La Consellería de Educación, encabezada por Carmen Pomar, había presentado un plan de implantación de docencia mixta a las tres universidades gallegas, conocido como blended learning. Este modelo se iniciaría de manera voluntaria el próximo curso y sería obligatorio a partir del 2021-2022.

El borrador del proyecto presentado por la Xunta fue desacreditado por el profesorado, sindicatos y plataformas por la "improvisación" y el "desconocimiento" del Gobierno autonómico. Ante las presiones, la Xunta ha tenido que retirarlo, pero escudándose en una "confrontación" por parte de "determinados colectivos".

El borrador del proyecto, al que ha tenido acceso Público, elimina la figura tradicional del profesor. "El profesorado se transforma de transmisor oral y directo de conocimiento en asesor, mentor y orientador".

Este modelo, profundizaría en los principios del Plan Bolonia, criticado desde su comienzo por el sector universitario. Además, estaría apoyado por la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA), en donde se incluyen entidades como BBVA, Endesa, Naturgy o Fundación de Abanca y también estaría supervisado por una consultora externa, la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia (ACSUG).

Entre los apartados de este programa de innovación para las administraciones gallegas, se integra un recorte en los títulos presenciales, de forma que a partir del 2021 y 2022 el alumnado apenas acudiría a clase ya que las asignaturas se impartirían de manera online.

Cómo afecta al alumnado

Los exámenes no contarían más de un 30% potenciando la evaluación continua, incluso la Xunta planteaba en el borrador prescindir de las pruebas: "deberá existir la posibilidad de aprobar cada materia" con "anterioridad al examen final". La adaptación a este sistema online supondría una inversión material en recursos digitales y formación del personal para que los centros puedan adaptarse a este modelo, un presupuesto que no se refleja en el documento de Educación.

Las plataformas lo tuvieron claro por los antecedentes del Gobierno autonómico. Los sindicatos lo entendieron como un "desmantelamiento" de la universidad pública, puesto que Abanca implantará la primera universidad privada en la comunidad con el apoyo del Gobierno de Feijóo, lo que provocó que las manifestantes saliesen a las calles por otro intento más de privatización.

Según ha afirmado la Administración gallega, en un primer momento los rectores de las universidades "habían dado su conformidad" al plan de innovación. Creen que el esfuerzo hecho por los docentes después de cancelar las clases por la covid-19 podría "ser la base" para seguir avanzando hacia "la semipresencialidad" en algunas carreras, siempre "de manera voluntaria". Además, también lamentan que el estudiando "pierda esta oportunidad".

El rectorado quiso desmarcarse de este futuro online para Galicia. Al hacerse pública la noticia, el rector de la Universidade de Santiago (USC), Antonio López, envió un comunicado a todo el alumnado. En el mismo, notificaba que las mejoras tecnológicas deben "potenciar" la enseñanza presencial pero que "no debe" cambiar la "vocación de presencialidad".

Según López, hace cuestión de una semana la Xunta informó del "Programa de Transformación a la docencia Innovadora en el Sistema Universitario de Galicia", el cual considera que no respeta la autonomía universitaria. "La USC es y será una universidad gallega pública y presencial", apostilló en el texto.

El rechazo no gustó al Ejecutivo autonómico y Educación se lavó las manos sobre las carencias del plan y sin realizar ningún tipo de autocrítica. Una de las escaseces es que el modelo no alude a los problemas manifestados por la docencia online durante el estado de alarma, tanto para el profesorado como para el alumnado.

"La segunda comunidad con peor acceso de banda ancha"

Además, del país, Galicia es la comunidad con menor acceso a Internet y la penúltima en disponibilidad de banda ancha (ADSL, fibra óptica y similares) según datos del Ministerio de Cultura y Deporte, de forma que dificultaría todavía más abordar la iniciativa de la Xunta.

"El Gobierno gallego presenta que la segunda comunidad autónoma con peor acceso de banda ancha sea la primera en introducir un modelo semipresencial en el que el acceso a la red es indispensable para seguir la docencia", comparte en su web la Asamblea de Investigadoras de Compostela. Por su parte, sostienen que es otro "agravio" al sistema público universitario gallego, siendo esta una "reforma abusiva, injusta e irreflexiva".

Por su parte, la Conferencia Intersindical Galega (CIGA) criticó que el documento es "todo un cúmulo de despropósitos" que "disfraza de pseudoinnovador" lo que es un programa de "desmantelamiento" hecho con "nocturnidad y alevosía" que "aprovecha la situación de estrés y de anestesia social derivados del actual estado de alarma".

La oposición celebró esta marcha atrás del Gobierno de Feijóo. "El enorme clamor en las universidades públicas ha sido capaz de ganar una nueva batalla a Feijóo en defensa de los servicios públicos", manifestó el secretario xeral del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero.

"Desmantelar y privatizar, dos verbos que conjuga a la perfección el PP", compartió la líder del BNG, Ana Pontón. Y el portavoz de Galicia en Común, Antón Gómez Reino, publicó en su Twitter que "la movilización detiene el primer paso del PP de Feijóo en la búsqueda de privatizar el sistema universitario público gallego".