundas. Nos preocupa que se aborde así", lamentan desde el FoCAP. Precisamente uno de los problemas estructurales que señalan, desde hace tiempo, es la falta de profesionales.

"No hay nuevas contrataciones, en todos los centros falta algún profesional, ya sea por jubilación, por bajas...", señala Lourdes Franco, secretaria de atención primaria ICS de Metges de Catalunya.

Precisamente, la mejora de las condiciones laborales se planteaba como condición para atraer y retener a profesionales jóvenes ante la jubilación de miles de médicos en los próximos años.

"Tenemos un déficit de profesionales, en primaria y hospitales, y aunque el nuevo acuerdo mejora un poco [las condiciones laborales], no nos hace ser muy competitivos con el resto de las comunidades autónomas y Europa", insiste Franco.

Reducir las demoras y rechazos de las derivaciones

La nueva figura de referente asistencial propuesta por el Departament de Salut quiere responder a una problemática que ya denunciaban los sanitarios el año pasado y que sigue: la falta de respuesta de los especialistas, además de las demoras.

Estos referentes serán profesionales de la atención primaria, pactados con los hospitales, y harán seguimiento de las pruebas y consultas que soliciten los CAP.

"Antes cuando derivabas un paciente al especialista sabías que le vería, que te daría una respuesta. Ahora no. Pueden pasar uno, dos, o tres meses, y que entonces el especialista considere que todavía no tiene que verla", explicaba a Público Xavier Lleonart, secretario general de Metges de Catalunya.

Con la nueva figura, Balcells quiere cerrar la puerta a esto. "Cuando se envíe un paciente, será recibido. No se le devuelve diciendo que no procede. Es una de las mayores indignaciones que hay en el CAP", reconocía Balcells a la ACN.

Mejorar el acceso a una atención primaria saturada

Esta nueva medida, aún pendiente de concreción, se suma a otros planes que Salut puso en marcha en 2023 con el objetivo de rebajar las listas de espera y mejorar el acceso a una atención primaria muy saturada.

Con una inyección de 110 millones de euros enmarcada en los presupuestos, quería asegurar que a finales de año el 70% de los pacientes consiguieran visita en el CAP en menos de cinco días, y el 90%, en 10 días.

Esto todavía no es una realidad, y Balcells ha reconocido que aunque se tarda menos en acceder a una cita, todavía falta mejorar y hay diferencias territoriales.

Esta reducción de la espera era un compromiso alcanzado con los Comuns en el acuerdo de presupuestos, que ante la negociación de las próximas cuentas aprietan para que se cumpla.

Con datos de septiembre, los últimos disponibles, el acceso a la consulta del médico de familia se situaba en el 64% en cinco días y en el 81% en diez días. Con el pico epidémico de gripe y covid-19, Metges de Catalunya ve "imposible" que estos datos hayan mejorado.

"Hemos visto listados de compañeros con 10, 15 o 20 personas citadas a la misma hora, y agendas de 60, 80 o 100 personas apuntadas en un mismo turno. De esta forma de trabajar se resiente todo el mundo", alerta Franco.

Según el sindicato, conseguir los objetivos era "complicado" sin nuevas contrataciones de profesionales sanitarios. "Mejorar los números sobrecargando más a las médicas y haciéndoles hacer más horas es un mal juego", apunta Franco. El FoCAP coincide en que "se está abordando de forma superficial la parte organizativa, pero el gran problema son los recursos humanos".