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Deportación exprés La presión popular frena la deportación de una boliviana que llevaba 17 años en España

Carmen Leigue iba a ser expulsada por no tener "arraigo suficiente" pese a haber trabajado durante casi dos décadas en València como empleada interna del hogar y cuidando a niños y ancianos. Además tiene dos hijos y tres nietos españoles.

Imagen de Carmen difundida por su hijo en redes sociales.

público/AGENCIAS

Gracias a la presión popular Carmen Leigue ha sido puesta en libertad tras permanecer dos días en los calabozos de la comisaría de Paterna sin haber tenido contacto con el exterior. La mujer boliviana de 65 años iba a ser deportada "de forma inmediata" a pesar de haber residido en València durante 17 años.

 La razón por la que el Juzgado número 6 de lo Contencioso-Administrativo ha considerado su deportación es porque "no tiene arraigo suficiente en Valéncia". Sin embargo, la mujer tiene dos hijos y tres nietos españoles y ha trabajado durante las casi dos décadas en España como empleada interna del hogar y cuidando a niños y ancianos.

La Campaña por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs NO) ha sido la organización que ha denunciado el caso de Carmen. La presión provocada en redes sociales, a través del hashtag #CarmenSeQueda, ha sido fundamental para la puesta en libertad de la mujer. Sin embargo, la pesadilla aún no ha terminado para Leigue. Como ha declarado a Público la portavoz de CIEs No, Cristina Martínez, "esto solo es un paréntesis. Todavía no ha acabado".

Esto no es el final

Carmen ha sido puesta en libertad tras permanecer dos días en los calabozos

A pesar de esta victoria temporal, el recurso solo se ha paralizado ya que la expulsión todavía no ha sido revocada. Martínez recuerda que Carmen sigue sin tener permiso de residencia legal en España y que ahora toca recurrir la orden de expulsión. 

La plataforma pidió al delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, la paralización de su deportación, la revocación de la orden de expulsión y su puesta en libertad inmediata. "No hemos tenido noticias, ni se ha manifestado públicamente", recalca la portavoz.

Dos días de infierno en los calabozos

La mujer boliviana ha trabajado como empleada interna del hogar y cuidando a niños y ancianos

CIEs No denuncia además "una clara vulneración del principio del derecho a la asistencia legal". Según relatan desde la organización, su orden de expulsión -emitida el 28 de enero- no fue notificada a tiempo por lo que su abogada no tuvo capacidad de recurrir la decisión en plazo. "Cuando Carmen acudió a la comisaría la dijeron que tenía que quedarse en los calabozos porque a las 72 horas iba a ser exportada", relata la portavoz de la plataforma.

Con su puesta en libertad, Carmen pone fin a dos tortuosos días en los calabazos de la comisaría de Paterna. CIEs No recuerda que la mujer de 65 años ha estado durante este tiempo "sin poder ver a su familia y completamente angustiada ante su posible deportación a Bolivia, país con el que no tiene ya ningún vínculo".

"Es inhumano que encierren y deporten de forma exprés a una persona que tiene su hogar y familia en València", denuncia la portavoz de CIEs No

La portavoz lamenta que es "inhumano" el hecho de que encierren y deporten a una persona que tiene su hogar y familia en València. "Lo que se quiere es criminalizar a los extranjeros y echarlos de nuestro país".

Para la plataforma, "queda demostrado una y otra vez que las políticas migratorias y la Ley de Extranjería se traducen en la persecución, encierro y deportación de personas migrantes, una violencia institucional ante la que no podemos permanecer impasibles".

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