El hombre citado por la Policía Nacional por supuestamente convocar la protesta de Nochevieja en la sede del PSOE, donde se apaleó un muñeco de Pedro Sánchez, ha prestado declaración este miércoles ante los agentes en calidad de investigado no detenido.

En sus declaraciones, ha admitido que organizó la protesta, pero dice que lo hizo como "un favor" a Revuelta, una organización juvenil en la órbita de Vox. "A mí los de Revuelta me pidieron el favor y lo hice", se ha limitado a declarar a los periodistas a su entrada en las dependencias de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional de Madrid.

El investigado ha asegurado que, a pesar de convocar la protesta, no pudo acudir por encontrarse "indispuesto" y que, por tanto, desconoce "quién hizo y golpeó el muñeco", según fuentes policiales.

Tras cerca de una hora en el interior de la comisaría, el hombre ha salido en un vehículo azul, sin detenerse a explicar el contenido de su declaración ante la Policía.

El cuerpo armado remitirá ahora el atestado al juzgado y se analizará si es pertinente llevar a cabo nuevas labores de investigación. La Policía Nacional pospuso del martes 2 de enero a este miércoles —tres días después de la polémica— su toma de declaración en el complejo policial madrileño.

'Las uvas en Ferraz'

La protesta de Nochevieja, como las que se vienen celebrando desde hace casi dos meses junto a la sede socialista de la madrileña calle de Ferraz, tuvo como protagonista a un muñeco vestido con traje y nariz de Pinocho al que algunos de los participantes, jaleados por los asistentes, colgaron y golpearon hasta romperlo.

En un mensaje compartido en la cuenta de X de la organización juvenil Revuelta, se explica así lo sucedido: "Tras las campanadas, dos manifestantes colgaron una piñata gigante del golpista Pedro Sánchez, que había pasado los habituales controles policiales en las entradas a Ferraz, rellena de turrones para golpearla. Fin de la historia".

Posible delito de odio, según el PSOE

El PSOE destacó que lo ocurrido en las proximidades de su sede federal "puede estar incluido dentro de un delito de odio", por lo que está estudiando "todas las vías legales" contra los participantes, organizadores y presentadores de la retransmisión que se hizo de la protesta en un canal de YouTube.

María Jesús Montero, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda, ha señalado al PP por "ligar su suerte a la de la extrema derecha" y ser "incapaz" de condenar los actos de Ferraz.

Por su parte, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, en una entrevista en RNE, ha calificado los hechos de "intolerables en democracia" y ha urgido a Alberto Núñez Feijóo a condenar estos actos "que incitan al odio". Sin embargo, ha asegurado que no cree que lo ocurrido suponga un delito de odio.