La Gerencia Asistencial de Atención Primaria, a cargo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, "ha decidido romper el seguimiento de esta situación y no reunirse más con los representantes de los médicos de familia y pediatras de Madrid". Así lo ha explicado el sindicato médico AMYTS este mismo miércoles a través de un comunicado, donde ha puesto de relieve "el momento extremadamente delicado" en el que se encuentran los centros de salud de la Comunidad de Madrid. 

Tras casi cuatro meses de huelga, los médicos de Atención Primaria firmaron en 2023 un acuerdo de mínimos con la Consejería para desconvocar los paros. Dicho pacto, que se alejaba considerablemente de "los estándares que habían estipulado inicialmente –como la contratación de nuevos profesionales o acabar con la infrafinanciación del SERMAS–", tal y como reconoció el sindicato en su momento, contemplaba una serie de reuniones bimensuales para evaluar su cumplimiento. Encuentros que la Gerencia ha decidido dar por finalizados unilateralmente. 

Pese a tener agendada una reunión en octubre tras la pausa del verano para continuar tratando este "importante y delicado asunto", la Gerencia de Atención Primaria ha decidido romper poner fin al diálogo abruptamente y dar por finalizada esta colaboración alegando que, por su parte, "consideran cumplido el 95% de lo tratado", señala en una conversación con Público Isabel Vázquez, presidenta del Sector de Atención Primaria de AMYTS y miembro del comité.

Si bien es cierto que los aspectos económicos se han solucionado (aunque solo para el gremio médico y no para el resto de profesionales), "no se ha avanzado en la desburocratización, ni se ha acabado con el desbordamiento de las agendas alcanzando el tiempo mínimo de 10 y 15 minutos acordado para garantizar una atención segura y de calidad a los pacientes", indican desde AMYTS. Es decir, que el núcleo del conflicto "no se ha resuelto", insiste Vázquez.

La doctora recuerda que a las reuniones se llevaron agendas de compañeros con hasta 57 y 61 pacientes diarios, y que han recabado información de unos 151 centros de salud donde no se cumplen los acuerdos. "De base, la plantilla no está bien dimensionada. Aparte, hay muchas ausencias, vacantes sin cubrir de larga duración. Esto hace que las agendas se sobrepasen y es algo que al paciente no le debería afectar, la gente no se deja de poner enferma. La solución para poder asistir a todo el mundo está pasando por recurrir a turnos de horas extras que dependen de la voluntariedad de cada profesional", lamenta Isabel Vázquez.

Público se ha puesto en contacto con la Consejería de Sanidad, pero todavía no ha recibido respuesta. Por su parte, desde el sindicato AMYTS explican que si bien hoy por hoy no hay sobre la mesa una propuesta de huelga, no se descartan otras vías como la judicial. "La alternativa puede ser el que cada profesional vaya interponiendo denuncias de su situación, advirtiendo de que no se están cumpliendo los acuerdos. Además, desde el punto de vista de riesgos laborales también tendremos que ver lo que está pasando. Este volumen de trabajo está afectando inevitablemente a los trabajadores", apunta Vázquez.