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La Iglesia aparta a un sacerdote acusado de agredir sexualmente a dos de sus sobrinas en Ourense

El Obispado de la región ha tomado esta medida cautelar después de que se haya abierto una investigación contra el religioso, que además tiene una orden de alejamiento de 500 metros de las hijas de su hermano.

Una de las dos hermanas de Ourense que han denunciado a su tío, sacerdote, por abusos y agresiones de carácter sexual, en su caso desde la niñez hasta los 17 años.
Una de las dos hermanas de Ourense que han denunciado a su tío, sacerdote, por abusos y agresiones de carácter sexual, en su caso desde la niñez hasta los 17 años. Brais Lorenzo / EFE

El Obispado de Ourense ha apartado provisionalmente a un sacerdote de sus responsabilidades en diversas parroquias y otras actividades, debido a una investigación en curso tras ser acusado de agredir sexualmente a dos de sus sobrinas.

La Diócesis emitió un comunicado breve en el que explicó que esta decisión fue tomada de acuerdo con los procedimientos actuales establecidos por la Santa Sede y la Confederación Episcopal Española, ya que el sacerdote está "incurso" en un proceso judicial por este delito.

El sacerdote de Santiago de Corneda y San Esteban de Cangués, en la comarca de O Carballiño, tiene una orden de alejamiento, por la cual no puede aproximarse a menos de 500 metros de donde se encuentren las hijas de su hermano, que han puesto dos denuncias independientes tras acusar al religioso de estas agresiones sexuales realizadas de manera continuada.

El "largo camino" de una de las jóvenes

Una de las jóvenes ha relatado que "fue un camino largo" el que anduvo hasta dar nombre a las vivencias por las que ha pasado, y no en solitario, detalle que supo más tarde, según recoge la agencia EFE. En su caso, ha explicado que ha sido vítima de su tío desde la niñez hasta los 17 años. La nueva y completa denuncia que formalizó la semana pasada en la comisaría de la Policía Nacional de su ciudad recoge las violaciones y demás vejaciones, los "horribles recuerdos" que provocaron en ella un inaguantable dolor psicológico y físico.

La mayor de las víctimas tiene 31 años y lamenta no haber tenido "momentos felices" en su infancia

Ha agregado que lo peor ha sido que el sacerdote siguiera ejerciendo hasta la tarde de este lunes, estuviera "en contacto con menores" y tuviera cargos de responsabilidad en el seno de la Iglesia católica, a la cual han presentado una denuncia canónica ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Ahora, la mayor de las víctimas tiene 31 años y ha lamentado no haber tenido "momentos felices" durante su infancia y adolescencia.

La Diócesis ha añadido que, por respeto a las actuaciones judiciales en curso, a la intimidad de las víctimas y a la presunción de inocencia del investigado, no realizará ninguna manifestación adicional al escrito publicado hasta que finalice el procedimiento judicial.

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