Este artículo se publicó hace 8 años.
El exsecretario de las infantas dice que los proyectos de Nóos tenían "repercusión económica" para Urdangarin y Torres
Carlos García Revenga ha asegurado que aceptó ser tesorero de Nóos para que la infanta Cristina no se pusiera en ese cargo. Sin embargo, se ha desvinculado de cualquier actividad: "No tuve ninguna intervención más allá de algunas cosas que solicitaron mi ayuda". Ha añadido que no asistió a ninguna junta del Instituto.
PALMA.- El exsecretario de las infantas Cristina y Elena, Carlos García Revenga, ha explicado este miércoles ante el tribunal que juzga el caso Nóos que Iñaki Urdangarin perseguía el "beneficio social" con la actividad del Instituto Nóos, "aunque también tenía, evidentemente, su parte lucrativa".
El asesor de la Casa Real al servicio de doña Cristina desde 1993 a 2015, ha explicado en su declaración como testigo en la vista del caso Nóos que los proyectos de la asociación sin ánimo de lucro de Urdangarin y su socio, Diego Torres, tenían "una repercusión económica para ellos".
García Revenga ha asegurado también que aceptó ser designado tesorero del Instituto Nóos para que doña Cristina no ocupara ese cargo, aunque se desvincula de las actividades de la entidad presidida por el marido de la infanta: "Fui tesorero en el Instituto Nóos pero no tuve ninguna intervención más allá de algunas cosas que solicitaron mi ayuda".
Preguntado sobre los foros sobre turismo y deporte celebrados en Palma en 2005 y 2006 por los que Nóos cobró unos 2,3 millones de euros del Govern balear, el testigo ha explicado que el marido de la infanta le explicó que fueron un "éxito".
"Deduje que el éxito debía ser en todos los sentidos, en todos los aspectos", incluido el económico, ha manifestado García Revenga, que fue tesorero del Instituto Nóos porque se lo pidió Urdangarin, de quien se considera amigo, igual que de su esposa.
Ha relatado que sus intervenciones en las actividades de Nóos se referían casi exclusivamente a sus tareas de coordinación de las actividades oficiales de doña Cristina y su marido, y ha hecho hincapié en que entonces desconocía que esa entidad era una asociación sin ánimo de lucro. "Todavía no sé en la actualidad si todas las fundaciones son sin ánimo de lucro", ha declarado García Revenga, que ha agregado que nunca participó en juntas del instituto y que una firma atribuida a él que aparecía en un acta había sido falsificada.
El que fuera secretario de las infantas aceptó ser designado tesorero del Instituto Nóos porque se lo pidió Iñaki Urdangarin pero no ejerció como tal y no hubiera aceptado si hubiera tenido que llevar las cuentas de la entidad.
"Fui tesorero en el Instituto Nóos pero no tuve ninguna intervención más allá de algunas cosas que solicitaron mi ayuda", ha afirmado García Revenga durante su comparecencia. Según el extesorero de Nóos, Urdangarin le contó que iba a crear el Instituto, que él entendió que iba a ser "una consultoría de temas deportivos en general", que había un patronato y que quería que formase parte de él.
Supo que el presidente era Urdangarin, el vicepresidente su socio Diego Torres y el secretario Marco Tejeiro. "Luego quedaba tesorero y vocal y me acuerdo que me puse yo de tesorero para que no se pusiese doña Cristina", ha detallado. "Me daba suficiente garantía que estuviese doña Cristina, que estuviese don Iñaki, que estuviese Diego Torres y que estuviese don Marco Tejeiro", ha añadido.
García Revenga consultó a un amigo suyo para asegurarse de que funciones de tesorero en una fundación no eran de carácter ejecutivo porque si era así tendría que haber pedido permiso a la Casa de su Majestad el Rey. Quien le asesoraba le indicó que en las fundaciones mandaban el presidente y el secretario. "Y acepté ser tesorero", ha explicado.
García Revenga: "No me pidieron nunca nada. No hubiese aceptado ser tesorero si hubiese tenido que hacer las cuentas"
"No tenía responsabilidad y tampoco me pidieron nunca nada", ha dicho García Revenga, quien "intuía" que viviendo él en Madrid y estando "todos los demás" en Barcelona, únicamente iba a "echar una mano en lo que fuese". "Tampoco hubiese aceptado ser tesorero si hubiese tenido que hacer las cuentas", ha precisado. Cesó en ese cargo porque se lo pidió de nuevo Urdangarin, quien le dijo que se iba. "Que se quedaba Diego Torres al frente y que lo dejábamos", ha contado el que fuera secretario de las infantas, que ha añadido que le dio la impresión de que había surgido algún problema personal entre el duque de Palma y su socio.
"Siempre he tenido una relación un poco especial en todos los niveles. Una de la cosas que he hecho toda mi vida en la Casa es que yo nunca pregunto si no me dicen", ha relatado. "Tampoco pedí explicación", ha insistido y ha contado que siguió la evolución de Urdangarin desde que le conoció en 1996, que le parecía que "en todos los aspectos era muy normal y muy positiva", desde que era jugador de balonmano y estudiante.
En los inicios le consultaba "muchas cosas", pero posteriormente se rodeó "de unas personas con mucha más preparación" como profesores universitarios de todo el mundo y empresarios, por lo que cada vez le consultaba menos. "Porque tenía a gente más capacitada y más preparara que yo para asesorarle", ha afirmado.
El extesorero de Nóos ha declarado también que no informó a la Casa Real de la creación del Instituto Nóos por parte de Iñaki Urdangarin y de la integración en su junta directiva de la infanta Cristina porque se trataba de "actividad privada" de los entonces duques de Palma.
Ha incidido en que cuando se creó el Instituto Nóos no consideró que fuera su responsabilidad informar a la Casa Real porque era una cuestión particular ajena a los cauces establecidos para las actividades de carácter público de los entonces duques de Palma. "En otras cosas a nivel privado me consultaban, me comentaban y yo les decía lo que pensaba; algunas veces me hacían caso y otras no", ha manifestado García Revenga.
Asimismo, en relación con el exasesor jurídico de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero, ha negado que hablase con él acerca del Instituto. "En 1997 le pregunté por la renovación de Urdangarin con el Barcelona", ha manifestado, recordando que "no terminamos muy bien por la separación de la Infanta Elena".
El testigo ha recalcado en esta línea que nadie le comentó nada sobre el hecho de que Romero indicase a Urdangarin, por recomendación de la Casa Real, que abandonara sus negocios.
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