Este artículo se publicó hace 5 años.
PrimiciaLos hijos de Juana Rivas sufren maltrato "grave", según el servicio de salud público
La psicóloga que atendió a los menores remitió su informe a la Junta de Andalucía e informó a la Fiscalía de Menores. Pese a ello, la juez ha rechazado la petición de medidas cautelares solicitadas por la madre aduciendo que no existía ningún "dato o
Marisa Kohan
Madrid--Actualizado a
Un informe del servicio de salud mental público andaluz dictamina que los hijos de Juana Rivas están siendo víctimas de un maltrato "grave", tal como refleja el informe oficial remitido por dicho servicio a la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, al que ha tenido acceso Público.
La responsable del servicio de salud mental de la localidad de Atarfe, que evaluó a los menores los días 10 y 11 de julio, puso en marcha de oficio el Sistema de Información sobre Maltrato Infantil de Andalucía (SIMIA), tal como establecen los protocolos que deben hacer todos los profesionales de la sanidad pública andaluza cuando detectan un posible caso de malos tratos a menores. Los hijos de Juana Rivas habían llegado a su consulta derivados por la pediatra del Servicio Andaluz de Salud. Además de poner en marcha el informe SIMIA, la psicóloga puso estos datos en conocimiento de la Fiscalía de Menores el pasado 19 de julio para que el ministerio público tuviera conocimiento de los hechos.
Tras conocer la valoración de la psicóloga, Juana Rivas presentó el pasado 22 de julio una nueva denuncia contra su expareja, Francesco Arcuri. En ella solicitaba juzgado de instrucción número 3 de Granada, la adopción de medidas cautelares para proteger a sus hijos, evitando que tuvieran que volver a Italia con su padre el próximo 14. Los menores se encuentran desde el pasado 9 de junio de vacaciones en Granada con su madre.
El pasado día 2 de agosto, el juzgado denegó la petición de Rivas. En el auto, la jueza Manuela de la Torre afirmaba que este juzgado no era competente para tratar una causa que se estaba llevando a cabo en Italia y basaba su negativa en el hecho de que no existía ningún "dato objetivo en que pueda apoyarse la existencia de dicho riesgo" para la vida y la integridad de los menores.
Aunque la denuncia de Juana Rivas citaba la existencia de este informe psicológico y la jueza afirma que antes de emitir su dictamen consultó con la Fiscalía, el auto no hace ninguna referencia a la existencia de este estudio del servicio de salud mental.
El informe elaborado por la psicóloga de Atarfe, localidad que engloba entre otros al municipio de Maracena, donde residen Rivas y sus hijos, y al que ha tenido acceso Público es contundente. Tras entrevistarse con la madre, examinar documentación clínica de los menores y de evaluarlos en dos entrevistas separadas (el 10 julio al menor de cinco y al día siguiente al mayor de 13) califica los malos tratos a los que están expuestos como "graves" (en una escala que va de leve, moderado o grave).
El informe con conclusiones más duras es el que realiza al mayor de los hijos, que en la actualidad tiene 13 años. La psicóloga encuentra en el menor reacciones de temor y de miedo ante estímulos sociales, actitud silenciosa y manifestación de tristeza sin motivos aparentes. Además, la especialista marca la casilla que indica que el menor sufre amenazas de castigos extremos.
En la entrevista mantenida con el menor éste explica que cuando llegó de Italia le dolía mucho la muñeca derecha y la cabeza "y todo lo relaciona con el trato que le da su padre", explica la especialista en su informe. El niño relata que su padre le dice palabrotas como "hijo de puta y otras que el niño dice en Italiano, que soy como mi madre... me retuerce la muñeca o me tira un taburete y lo estrella en la pared... por tonterías".
Riesgo de continuar la relación familiar actual
Según el relato de la psicóloga, el niño manifiesta que le gustaría que lo ayudaran "pero que hasta ahora nadie lo ha ayudado. Le pregunto el motivo y dice que cree que no le creen por que piensan que él dice lo que su madre le dice que diga. Eso lo niega. dice que ha escrito unas cartas en las que cuenta lo que le pasa para ver si le ayudan".
El informe relata que en niño refiere haber tenido síntomas como cefaleas y dolor de estómago y problemas de sueño que han ido cediendo desde que está en Maracena, síntomas que la psicóloga identifica con posibles somatizaciones de ansiedad. El menor relata que sus temores nocturnos están relacionados con "que nos muriéramos en el campo y le pasara algo a mi hermano".
La psicóloga ve en el menor una respuesta emocional contenida: "Ni llora, ni sonríe en relación al discurso, ni si le hago bromas"
En la exploración la psicóloga observa un tic ocular y una respuesta emocional contenida. "Ni llora, ni sonríe en relación al discurso, ni si le hago una broma". Ante estos síntomas la especialista indica que "sería aconsejable su seguimiento en un servicio de salud mental". Respecto al hecho de que en Italia esté siendo tratado por otra psicóloga, "el niño refirió que con ella no habla de esto que él me ha contado".
En base a este análisis, la psicóloga indica que procede informar a los organismos competentes "por el riesgo que pueda suponer para su integridad física y psicológica continuar con la convivencia familiar actual".
Magulladuras y moratones en el menor
Con respecto a menor de los hijos, que hoy cuenta con cinco años, la evaluación psicológica refleja haber encontrado magulladuras o moratones diversos y en distintas fases de cicatrización, comportamiento apático e inhibición en el juego, entre otros aspectos.
La exploración, al igual que la de su hermano refleja un cuadro de malos tratos "grave". En la entrevista individual el niño afirma que no quiere ir con su padre "porque me pega y me tira de los brazos y me tira por la escalera... se lo he contado a muchas personas pero ninguna me han ayudado". "También me tira al suelo y me hace dormir en el suelo", explica el menor.
La psicóloga refiere que, tal como explica la madre, el menor tiene ataques de rabia y de agresividad hacia la madre y el hermano y que se niega a hablar con el padre cuando éste llama por teléfono. Igual que en el caso de su hermano, la psicóloga considera necesario un seguimiento en los servicios de salud mental e informar a los organismos competentes de la situación de riesgo que puede suponer para su integridad física continuar la actual convivencia familiar.
En manos de la Audiencia de Granada
Ante la denegación de las medidas cautelares por parte del juzgado de instrucción número 3 de Granada, Juana Rivas interpuso un recurso ante la Audiencia Provincial de Granada. En este escrito, vuelve a solicitar medidas cautelares hacia sus hijos, como la retirada del derecho de visita y custodia de los menores por parte de su padre. Rivas solicitaba también que esta custodia pasara a ella, a la abuela materno, o en su defecto, a algún organismo oficial. La audiencia de Granada deberá decidir en los próximos días sobre el caso.
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