Este artículo se publicó hace 5 años.
El encanto de recorrer bajo la Luna las tumbas donde descansan Pablo Iglesias, 'La Pasionaria' o Pío Baroja
La empresa Servicios Funerarios de Madrid organiza visitas nocturnas al Cementerio Civil para que los ciudadanos conozcan los secretos del camposanto a través del recuerdo y la historia.
Manuel Tapia Zamorano
Madrid-
No parece que, en principio, sea uno de los mejores planes para pasar una de las calurosas noches de un fin de semana estival en Madrid. Posiblemente haya otras opciones más refrescantes como una terraza al aire libre, un cine de verano o uno de esos macrofestivales de música que proliferan por todas partes. Pero es una alternativa original: un paseo nocturno para conocer la historia del Cementerio Civil.
La iniciativa ha sido puesta en marcha por Servicios Funerarios de Madrid (SFM), la empresa que gestiona los 14 cementerios municipales con los que cuenta la ciudad de Madrid. Con ella pretende crear una oferta cultural con la que difundir la pedagogía de la muerte, facilitando el recuerdo y la historia de manera natural, como una herramienta para el reconocimiento y para la mejora de la vida.
Son las diez de la noche de un viernes del mes de julio. Un grupo de unas cuarenta personas se reúne en el paseo central del camposanto y, provistos de unos auriculares y unas velas que la organización les facilita, escuchan atentamente los consejos de dos actores y bailarines que, durante el itinerario, intercalarán las explicaciones sobre la historia del cementerio con breves actuaciones de danza.
“Yo, con estos cascos y en un cementerio, me va a entrar la risa tonta”, le dice una joven a su amiga. Esta le contesta: “Tenemos que portarnos como las niñas en las excursiones”, comentario que genera risas discretas entre las otras dos personas que forman el grupo.
Una ligera brisa mece las ramas de los cipreses y alivia el calor presente todo el día. Algún ave nocturna se deja sentir con tímidos gorgojeos. Comienza la marcha y Germán e Itxaso, después de pedir a los visitantes que apaguen sus teléfonos móviles, comienzan a narrar la historia del cementerio.
Su relato se combina con pasajes y fragmentos de periódicos de la época con la correspondencia a amigos y familiares enviada por las personalidades que se encuentran enterradas en el camposanto. “A ver lo que nos dicen y lo que vemos, que yo me acojono y me voy”, sentencia la joven de antes.
Durante una hora, y en medio de un silencio sólo roto por la música ambiental e intimista que acompaña las actuaciones de los actores, el grupo recorre los diferentes cuarteles o zonas en las que se estructura la parte vieja y la nueva del cementerio.
Camiseta de Iron Maiden
Es un grupo variopinto: una pareja de sexagenarios que no se han soltado la mano en ningún momento, un joven de complexión fuerte vestido con una camiseta del grupo británico de heavy metal Iron Maiden y una pareja que ha decidido llevar a su bebé en el carrito.
Al terminar la visita, los asistentes dan las gracias a los guías y muestran su satisfacción por la experiencia. Muchos de ellos no se imaginaban lo que han visto y han disfrutado de la historia y del arte del cementerio, y hasta del silencio.
Pueden considerarse unos privilegiados porque Servicios Funerarios de Madrid ofertó para este verano 700 plazas para las visitas nocturnas gratuitas, que se agotaron en menos de 24 horas y registraron una amplia lista de espera.
El Cementerio Civil de Madrid, inaugurado en 1884, forma parte de la necrópolis del Este, junto con el camposanto de La Almudena, del que se encuentra separado por la avenida de Daroca, y el cementerio judío.
En él descansan los restos de tres presidentes de la Primera República española, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Estanislao Figueras; dirigentes socialistas y comunistas, como el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, la primera diputada del PCE, Dolores Ibárruri, 'La Pasionaria', o el fundador del sindicato CCOO, Marcelino Camacho, así como escritores y filósofos como Pío Baroja y José Laín Entralgo, y el creador de la Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos.
Formato híbrido
Raquel Blanco, responsable de Marketing de SFM, explica a este diario que las visitas nocturnas al Cementerio Civil constituyen “una propuesta totalmente diferente a las ya existentes en el programa general de visitas guiadas de SFM, gracias a su formato híbrido entre visita guiada y performance”.
“Los asistentes”, añade, “disfrutan de una experiencia totalmente inmersiva y sensorial a través de sonidos ambientales, música y acciones performativas y dinámicas, en la tranquilidad y oscuridad de la noche del cementerio”.
Blanco subraya que este tipo de visitas ya se vienen llevando a cabo en otras grandes ciudades europeas, así como en otros cementerios españoles, “y el público”, aclara, “lo va entendiendo cada vez más como una oferta cultural adicional a las ya existentes”.
La directiva de SFM recuerda que desde hace muchos años se visitan de manera organizada e individual lugares como el Cementerio Judío de Praga, el Cementerio de Pere-Lachaise en París, pequeños cementerios singulares en Irlanda o La Recoleta en Buenos Aires.
En este sentido, indica que es habitual también visitar personajes famosos que ya han fallecido, como actores, actrices o cantantes que están en diferentes cementerios de Estados Unidos, “y otras veces visitamos monumentos que sabemos (o no) que son edificios funerarios, pero ya no los asociamos como tales, como puede ser el caso del Taj-Mahal, en la India, o las pirámides egipcias”.
Blanco considera que la sociedad tiene a dar la espalda a todo aquello que trate directamente con la muerte. “Si antiguamente se crecía entendiéndola como parte de la vida, de manera cercana y respetuosa, velando desde niños a nuestros fallecidos en casa, ahora no se habla del tema, lo que ha hecho que cuando tenemos que enfrentarnos a ella estemos aún menos preparados”.
A su juicio, esta misma sensación se aplica a la visita a los cementerios, aunque cuando la gente viaja al extranjero no tiene ningún problema en visitar el Cementerio Judío de Praga o las pirámides de Egipto.
“Creemos que fomentar las visitas y el programa cultural general que estamos llevando a cabo nos está ayudando a todos a romper con ese tabú y a ver los cementerios como lugares de encuentro y descubrimiento cultural de diferentes corrientes arquitectónicas y artísticas”, concluye.
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