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España vaciada Tres de cada cuatro autónomos rurales está a menos de seis años de jubilarse 

El envejecimiento de los trabajadores por cuenta ajena, que prestan servicios básicos para el mantenimiento de la población en pequeños núcleos, se revela como otro factor que amenaza con intensificar el fenómeno de la despoblación.

Los autónomos prestan servicios básicos para facilitar el asentamiento de la población en las zonas rurales./ Fee-Photos, Pixabay (CCO)

Reparar un grifo, retejar una techumbre o reparar una puerta comienza a ser complicado en muchas zonas de la España vaciada. No tanto por la dificultad de las tareas en sí misma sino por la escasez de profesionales para llevarlas a cabo: más de tres de cada cuatro autónomos censados en municipios de menos de 5.000 habitantes, concretamente el 77% de ellos, supera los 59 años y, por lo tanto, está a menos de siete de retirarse, según indica un estudio elaborado por UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos).

Esta situación dificulta más, si cabe, el asentamiento de la población en amplias zonas del país, donde a la escasez de servicios y oportunidades se le suma la incomodidad añadida de que necesidades de ese tipo se vean pospuestas sin fecha por la falta de quien las realice, lo que se convierte en oro factor que amenaza con intensificar el vaciado de la España interior.

“El 80% del territorio está vacío en España, ya que el 80% de la población del país reside en el 20% del territorio”, explica Eduardo Abad, presidente de UPTA, organización que cifra en algo más de 100.000 (el 77% de 130.000) los autónomos rurales que ya superan los 59 años, según indica el cruce de los informes trimestrales y las estadísticas provinciales de la Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo.

La situación es muy distinta a la que se da en el conjunto del país, donde apenas uno de cada ocho autónomos (413.800 de 3,077 millones) supera esa edad según los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) del INE (Instituto Nacional de Estadística).

“El oficio manual lleva décadas desprestigiado”

Luis Antonio Sáez, titular de la Cátedra de Despoblación de la Universidad de Zaragoza, señala “el desprestigio que el trabajo manual lleva décadas sufriendo en España, donde se prefieren los trabajos de corbata a los de mono, el cuello blanco al cuello azul en la terminología de EEUU”, como uno de los factores para esa pérdida de profesionales de los oficios en las zonas rurales.

Y, en este sentido, llama la atención sobre otro hecho: “pensamos que la profesionalidad solo puede venir por la vía tecnológica cuando también puede hacerlo por la artesanal ¿Por qué un albañil va a ser menos creativo que un arquitecto o un aparejador?”

Mientras aboga por una labor didáctica, explicativa de las posibilidades que ofrecen ramas hoy no muy prestigiadas de la Formación Profesional, y por combinarla con la organización de bolsas de trabajo que faciliten la cobertura de esos puestos de profesionales de servicios que comienzan a escasear en el mundo rural, Sáez apunta dos factores que atenuarían esa emergencia: por una parte, la mejora de la movilidad “para casar oferta y demanda más en el ámbito comarcal que en el municipal” y, por otra, el hecho de que la edad de emancipación laboral en los oficios suele ser tardía y darse normalmente en torno a los cuarenta años, tras aprender la ocupación como trabajador por cuenta ajena.

Junto a estas líneas, sí es cierto que paralelamente se está dando una incipiente migración del profesional de la ciudad al mundo rural, por su mejor calidad de vida, y acciones de los ayuntamientos para facilitarla, como prueba la elevada demanda de ayudas para abrir coworkings municipales que se registra en comunidades como Aragón.

Emprender en el mundo rural

UPTA está poniendo en marcha la Red de Ayuntamientos Rurales Emprendedores, cuyo objetivo principal es atraer a trabajadores autónomos hacia los entornos rurales y facilitar la actividad de estos en esas zonas.

La iniciativa, que arrancó el año pasado en Toledo y que está comenzando a implantarse en La Rioja y Castilla y León antes de saltar a Andalucía y Guadalajara, tiene como objetivo consolidarse con 200 ayuntamientos antes de saltar a otras zonas.

“Esperamos un retorno a largo plazo, no a corto, en el que se pueda vertebrar un sistema lo suficientemente potente como para que se puedan modificar las políticas públicas en torno al trabajo autónomo”, indica Abad, que señala como pieza fundamental los planes de relevo generacional.

“Se trata de hacer un plan nacional que una a los emprendedores del futuro que ahora están en los centros de formación con las necesidades del mundo rural, entre las que destacan la prestación de servicios y el cuidado a los mayores”, apunta, antes de señalar que “siempre hemos de hablar del trabajo autónomo y de la economía social como medios para revertir los procesos de despoblación del mundo rural y romper la brecha que existe entre los servicios que se prestan en él y en el ámbito urbano”.

Los planteamientos de la Red de Ayuntamientos Rurales Emprendedores incluyen como ejes fundamentales la mejora de la conectividad y la instauración de la “tarifa cero” en tasas, impuestos y licencias de obra en los dos primeros años de actividad del autónomo.

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